El médico otorrinolaringólogo Luis Alberto Sánchez Marín ya redactó el parte médico de la operación que le practicó ayer a mediodía al matador Alberto Ortega, y aunque la intervención fue exitosa, aún no se sabe las secuelas que este gravísimo percance pueda ocasionarle.
El documento emitido en la tarde de ese jueves, el médico explica los antecedentes de la lesión que, por su magnitud, merece la pena recordar. El parte contiene las siguientes valoraciones:
Se trata de paciente masculino de 26 años, sin antecedentes médicos de importancia. Sufre trauma directo en región auricular y temporal derecha, por embestida de un toro, hace 12 días aproximadamente. Fue atendido inicialmente en el estado de Tlaxcala, y, posteriormente, trasladado al hospital Puebla para continuar su manejo. Durante su estancia hospitalaria se solicitó la valoración por otorrinolaringología, encontrando lo siguiente:
Durante su estancia en terapia intensiva, se observó paciente bajo efectos de sedación, e intubado. Se observó la presencia de abundante material tipo cera, ocupando la totalidad del conducto auditivo derecho con salida de material hemático. La tomografía de su ingreso mostró fractura múltiple de hueso temporal con ocupación de celdillas, mastoideas por tejido blando.
Posteriormente, el paciente fue extubado y ya en estado de alerta se realizó nueva valoración, observando parálisis facial incompleta grado IV de House Brackman, además de hipoacusia conductiva derecha.
Se realiza limpieza parcial de cavidad traumática en región mastoidea, observando complejidad anatomía en región correspondiente a conducto auditivo, sin poder observar estructuras normales. Únicamente se vio piel correspondiente a conducto auditivo en situación anatomía ectópica.
La tomografía de control mostró porciones del hueso mastoideo en posición irregular, así como fracturas múltiples a nivel de tegmen timpánico y cadena osicular en localización adecuada. La cápsula ótica se encontró sin alteraciones. Fractura de cavidad glenoidea del temporal con medialización de la misma. Se re realizaron pruebas topografías de lagrimeo y gustometría, las cuales fueron normales.
Por lo anterior, se decide realizar exploración quirúrgica de oído bajo anestesia general, con el fin de restablecer en lo posible la anatomía normal y evitar riesgo de colesteatoma posteriormente.
Durante el procedimiento quirúrgico, realizado en combinación con neurocirugía, se observaron los siguientes lesiones: Fractura por avulsión total de porción timpánica de hueso temporal, con pérdida de pared posterior, anterior y superior de conducto auditivo; región del ángulo sinodural en posición flotante; exposición de cápsula de articulación temporomaxilar derecha; ruptura con exposición de cadena osicular en el espacio de Prussak; cadena osicular móvil y caja timpánica con abundante material serosanguinolento.
Se realizó regularización de celdillas mastoideas expuestas, así como sellado de región del tegmen con gelfoam, y se procedió a realizar conchoplastia con técnica convencional, con el fin de poder tener acceso a cavidad mastoidea en el futuro.
El postoperatorio inmediato cursó sin complicaciones. Actualmente, el paciente permanecerá en observación, en espera de epitelización de cavidad quirúrgica.
El pronóstico auditivo y de movilidad facial es incierto.
Firma: Doctor Luis Alberto Sánchez Marín.
Por otra parte, y aunque en el documento transcrito líneas arriba no se menciona, en la estrategia de atención seguirá la intervención del cirujano maxilofacial para hacer la reconstrucción de las fracturas sufridas por Alberto Ortega en el arco cigomático y la mandíbula. De tal manera que esa sería la cuarta operación desde el primer momento de haber sufrido el trauma en la plaza de Tlaxcala.