Y la tercera... es la vencida para Talavante
Domingo, 13 Feb 2011
México, D.F.
Jorge Raúl Nacif I Foto: Sergio Hidalgo
Salió a hombros tras cortar dos orejas
Bien dice una frase popular que "la tercera es la vencida", pues hoy en la Plaza México Alejandro Talavante por fin logró cortar las orejas y salir a hombros, triunfo que, por sus fallas con la espada, se le había negado en sus dos actuaciones anteriores de la temporada.
Y es que ese toreo fresco y variado volvió a aparecer este día en en el coso de Insurgentes, sobre todo con el primero de su lote, un bello cárdeno claro que, pese a su poca fuerza y transmisión, tenía voluntad para embestir, lo cual aprovechó Talavante para recrearse toreando bien y bonito por ambos lados, poniendo esa chispa que le faltaba al ejemplar.
Interminables fueron los muletazos por derecha, impregnados con una gran lentitud y gusto, y qué decir de los naturales, trazos que calaron hondo en el tendido por su largueza y temple exquisito, así como ligazón entre cada uno de éstos, lo que redondeó una faena de altos vuelos que siempre fue a más.
También hubo lugar para esa suertes variadas y novedosas que Alejandro tiene en su repertorio y así, entre cada tanda, ejecutó cambiados de mano, desdenes, arrucinas y hasta una capetillina, pasándose al toro por la espalda en un instante de inspiración y pasándose muy cerca los pitones.
Cuando tenía ganadas las dos orejas, volvió a pinchar como en las tardes anteriores; en la segunda oportunidad dejó un estoconazo hasta la empuñadura y pudo pasear una oreja realmente ganada a ley, misma que fue coreada por la totalidad del público.
Su segundo fue un ejemplar que, si bien es cierto que tuvo movilidad, resultó deslucido en sus embestidas. Alejandro Talavante se puso en el sitio y, haciendo gala de todos sus recursos, le fue extrayendo muletazos muy templados y sin descomponer la figura, abandonándose en las suertes y demostrando ese variado concepto que atesora.
Los momentos más intensos de la faena fueron los redondos que fue bordando con la mano izquierda, circulares logrados al mismo ritmo que la embestida del burel. Decidido, dejó una gran estocada y, ante la petición mayoritaria, cortó la oreja, su segunda de la tarde y que le abrió la puerta grande.
Esforzado y con ganas de triunfar se mostró Rafael Ortega. Incluso, decidió tomar las banderillas en ambos toros, pese al parte médico dado a conocer la semana pasada en el que su médico le recomendaba no hacerlo, debido a que continúa recuperándose de la fractura de los metacarpios de la mano derecha.
Una lástima grande que su lote poco se prestó para el lucimiento, ya que los toros resultaron débiles y con medias embestidas. El tlaxcalteca lo intentó con vergüenza profesional, pero poco pudo lograr en esta tarde de su presentación en la Temporada Grande.
Juan Chávez pasó de noche en su segunda comparecencia de la campaña. Es cierto, se mostró esforzado y tuvo algunos destellos, pero no dejó ver capacidad para descifrar a ambos enemigos que, sin ser buenos, respondían si se les daba la lidia adecuada.
Su primero salía suelto y tenía la querencia de tablas, pero poseía cierta transmisión y repetía si se le dejaba la muleta en la cara. Delante de este toro, ejecutó un bonito quite por gaoneras. El segundo, que tenía poco recorrido, necesitaba distancia y el michoacano terminó por ahogarlo.
Ficha Plaza México. Decimoséptima corrida de la Temporada Grande 2010-2011. Unos 7 mil aficionados en tarde agradable, pero con algunas ráfagas de viento y que fue enfriando con el transcurrir de las horas. 6 toros de
La Estancia, muy bien presentados pero de regular juego en su conjunto. Pesos: 540, 490, 485, 519, 530 y 562 kilos.
Rafael Ortega (grana y oro): Silencio y palmas.
Alejandro Talavante (caña y oro): Oreja y oreja.
Juan Chávez (azul y oro con remates negros): Silencio y pitos.
Noticias Relacionadas
Comparte la noticia