El matador de toros Antonio Barrera se encuentra muy motivado con esta nueva etapa de su carrera y su inclusión en la Feria de Otoño de Las Ventas de Madrid, donde actuará el domingo 2 de octubre con toros de la ganadería de Adolfo Martín, sobrino de Victorino, donde compartirá cartel con Rafael Rubio "Rafaelillo" y Serafín Marín.

"Me encuentro muy ilusionado de volver a Madrid tras dos años en que no hubo arreglo con la empresa para que pudiera torear en la Feria de San Isidro; y aunque se tratar de una corrida torista, creo que la afición de Madrid agradeceré el gesto de verme anunciado con una corrida como la de Adolfo Martín, que será exigente pero estoy en el momento de mostrar mi madurez con este tipo de toros a los que ya me he enfrentado dos veces con buenos resultados", comentó Barrera vía telefónica desde España.

La inercia de los triunfos obtenidos por el sevillano durante el mes de agosto en plazas como Málaga, El Puerto de Santa María, Barcelona y Carcassonne, será la parrilla de salida de un intenso mes de septiembre en el que tiene contratadas diez corridas, según explica:

"En las últimas corridas me he sentido muy bien, sobre todo en la de Málaga, donde puede dar una dimensión de torero a la que me estoy acercando cada vez más, pues me parece que resolví con mucha claridad de ideas las complicaciones de la corrida de Guardiola. También en El Puerto puede triunfar y, aunque en San Sebastián no corté orejas, la gente percibió mi actitud desde el comienzo de la corrida. Lo de Barcelona tuvo un significado especial".

Al respecto de esta corrida, en la que toreó con una "senyera" (la bandera de la Comunidad de Cataluña) a manera de muleta, Antonio Barrera confiesa que se trató de algo que se le ocurrió y que pensó sería bueno para llamar la atención de los medios de comunicación:

"Creo que no podemos dejar que nos arranquen nuestras tradiciones de las manos así sin más. Yo viví muchos años en Barcelona, cuando era niño, y mi padre me llevó a la plaza monumental, que euf el lugar donde me aficioné a los toros y decidí que sería torero. Cortar esas dos orejas y salir a hombros por la puerta grande de esta plaza era una cuestión de honor que estaba ligada a muchos recuerdos. Y lo de la bandera como muleta, pues algo que con el paso del tiempo se convertirá en una anécdota representativa de esta época que vivimos tan complicada".

Al respecto de su temporada americana, Antonio mantiene conversaciones con algunas empresas de México y Venezuela y será en breve cuando su apoderado, Ángel Guzmán, se encuentre en condiciones de informar acerca de fechas concretas.