Luego de accidentado festejo dominical en la Plaza "Sebastián Medina" de Monterrey, que pudo tener repercusión graves o funestas, el empresario y matador de toros en retiro Raúl Rocha, dio a conocer su versión de los hechos, desligándose de cualquier falso rumor del que se le imputa en redes sociales.
Cabe mencionar que el picador Eduardo Reyna hijo fue trasladado a San Luis Potosí, no obstante que ya estaba recibiendo atención médica en Monterrey, y según los primeros exámenes, presentaba una fractura en elmaxilar inferior y la incrustación de piezas dentales en el paladar, estando en proceso la revisión por tomografías para descartar una probable lesión o fractura en la base del cráneo, lo cual ya no fue posible realizar en el hospital de Monterrey, ante el proceder de su padre, el experimentado varilarguero potosino Eduardo Reyna, que decidió llevárselo a San Luis Potosí.
"Fue una tarde muy accidentada y como tal suelen pasar cosas que están fuera del alcance de uno, como sucedió al principio ya que la cuadra de caballos no la pudimos sacar del rancho en Cadereyta, donde quedaron asegurados, luego de que la noche del sábado se suscitó un evento de inseguridad que dejó algunas personas fallecidas en el lugar".
Cuenta Rocha que así se lo hizo saber previo al sorteo al juez de plaza, Antonio Quiroga Escamilla, y a los novilleros del cartel, encabezados por el local Guillermo Guerra, que de acuerdo con los demás actuantes y miembros de las cuadrillas, decidieron seguir adelante con el festejo.
"Nos prestaron un caballo que sólo ha servido para picar becerras en la ganadería de Fernández Yesaki, yo lo he montado. Así se los dije y comentaron que con ese comenzábamos, esperando que los caballos de la cuadra que estaba en Cadereyta pudieran salir del rancho y ser trasladados en el transcurso del día, antes de que se hiciera el paseíllo".
Sin embargo, esos caballos de picar no se pudieron trasladar, así que se aventuraron a utilizar el que tenían de reserva. Y tal cual lo adelantó Rocha, salió al ruedo reparando y tirando patadas, siendo montado por Eduardo Reyna, quien sería el encargado de picar el novillo de Guerra que abría plaza.
"Ocurrió el percance del picador Lalito Reyna, que salió al ruedo sin tener nada qué hacer allí en ese momento, cuando le tiró la patada que hemos visto en imágenes. Fue un accidente muy lamentable, y cometió el error de ponerse por detrás del caballo que tiraba patadas desde que salió al ruedo.
"Cuando vi el percance pensé que íbamos hablar de otra cosa peor, por la forma en cómo lo golpeó el caballo y la forma en cómo cayó el muchacho, noqueado. Su papá estaba montando al caballo y entiendo que como padre quieres estar el pendiente de lo que le ocurrió a su hijo, por lo que se preparó todo para trasladarlo al Hospital Muguerza Conchita de inmediato".
Rocha comprobó con la factura del hospital que al picador se le atendió con el Seguro contra accidentes que se contrató para tal fin y que cubre la cantidad de 100 mil pesos por evento, por miembro de la cuadrilla y toreros participantes.
"En el tiempo que estuvo aquí desde su ingreso se le practicaron estudios y se alcanzaron a gastar 60 mil pesos de ese seguro. Sn embargo en la mañana me llamaron para avisarme que Eduardo Reyna decidió llevarse a su hijo por decisión propia y firmó una alta voluntaria.
Caso contrario sucedió con el novillero Diego Garmendia, quien fue herido en el cuarto novillo e ingresó horas después del picador Lalo hijo. A Diego se le cubrió con su seguro y a unas cuantas horas de que entre su seguro por parte de su agrupación ya están cubiertos los 100 mil pesos del Seguro y 71 mil pesos de más que ya pagué en este momento", precisó, en presencia de Israel Téllez, matador de toros y apoderado del novillero herido.
"Aquí estoy donde me toca estar, dando la cara, y responder lo que me toca como empresario. Ya cubrí con mi seguro lo que tenía contratado. Estoy al pendiente de todo y en ningún momento abandoné a uno u otro de los toreros lesionados", dijo Rocha.
Y en la parte taurina cuestionado el por qué no decidió suspender el festejo al no haber cuadra de caballos de pica, dijo que tras enterar al juez de plaza y las cuadrillas, los picadores le dijeron que llevara al que tenía ofrecido "a ver qué sucede".
Luego del percance y de que él decidió ya no sacar ese caballo al ruedo en el segundo novillo, las cuadrillas decidieron picar al novillo en el cajón con una vara, de manera antirreglamentaria y lo que es peor, con anuencia del juez de plaza, que deberá dar su punto de vista en breve.
"No es muy bien visto eso, pero debido a las consecuencias y a lo que estaba en el ruedo que eran novillos muy fuertes, las cuadrillas decidieron echar para adelante con ese caballo y solo un peto, sin mayor equipamiento como lo traen la cuadra de caballos oficial. Yo hice un evento donde en lo único que fallé fue en que no pudimos sacar los caballos del rancho por lo que ahí pasó.
"A la hora del sorteo expuse el problema, estando los toreros y el señor juez presentes y decidieron echar para adelante el festejo, el juez estaba enterado desde el inicio. Ahí el empresario sale sobrando, la autoridad es la que decide junto con los matadores y él mismo autoriza pegarles puyazos en el cajón, ellos son los que deciden llevar a cabo el festejo", explicó Raúl Rocha, que ha afrontado su responsabilidad ante las contingencias que se han presentado.