Espectro Taurino: Madurez y pundonor
Sábado, 17 Ene 2015
México, D.F.
Jorge Raúl Nacif | Opinión
La columna de cada sábado
Sin exagerar, consideramos que la actuación de Alfredo Ríos "El Conde" el pasado domingo en La México ha sido importante, incluso más que algunas otras que fueron premiadas con exageradas orejas para muchos toreros a lo largo de la presente Temporada Grande.
El torero tapatío demostró dos virtudes que hicieron muy interesante su exposición torera: Madurez y pundonor. Sin dejar de lado su espectacularidad característica, El Conde se notó maduro y haciendo las cosas con cabeza y serenidad, disfrutando en la medida de lo posible.
Y en el marco de esta madurez, su tauromaquia caló en los aficionados que se dieron cita en el monumental embudo de Insurgentes, pues supo entender a sus toros y aprovechar sus condiciones, siempre con trazo firme y sobradas facultades.
La Real Academia Española define al pundonor como el "estado en que la gente cree que consiste la honra, el honor o el crédito de alguien". Partiendo de esa base, la actuación de El Conde fue ciertamente honrada, profesional y poniendo la verdad por delante, buscando el triunfo.
El toro de regalo, que muchas veces es un recurso desgastado, en esta ocasión creemos que tenía justificación, ya que Alfredo estuvo por encima de su lote y la búsqueda del triunfo no era un fin en sí mismo, sino prenda de la entrega que el tapatío expuso en el ruedo.
Con esa verdad, y sin aspavientos para "vender" demagógicamente el momento, se puso en pie a pesar de las cornadas y la rotura de ligamentos. Y así, se fue por su propio pie a la enfermería, con dignidad, con pundonor... como lo que la figura de un torero representa, o debe representar.
Más allá de no haber cortado orejas, esas que hoy en día están tan devaluadas gracias a los jueces de plaza, El Conde volvió a demostrar su valía como torero y como ser humano. Sería reiterativo decir que merece más contratos, pues desde siempre los ha merecido.
Pronta recuperación para Alfredo, torero con personalidad y un concepto muy bien definido, algo que tampoco es tan común en estas épocas globalizadas y en las que, en la mayoría de los terrenos de nuestras sociedades, los tópicos se estandarizan dramáticamente.
Y por supuesto, si su recuperación lo permite, bien valdría verlo de nuevo en la presente Temporada Grande, conformado un cartel de importancia. Mientras tanto, que todo vaya muy bien en su evolución médica.
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