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Liber taurus: La oncena taurina de Ecuador

Viernes, 13 Dic 2013    Quito, Ecuador    Santiago Aguilar | Opinión   
La columna de este viernes
Entre el 29 de noviembre y el 6 de diciembre se realizaron en el país un total de once festejos taurinos en tres escenarios distintos y que se desarrollaron con diferente matiz y categoría, espectáculos que nos permiten sacar en limpio las siguientes conclusiones.

Latacunga crece

Los taurinos quiteños agrupados en  Latacunga, intentaron saciar su sed taurina al beber a sorbos lentos el quehacer de los tres lidiadores que actuaron en las dos tardes de toros. El viernes 29, supo a poco el mano a mano entre el gran Julián López "El Juli" y  Juan José Padilla; la oreja obtenida por cada uno de ellos sirvió de temporal bálsamo de una tarde de la que se esperaba mucho más.

El día 30, tras la baja en el cartel de Enrique Ponce, David Fandila "El Fandi" estoqueó en solitario cuatro toros, uno de Ortuño, dos de Triana y uno de Huagrahuasi; reses en general de notable comportamiento que exigieron al torero y condujeron al público a la cima de la emoción en la lidia de "Cobito", lidiado en cuarto lugar, toro de inmensa calidad que mereció el indulto tras una faena completa seguida por los aficionados  con desbordada emoción.

Tambillo una apuesta fallida

La iniciativa empresarial de llevar a cabo un ciclo de corridas a pocos kilómetros de la capital ecuatoriana, en una zona libre de la prohibición del último tercio, resultó fallida producto de una serie de errores  manifestados en espectáculos realizados sin arreglo a los códigos taurinos y respeto al público; la cancelación de la última corrida supuso el desenlace lógico.

Sin embargo, en los seis festejos que se celebraron se registraron cosas interesantes, entre las que subrayamos el indulto de un extraordinario novillo de Peñas Blancas de nombre "Caprichoso" toreado de gran forma por el novillero mexicano Brandon Campos en tarde en que además se corrió otra gran res de Santa Coloma;  las faenas de un siempre dispuesto Ivan Fandiño que llegó a cortar tres orejas;  la notable labor de Arturo Saldívar ante el gran toro "Fundador" de La Viña, en una labor cargada de clase, y profundidad manifestadas al torear a placer con un concepto puro,  con diferencia fue la mejor faena de la feria premiada con el doble trofeo; su paisano Michelito Lagravere recaudó un apéndice gracias a su simpatía y buenas maneras.

Guillermo Albán demostró carácter en sus dos comparecencias, saldó su paso por Tambillo con una oreja por tarde, extendiendo, de alguna manera, su vigencia, lo propio el otro compatriota Cruz Ordóñez, que obtuvo un trofeo tras plantarle cara a un serio y astifino toro de Santa Rita al que extrajo muletazos de buen trazo.

El hecho más trascendente del serial de festejos fue sin lugar a dudas la alternativa de Sebastián Peñaherrera, el joven jinete quiteño tuvo un padrino de excepción, el más grande rejoneador de todos los tiempos Pablo Hermoso de Mendoza que más allá de ratificar su magisterio en dos sobresalientes actuaciones, supo marcar su capacidad expresiva en Peñaherrera que desarrollo una sorprendente tarea en el toro del doctorado al que logró desorejar pese sus 16 años de edad,  convirtiéndose en uno de los matadores a caballo más jóvenes de la historia. Más allá de lo anotado, lo importante fue la manera segura y  torera en que afrontó este compromiso, lo que permite avistar un prometedor futuro profesional.

La Belmonte: en el corazón de Quito

La plaza de toros Belmonte fue escenario de la novena edición del prestigioso Festival de la Virgen de la Esperanza de Triana, la  jornada nocturna tuvo un protagonista de primera línea, el matador de toros español El Fandi que supo cortar las cuatro orejas simbólicas de los dos novillos que lidió. Sus alternantes cumplieron una interesante tarea, Javier Conde no contó con oponentes que le permitan expresar su personal tauromaquia; en tanto que el ecuatoriano Martín Campuzano logró un trofeo de su primero.

Al mediodía del 5 el cara a cara entre Juan José Padilla y Antonio Ferrera se saldó con el corte de seis orejas de un lote de toros con los hierros de Huagrahuasi, Triana y Rumiquincha que se prestaron para que el binomio de lidiadores expresen su espectacular concepto taurino, al final de la tarde los diestros abandonaron el ruedo a hombros.

La tarde del seis se llevó a cabo un interesante festival que  representó la expresión del toreo sudamericano presente en el colombiano Pepe Manrique, el peruano Fernando Roca Rey y el nacional Martín Campuzano.

Mencionamos la experiencia de Manrique con el mejor lote de la tarde demostró su bagaje profesional; en tanto que el peruano Roca Rey anduvo variado con las telas y entusiasta con las banderillas y el ecuatoriano Campuzano trascendió  durante la lidia del complicado astado que cerró plaza, al que plantó cara con decisión, pese a una dramática voltereta y obtuvo los dos apéndices simbólicos.


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