La charla "La Mujer y la crianza del toro de lidia" celebrada anoche, fue la penúltima del ciclo con mujeres del medio taurino, organizado por Tauromaquia Mexicana y con el escaparate de la aplicación "Soy Taurino", y resultó muy interesante para las 200 personas que se conectaron a este encuentro virtual, que tuvo una duración de una hora y media.

De acuerdo al orden del cartel, en esta ocasión las participantes fueron: Lu Llanos, en la conducción; Pilar Martín, ganadera de Victorino Martín; Laura Herbert de De Villasante, ganadera de Carranco; Paulina Gordoa, ganadera de Espíritu Santo, y Valeria Martínez, ganadera de Los Encinos.

Cabe mencionar la excelente conducción por parte de Lu Llanos, quien fue llevando a las participantes con preguntas inteligentes, a través del apasionante mundo de la crianza de toros bravos.

Entre los puntos expuestos destaca lo siguiente, de acuerdo al orden del cartel:

No todos tienen la suerte de dedicarse a lo que les gusta. El toro es nuestra filosofía de vida. Me considero afortunada por vivir en este entorno.

Nuestros toros se reconocen solo de verlos; su prototipo es el que ha gustado siempre en nuestra familia. Por encima de todo somos aficionados, por lo cual buscamos un animal de hechuras armónicas y que emocione.

La crianza requiere mucha paciencia; de mi abuelo a hoy, el toro ha cambiado mucho. Se ha conseguido más regularidad, que peleen en varas, que humillen y que duren en la faena de muleta. 

Mantener una ganadería en época de pandemia es un acto de amor al toro y a la Tauromaquia. No hemos dejado de trabajar, aún sin rendimientos económicos.

Mi padre y yo hacemos un gran equipo. Con solo vernos sabemos qué queremos hacer con una vaca.

El reto actual es seguir adelante. Hay muchos animales que mantener, y además por supuesto, a todas las personas que trabajan con nosotros.

La gente ignora lo que hay detrás de un festejo, los médicos, toreros, monosabios, apoderados, imprenta, community managers, puestos de trabajo directos e indirectos, turismo, comida, etc. Todos esos ingresos se han parado. 

La Fundación Toro de Lidia, en la cual mi padre está muy involucrado, es una pieza fundamental en la defensa de la Tauromaquia. Todos debemos apoyar.

Mi sueño era ser ganadera ¡y lo logré!

Hace 52 años me emocionaba cuando nos invitaban a una ganadería y soñaba con tener la mía, fue cuando mi esposo me preguntó si quería una y así empezó mi historia. Veía en Carranco mucha calidad y de repente, ya estaba ahí metida, sin saber nada. 

He sido muy feliz, la gente del toro es especial, en otro lugar me aburro, no encuentro pláticas interesantes, en cambio en este entorno todo es tan apasionante, te puedes pasar horas hablando de toros. ¡Gozo tanto todo!

Se requiere paciencia... mucha paciencia, se pasan por muchas dificultades para llegar a lo que quieres, pero al final vale la pena. 

Han sido 50 años de mucho esfuerzo y de muchas satisfacciones.

El toro es muy celoso, hay que pensar en él día y noche. A veces despierto en la madrugada y me pongo a ver los libros de la ganadería.

Mi objetivo era criar un toro con el que sueñen los toreros, un toro que permita ser toreado con lentitud y con temple... haberlo logrado es maravilloso. 

Las personas que trabajan en la ganadería son mi familia, la pandemia ha sido muy dura, pero es impensable quitarle el trabajo a alguien.

Puedes juzgar cómo es un ganadero viendo lidiar sus toros, nosotros les imprimimos nuestra propia personalidad.

Soy hija y esposa de ganadero, es una bendición hacer lo que te gusta. 

No ha sido fácil, pero la ganadería atraviesa un gran momento.

Le he dado un giro y estoy viendo resultados; hay que tener mucha locura y mucha paciencia. Nunca acabas de aprender. Ha sido complicado encontrar el concepto, definir hacia dónde vas. Poco a poco voy dando con lo que quiero, nobleza con fondo. Vamos por buen camino.

Tus hijos deben verte hacer las cosas para que le agarren el gusto. Sé que habrá continuidad y eso me emociona mucho.

La pandemia afectó en todos los sentidos y no queríamos que nuestros toros murieran en un rastro, así que decidimos disfrutarlos en casa, como nos gusta, siempre con admiración, respeto y pasión.

Recibimos grupos de turistas para que vivan la experiencia y aprendan un poco del toro bravo. Gracias a la pandemia se nos ocurrió hacer festivales en forma, con comida y música. Han sido un éxito y hemos logrado muy buena asistencia. Los visitantes se van muy emocionados. Un día de ganadería les deja mucha huella. Este tipo de actividades son importantes para difundir la tauromaquia.

Los toros de nuestra ganadería están bien presentados y son armoniosos; buscamos nobleza, calidad, durabilidad y que humillen. 

Atravesamos un proceso de innovación y tengo mucha ilusión de verme anunciada en una plaza de toros. El toro es mi vida, no me imagino sin él.

La Fiesta atraviesa un momento crucial, si no la defendemos todos, la vamos a perder. Los jóvenes tenemos que unirnos, comunicar nuestro respeto por el toro, propiciar que lo vivan los niños, que son el futuro de la Fiesta. Las redes sociales deben servir para enseñar la labor de una ganadería, cómo funcionan las tientas, cómo es la crianza en España, en México, en Colombia, en cualquier país taurino; que la gente se emocione viendo a los animales en el campo. 

El toro necesita muchas hectáreas, mucha naturaleza, genera todo un ecosistema a su alrededor que no es fácil mantener.

Mi padre es un enamorado de la genética. En su afán de buscar al toro soñado ha estudiado varias opciones, ha traído semen de algunas ganaderías y también ha guardado el de ejemplares que nos han gustado. Es una labor que toma tiempo y requiere mucha paciencia. Se necesita que las vacas estén en su entorno para que no se estresen, que estén en el momento ideal para inseminarlas. Es un proceso que tiene un 55 por ciento de éxito.

Queremos un toro con presencia, transmisión, nobleza y durabilidad.

No imagino mi vida sin la emoción del palco de ganaderos, ver que un semental funcionó en una tienta, el comportamiento de los toros en la plaza.

Los momentos más importantes de mi vida han sido alrededor del toro. No hay felicidad más absoluta que una buena corrida, como resultado de tantos años de amor y cuidado.

Debido al interés que despertaron estas charlas con mujeres del toro, se tomó la decisión de programa una más que tendrá lugar el próximo miércoles 31 de marzo a las 19:00 horas del centro de México, a través de la aplicación "Soy Taurino".

El tema a tratar será "Postpandemia: ¿Cómo va a regresar la tauromaquia?". Participarán Ale Dalle-Mese "La Varsoviana", en la conducción; Angélica García, aficionada taurina de Chihuahua; Guadalupe Loera, administradora de la página "Solo para Taurinos", y Marbella Romero, matadora de toros.