¿Político doscaras?
Ahora resulta que el tal Jesús Sesma Suárez ("Chuchito", para sus "cuadernos", pues es un consumado junior) el diputado del Partido Verde que anda confundiendo a la opinión pública y qu tiene dos caras –algo un poco extraño tratándose de un político, ¿no creen?– pues en varias ocasiones se le ha visto echando desmother en la Feria de Aguascalientes. Y no crean que sólo en el palenque, en el casino o en los antros, que los hay, y de todos máxima categoría, sino en ¡los toros! Así que no cabe duda de que con esta iniciativa, Chuchito, marido de la nieta del ex presidente Díaz Ordaz, busca sacar filón político de la misma manera que ha ocurrido en Cataluña, Venezuela, Bogotá o en Quito Los toros siempre serán un tema muy escabroso que da notoriedad a sus atacantes… y opacidad a sus defensores. Lamentablemente.
Un cuento de Navidad
Erase una vez, hace poco, poco tiempo, en una plaza muy, muy grande, la historia de un afamado cronista al que jamás habían dado ningún tipo de remuneración, dádiva, chayote o algo que se le parezca, por hablar bien de una determinada ganadería. Pero un domingo de toros, un ganadero joven, educado en la fe católica, y ciertamente bien intencionado, se acercó sigilosamente hasta el burladero de transmisiones y sacó de entre sus ropajes un "sobrecogedor" de color crema (de esos pa’ la raya de los obreros más humildes) y osó entregarlo a nuestro héroe. "¡Vaya ingenuidad!", pensó el incorruptible cronista, que ¡de-ninguna-manera! aceptó el ofrecimiento que le hacía el joven diciéndole que le traía su "navidá" (en metálico) tal como si se tratase de un agente de tránsito apostado en un retén alcoholímetro en esas inciertas horas de la madrugada. Se marchó aquel joven ganadero de regreso a su palco, cabizbajo y tristón por el inesperado rehazo del cronista, pero seguramente con una moraleja bien aprendida para el resto de sus días: "Nunca hagas nada malo que parezca bueno". Y colorín, colorado…
Alguacilillo "de a pie"
Desde hace algún tiempo a la fecha, me he percatado de que en la Plaza México ya nada más hace el paseíllo un alguacilillo, en lugar de dos, aunque en el callejón siempre se les mire, tras el despeje, a los dos juntitos, esperando turno para salir a dar orejas y abrazos al más puro estilo mexica. No estaría mal que en las corridas de aniversario que están en puerta, salieran los dos, uno vestido a la usanza de la época de Felipe II, y el otro de charro –¡sí señor! – pa’ darle más "catego" al coso. Y hasta algún aficionado rumboso podría prestar un caballo de lujo. Pero por favor, que no se les vaya a ocurrir prestarle al alguacilillo "de a pie" uno de esos pencos de utilería en los que hacen el paseíllo algunos de los picadores; cuacos del siglo XIX que van sin "sueter" porque lo más probable es que sus menguadas fuerzas no aguanten ni una última empetada.
¡No hubo grilla, caray!
La reciente asamblea de ganaderos celebrada en Aguascalientes estuvo "súper cool, mami" (como dicen las niñas fresas), pues cuando parecía que un par de ganaderos iban a pelear la silla presidencial, al final de la jornada todos estuvieron de acuerdo en que "Manandos", como llaman cariñosamente sus amigos más íntimos a Manuel Sescosse (por aquella curiosa conjunción de sus dos nombres: Manuel y Fernando), se quedara con el cargo. Y claro, la pregunta casi ofendía, pues cuentan que se formuló de la siguiente manera, así tan abiertamente: "Hay alguien que se oponga a la postulación de Manuel Sescosse como presidente? Desde luego que nadie fue tan brutote como para levantar la mano y decir "¡Yo no estoy a de acuerdo, señores!" Al final fue una buena decisión que favorece la unidad del gremio, no sólo porque Sescosse es un hombre serio, honesto y cabal, sino porque el comité directivo quedó conformado por miembros de grupos antagónicos que en la asamblea de enero de 2011 en Guadalajara tuvieron sus rifirafes.
Siete años de aquella cornada
La señora Julieta Gil Elorduy, sobreviviente de aquel intempestivo salto del toro "Pajarito", de Cuatro Caminos, al tendido de la Plaza México, festejó siete años (que serán de buen suerte, ya lo verá) de haber vuelto a la vida, porque ella sintió en carne propia el pitón del toro cuando le produjo esa cornada que sufrió en el vientre, y de la que fue atendida por las manos milagrosas del doctor Vázquez Bayod. Y lo hizo con una comida familiar, rodeada de sus hermanos y amigos más cercanos, quienes se desvelaron hablando de toros y contando anécdotas muy sabrosas. A varios años de distancia de este singular suceso, todavía recordamos las caras de asombro de todo mundo ahí por donde pasó el mentadísimo "Pajarito", en esos angustiosos segundos en los que recorrió 27 asientos de barrera. Y más sorpresa aún causo ver la fantástica habilidad de esos aficionados que salvaron sus cervezas y nunca soltaron el vaso, para no derramar tan preciado líquido, o el puro que degustaban en esa ocasión en la que el brinco de "Pajarito" restó notoriedad al rabo que Pablo Hermoso le tumbó a "Santorini", de Montecristo. Así las cosas, pues.
Sin cobertura
Y ya que hablamos del centauro navarro, me chismeó un colega que trabaja en la radio, que en el ranchito donde vive Pablo Hermoso no hay cobertura, y así resulta difícil localizarlo para hacerle alguna entrevista. Pero que este problema de conectividad no sólo se trata de un impedimento tecnológico, sino también humano, pues su mentor, Jorge Canales, no suele ser demasiado amable con la prensa y como que eso de andar molestando a su torero no le parece demasiado apropiado. Quizá ya Pablo no necesite ningún tipo de promoción en México, nos queda claro, pero no estaría de más que encomendara la labor de atención a medios a alguien con un poquito más de amabilidad, pues no hay que olvidar que los periodistas no somos sino un mero enlace entre los protagonistas y los aficionados, a los que ellos se deben, precisamente.