El matador de toros Rafael Ortega falleció en la clínica de Saint George, Utah, donde se encontraba hospitalizado desde hace varios días, como consecuencia desvanecimiento sufrido en días pasados mientras se encontraba nadando, según han confirmado fuentes cercanas a su familia.

La noticia ha provocado un hondo pesar en el medio taurino, debido al respeto y cariño que se le tenía al torero de 53 años, que desde este momento tan dramático había sido atendido en el área de terapia intensiva, donde los esfuerzos por ver si su cerebro reaccionaba fueron en vano.

Lamentamos este lamentable suceso y desde aquí enviamos nuestro más sentido pésame a toda su familia, especialmente a su esposa Estela Martínez y a sus hijos Paola y Rafael, quienes estuvieron a su lado durante estas horas tan difíciles. Descanse en paz.