Dicen en los mentideros taurinos...
Sábado, 29 Sep 2012
México, D.F.
Manola Cobas | Especial
Rumores, chismes y un poco de humor con tono taurino
¿El AVE llega a "Aguas"?
La noticia bomba de la semana fue el anuncio del histórico apoderamiento de Morante de la Puebla por Espectáculos Taurinos de México, así como la sorpresiva despedida de Antonio Barrera, su amigo del alma (hermanos de profesión y de juergas toreras, como debe de ser, sí señor), que ahora será su "hombre de confianza". El acertijo mediático terminó resolviéndose cuando la empresa mexicana envió un boletín de prensa para zanjar los rumores venidos del otro lado del Altántico. Al margen de esta interesante apuesta administrativa, el chismorreo en los mentideros permanece desatado y especulando si habrá cambios, sustituciones o enroques en el ajedrez taurino de ETM (empresa taurina que, por cierto, desde años ya no se denomina DEMSA; ojo periodistas hispanos).
Ponce, de aquí para allá
Nunca antes en 20 años, desde que pisó por primera vez tierras aztecas, el maestro Enrique Ponce había estado tan activo... fuera de los ruedos, por supuesto. Y es que ahora se ha dejado ver en varias conferencias de prensa, en una faceta que no le conocíamos. De Zacatecas a Querétaro, y de ahí a México (y hoy estára en Pachuca, ante la prensa local). El caso es que el valenciano ha atendido a los medios con su elegante amabilidad, poniendo así la muestra a otros toreros que no pelan a nadie (no me refiero a ese monstruo del toreo -y del silencio- llamado José Tomás) ¿O será que sabe lo importante que es dejarse ver para promover sus corridas? Como quiera que sea, esta forma de conducirse viene a ser un buen ejemplo para muchos de sus compañeros que, hoy día, no se dignan a colaborar en la difusión de la Fiesta, ni siquiera cuando los empresarios, que les pagan, ¡y muy bien!, los invitan a participar en eventos de promoción.
¡Benditos patrocinadores!
Ya que saco a cuento las "charreadas" de prensa, tan de moda en estos días, aprovecho para hacer un comentario sobre la agradable actitud del empresario Rafael Herrerías el jueves pasado en su aparición pública anual en la presentación de la Temporada Grande de la sesentona monumental. Se le notaba tranquilo, simpático y de buenas (algo que es noticia, por supuesto) y aunque él mismo bien dijo ahí que agradecía el patrocinio de Chivas Regal ("que aunque no me da dinero sí me pone muy feliz", apuntó con gracia), lo cierto es que no bebió ni una gota del preciado líquido color ambar durante toda la tarde, ni siquiera cuando alguien llegó a brindar y lo incitó: "Mi doctor, hay que jalarle la rienda al bayo" (por aquello de que el güisqui tiene esa hermosa tonalidad de aquel valiente caballo "Mariachi", de Pablo Hermoso). De esta conducta tan amigable por parte de Rafael, un guasón dijo por ahí: "¡A mí se me hace que también Dalay es patrocinador de La México!".
Tres convidados de piedra
A propósito de esta concurrida comelitona, que tuvo lugar en el jacalón que está frente a La México, en la que hasta El Greñas y El Chato andaban de colados mirando el "chou" de caballos y flamenquito, de la guapa Alexa Castillo, observé a tres matadores que debieron quedarse tristones, pues sus nombres no aparecen en los doce primeros carteles de la campaña capitalina. Me refiero a Xavier Ocampo, Víctor Mora y El Chihuahua (los dos últimos el año anterior cortaron sendas orejas en dicho escenario, mientras que el primero seguirá rezando al lado de don Onésimo para que lo pongan). Seguramente, tanto Mora como El Chihuahua van a torear en las corridas de enero o febrero, pues de otra manera sería muy cruel haberlos invitado, digo yo, para luego dejarlos como novias de pueblo. A eso se le llama picar piedra. Y con esta empresa nunca hay que quejarse, y mucho menos desfallecer en el intento, pues ya sabemos que siempre pone a prueba la virtud de la paciencia. ¿O miento? Si es así, entonces que vengan a callarme la bocota los matadores Pizarro, Garibay, Téllez y Macías, "esos perdonados", (como les dijo el doctor Herrerías).
"Sabiosmonos"... ni de panzazo
A los monosabios -más bien parecen "sabiosmonos"- de la Monumental de Zacatecas les urge un cursito de ortografía, pues en la recién concluida feria celebrada en la plaza de cantera rosa, dejaron en claro que andan fatal en esta materia. Desde luego que nadie es perfecto, y hasta aquí mismo resbalamos con dedazos y alguna que otra de ortografía (¿verdad Sergio Hidalgo o Ángel Sáinos?), pero de eso a que en casi todas las corridas hayan "metido las cuatro" es algo que brinca. Para muestra, varios botones: Un toro de nombre "Importante" se lidió como "Inportante"; otro que debía llamarse "Guadalquivir" se llamó "Guadalavivir"; otro más que debía anunciarse "Prócer", salió como "Pro Ser"-menuda incongruencia- y uno más que había sido bautizado con el nombre de "Jeremías", saltó a la arena bajo el cartelillo de "Geremías". Ya ni porque se trataba de un "toro bíblico". ¡Señor, ilumínalos!
El Coyo pincha en lo duro
En otro chismecillo simpático de la Feria de Zacatecas, puedo contarles, sin temor a ruborizarme, que tras el brindis hecho por el matador Fabián Barba al empresario Juan Enríquez (le dedicó la muerte de un buen toro de La Paz al que cuajó una gran faena), su apoderado, Arturo Díaz "El Coyo", se acercó solítico a reiterar el homenaje de viva voz y le dijo al brindado que a su matador le vendría bien un dinero extra en sus honorarios para comprar un vestido ("pues ya ve, empresa, el que trae puesto mi torero", un azul rey muy palmado). Juan Enríquez le dijo que claro que sí ("ya le debo regalo de dos brindis", comentó). Ante estas palabras, la amplia sonrisa del apoderado no se hizo esperar. Sin embarago, cuando El Coyo pasó a la oficina a cobrar el sueldo del matador y ¡pinchó en lo duro!, ya que la "ayuda" para hacerse un nuevo vestido no alcanzaba ¡ni siquiera para comprar una hombrera! ¿Picardía taurina o tacañez norteña, la de don Juan? Quizá, y como bien decía Cantinflas: "ambas dos".
Pa' torear y pa'casarse...
El que no cabe de gusto, o más bien regusto, porque procede de una dinastía con mucho arte, es el Curro Calesero, que mañana torea el Festival del Gobernador en Zacatecas. Y aunque el mítico Gardel canta que "veinte años no son nada", el hijo del maestro Calesero se encuentra en forma y con la ilusión a tope de retomar su carrera taurina (vestido de corto, claro está), ahora que ya tiene 30 tacos de alternativa, pues se doctoró en San Miguel de Allende en marzo de 1983. Tal vez el trasfondo de tan maravilloso e ilusionado "retorno a los ruedos", se deba al llamado de cupido, que terminó de flecharlo en un crucero (marítimo, desde lugo), cuando recorría las islas del archipiélago griego durante el verano pasado. Vamos a ver si mañana destapa el tarro de las esencias y le dedica un brindis bonito a su amada. Acuérdese, mi Curro, que "pa'torear y pa'casarse... ¡hay que arrimarse!".
Despedida... en familia
El sábado pasado, y en "petit comité", como dicen las señoronas de sociedad, el matador Luis Ricardo Medina, mejor conocido como "Pasión Gitana", puso fin a su polémica carrera taurina. Y lo hizo en la coqueta plaza "La Florecita", escenario de su alternativa "exprés", aquella que, según dicen en los mentideros taurinos, le autorizaron, sin demasiados méritos, los jerarcas de la Asociación de Matadores de finales de los noventas. Pues ahora, en corrida privada -con boletos regalados, como aquel mediodía de su doctorado- este entusiasta torero-promotor, que montó muchas corridas y generó muchos puestos de trabajo, se despidió casi en familia. Y me vino a la memoria una frase cumbre del genial Carlos León, que leí en mi juventud: "¡Cómo es posible que en el ruedo echen ratones, cuando en el tendido hay cuatro gatos!".
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