Hoy se celebra el 50 aniversario de la confirmación de alternativa del matador de toros Ernesto San Román "El Queretano", en la plaza de Las Ventas de Madrid y para festejarlo, el veterano torero lidiará una becerra en su cortijo por el simple gusto de volver a sentir el nervio en la boca del estómago que da a los toreros cada vez que torean.
Nacido en Querétaro, el 18 de febrero de 1946, El Queretano, cuyo apodo en los carteles se lo debe al que fue su primer apoderado Carlos Valles, fue un torero con grandes cualidades y una enorme pasión y entrega por hacer las cosas justas para sus compañeros.
Ha sido también empresario y muchas de las actuaciones de quienes fueron sus compañeros en la década de los setentas y ochentas, algunos ya fallecidos, se debieron a su espíritu de colaboración y hermandad en el medio.
De aquella tarde del 30 de agosto de 1970, El Queretano la describe de esta manera:
"La recuerdo con toda la emoción que es presentarte en Madrid. Ya han pasado muchos años y se borran muchas historias de tu carrera en tu mente, pero fue una experiencia de las más bonitas que puede tener un torero, presentarte en esa plaza tan bonita, de tanto abolengo y en la que todos los toreros deseamos partir plaza”.
El cartel de la confirmación estuvo integrado por el rejoneador Curro Bedoya, y a pie su padrino Juan Antonio Alcoba "El Macareno" y Santiago Martín "Chanito" de testigo, ante un encierro de Juan Guardiola Soto.
"Llegué poco placeado. Me salió un toro extraordinario que pude haberlo cuajado, pero desgraciadamente no tuve la capacidad por ir tan poco placeado, pero la lucha se hizo, se cumplió bien. A ese toro le pude haber cortado una oreja, pero lo pinché varias veces”, dijo con honestidad.
Años antes, como regalo de cumpleaños, El Queretano había tomado la alternativa el 19 de febrero de 1967 en Querétaro, de manos de Joaquín Bernadó y Raúl Contreras "Finito", con el toro "Jacinto", de Cerralvo.
Su confirmación en México tuvo lugar el 28 de febrero de 1971, con Pepe Luis Vázquez y Joaquín Bernadó de nueva cuenta, con el toro "Perlito" de La Punta. El cartel lo completó el rejoneador potosino Gastón Santos.
Cuenta San Román Sandoval que, como novillero, su carrera era muy fructífera:
"Viví muchos percances y muchas cornadas, pero también derrumbaron muchas cosas, principalmente con los cambios de administración que es donde nos afectan a todos los toreros. En mi caso se me derrumbaron varias cosas cuando rompen la relación Finito y Tomás Valles (el apoderado) porque había una gran oportunidad de hacer una campaña más relevante con Martínez Chopera, puesto que ya se había platicado la carrera de ambos en España, pero así pasan las cosas, de repente cambian en cinco minutos como le está pasando a mi sobrino Diego, que se le derrumbó todo este año por la pandemia", dijo.
Relata que después de su confirmación en España, regresó a México donde llegó a sumar en promedio hasta 80 corridas al año, una cifra muy importante en aquella década, pues todos los toreros estaban en activo y queriendo torear cada vez más. Algunas de estas corridas él ya las montaba como empresario.
"Fue muy bonita mi carrera. Para mí fue una experiencia gratísima en toda mi vida y la disfruté mucho".
Sin embargo, hubo algo que sí marcó su vida, ya que siendo torero alternaba las veces de empresario, según nos cuenta:
"Al verme marginado por algunas empresas grandes, decidí convertirme en un emprendedor y monté muchas corridas y aparte, me contrataron también para torear muchas corridas. Administré varias plazas importantes y di muchos festejos donde todos los toreros colaboraban como Manolo Martínez, Eloy Cavazos, Curro Rivera, Manolo Espinosa "Armillita", Chucho Solorzano, Antonio Lomelí, Mariano Ramos y todos juntos en promedio sumábamos hasta 60 o 70 corridas, no todas conmigo, aclaro, iban a todo: si había dinero bien, si no había dinero de todos modos toreaban, el caso era estar puestos delante de la cara del toro y no dejaban de torear en el año", señaló.
Uno de estos logros importantes como empresario fue haber montado las cuatro corridas en las que Eloy Cavazos toreó en un solo día en el estado de Guanajuato.
"En la segunda a mí me pegó un toro una cornada y ya no participé con él, yo toreaba tres esa tarde en qué el impuso ese récord de cuatro en un día. Y también en ese año que él toreó 127 corridas, yo llegué a torear 87 tardes. Fue todo muy bonito porque el maestro Eloy se comportaba como ha sido siempre, un figurón del toreo, con un celo de querer torear y estar mejor que todos sus amigos que participábamos con él", recordó.
El Queretano ha sido un torero que nunca se despidió vestido de luces y todavía hace cuatro años volvió para darle la alternativa a su sobrino Juan Carlos San Román.
"En realidad no me quise despedir, sino quedarme con la ilusión de seguir siendo torero. Las despedidas, como dicen, son muy tristes".
Hoy, en su aniversario 50 de confirmación en Madrid, seguramente estará muy visitado por sus familiares, cuya genealogía taurina abarca varias generaciones.
"Esta se inicia con mi hermano mayor, Agustín, que quiso figurar en el medio. Es el papá de Óscar, que es matador de toros y abuelo de Diego, nuestro novillero más importante de México en estos momentos. También estoy yo en esa rama y mi otro hermano menor Jorge. Luego ya vienen la línea de toreros por parte de mis sobrinos, entre ellos Óscar, ya mencionado, Gerardo Peña, Jorge San Román (fallecido), Juan Carlos, Paola y Ernesto. ¡Tengo unos 80 sobrinos y todos quisieron ser toreros!, finalizó.