El empresario y ganadero venezolano Hugo Domingo Molina falleció la madrugada del pasado sábado 2 de enero a los 81 años de edad, luego de un largo periodo de dar batalla a una enfermedad degenerativa que padeció durante los últimos años de su vida, la cual se complicó tras presentar un cuadro de coronavirus que finalmente ocasionó su deceso.

Entre sus logros taurinos destacó por ser uno de los fundadores de la Feria de San Sebastián, en Venezuela, además de precursor de la plaza de toros de Táchira, Mérida, Maracaibo, Valencia, Caracas, entre otras. Su afición taurina la alternó con su pasión al ciclismo, disciplina que promovió durante varias décadas.

Como ganadero fungió como propietario de las ganaderías de Rancho Grande, El Prado y La Consolación, divisas que se posicionaron como preferidas por las figuras del torero de varias nacionalidades, amén de la preferencia y afecto que le profesaban los diestros locales tanto en corridas como en tientas.

Su figura se recordará entonces como pieza primordial para el toreo venezolano de los últimos 50 años, así como su reconocida pericia para la configuración de carteles que incluía el aparato comercial que le dejó positivos dividendos hacia profesionales e integrantes del medio taurino de su país.