Cariñosa despedida de Ortega en La México (video)
Domingo, 15 Dic 2013
México, D.F.
Jorge Raúl Nacif | Foto: Sergio Hidalgo
Y salió en hombros junto a Padilla
Cariñosa fue la despedida que el público de La México le brindó a Rafael Ortega y, aunque la entrada fue escasa, la afición la aplaudió fuerte y al final salió en hombros tras llevarse un rabo, salida en volandas que compartió con Juan José Padilla, que cortó un par de apéndices, mientras que Salvador López confirmó su alternativa.
Es cierto, la faena de Ortega al segundo de su lote no merecía el rabo en sí misma, en lo absoluto; con dos orejas hubiera sido más que suficiente. Sin embargo, algunos pañuelos blancos lo solicitaron y el juez Jesús Morales lo otorgó en reconocimiento a su trayectoria y en el marco de su adiós de esta plaza.
En lo personal no creo que este rabo sea un insulto a la categoría de la plaza, o una pachanga (como escuché a la salida del coso), pues el marco de la despedida es de especial sensibilidad. De alguna u otra forma, Ortega tiene una página dentro del toreo, pues en su trayectoria de más de 900 corridas ha sido profesional y tuvo etapas de triunfos importantes en varias plazas de nuestra geografía, guste o no su tauromaquia.
Sin embargo, tienen también razón lo que opinan que este rabo no debió concederse pues la faena no lo ameritaba, dada la categoría del coso. Solamente, y de forma muy particular, pretendo entender las circunstancias en las cuales se otorgaron los máximos trofeos.
Más allá de rabos o no rabos, la labor ante este cuarto de la tarde tuvo sus momentos emotivos y fue completa, pues Rafael Ortega toreó bien de capote, cubrió el segundo tercio, la faena fue esforzada y remató de una estocada que tumbó “patas arriba” al ejemplar de Los Cues, un toro noble que, aunque no tuvo grandes virtudes ni fue sobrado de casta, permitió momentos de lucimiento por parte del tlaxcalteca.
Luego del quite por chicuelinas, colocó las banderillas en un cuarteo, un sesgo y el tercero al violín. El toro tenía poco fuelle y Ortega trató de dejarle la muleta en la cara para tirar de él y, de esta forma, logró trazos que rayaron en los redondos. La faena fue totalmente derechista, pues el torero no lo vio claro para torear al natural, y se adornó en algunos detalles como desdenes, cambiados de mano y un bonito trincherazo, bajo los acordes de “las golondrinas”.
Eficaz fue la estocada y dio la vuelta solamente con dos orejas, pues con honestidad decidió soltar el rabo cuando comenzó a escuchar algunos pitos. El primero de su lote no le dio opciones, pues terminó parado y rajado cerca de los tableros, de tal forma que Ortega abrevió al torear por la cara.
Juan José Padilla tuvo una actuación pundonorosa y alegre, lo que le redituó en un par de orejas, una a cada ejemplar de su lote. Su primero era tardo en sus embestidas y, con base en aguantarlo mucho, el de Jerez pudo extraer muletazos meritorios y en los que llegó a gustarse. Tras la estocada, le fue otorgado un trofeo.
Su segundo tenía mayor movilidad, pero desarrolló sentido con cierta prontitud. Padilla cuajó un estupendo segundo tercio, colocando los garapullos con soltura, efectividad y transmisión hacia los tendidos, sobre todo cuando bordó el violín. Padilla aprovechó el fuelle inicial del toro para darse a correr la mano con la derecha, templando las acometidas del ejemplar de Los Cues.
Y cuando el burel prontamente comenzaba a frenarse y a quedarse corto, Juan José se puso en plan de valiente y, a corta distancia y con arriesgados desplantes de rodillas, desgranó las ovaciones desde los tendidos. Culminó de un buen espadazo y a su espuerta cayó la segunda oreja de la tarde, que le valió la salida en volandas.
Confirmó Salvador López su alternativa, pues actuó en este coso en sustitución de Juan Luis Silis. El toro que abrió plaza ofreció pocas prestaciones, pues llegó parado al tercer tercio y, además, terminó por rajarse y buscar querencia en el terreno de las tablas. Visiblemente nervioso, Salvador trató de hacer las cosas bien, con cabeza, y anduvo muy tesonero, dejando una buena impresión a pesar de que no despegó su trasteo.
Ante el sexto volvió a mostrar su voluntad y ejecutó un bonito quite combinado. Ya con la sarga, hizo el esfuerzo ante un ejemplar deslucido y que poco a poco perdió fondo, de tal suerte que solamente pudo dejar algunos detalles. Sin duda el joven capitalino atesora buenas cualidades; tiempo al tiempo.
Ficha México, D.F.- Plaza México. Novena corrida de la Temporada Grande. Menos de un cuarto de entrada (unas 5 mil personas) en tarde fresca, con ligeras ráfagas de viento. Toros de
Los Cues, correctos de presentación, varios de armoniosas hechuras, descastados en su conjunto; el 4o. fue el más potable. Pesos: 517, 496, 480, 490, 514 y 510 kilos.
Rafael Ortega (blanco y oro con remates negros): Palmas y dos orejas y rabo.
Juan José Padilla (azul celeste y oro con remates negros): Oreja y oreja.
Salvador López (nazareno y oro): Palmas tras aviso y silencio. Incidencias:
López confirmó la alternativa con el toro "Secreto", número 87, cárdeno, con 517 kilos. Al finalizar la lidia del 4o.
Ortega dio la vuelta al ruedo al son de "Las Golondrinas". Asimismo, tras romper el paseíllo, el matador
Juan Luis Silis le regaló una imagen de la Virgen de Guadalupe a
Padilla.
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