Morante… ¿en “Calaveras”?
En Aguascalientes corre el rumor de que en vez de una, se celebrarán dos corridas con motivo del Festival de Calaveras con el que cada año se homenajea al fenomenal grabador José Guadalupe Posada en los últimos días del mes de octubre. Ya había dicho el empresario Ricardo Sánchez recientemente que sólo habría un festejo (el sábado 27 de octubre; cartel: Castella, Juan Pablo y Saldívar, con Teófilo Gómez), pero ahora parece ser que el patrón “sugirió” que hay que dar otra corrida más para poner a la flamante "fichaje" de ETM: el genial Morante de la Puebla. Si es así, los aficionados hidrocálidos –y seguramente de muchas otras regiones del país– ya se estarán frotando las manos para peregrinar detrás del sevillano, que también viene a las temporadas de Guadalajara y La México. Ojalá que se confirme la especie.
Bernaldo, entre bernaldos
El matador Javier Bernaldo se está preparando para reaparecer en público, en el marco del atractivo festival benéfico que tendrá lugar el viernes 26 de octubre en el cortijo "Campo Alegre" de León. Y dicen que se quiso dar el gusto para conmemorar los 30 años de su alternativa, misma que recibió en la plaza "La Luz" en la feria de enero de 1983. Te copiaron el año y la idea, mi Curro Calesero, ni modo chato. La gran diferencia estriba en que Javier lidiará un novillo de su ganadería. Ojalá que al guapo matador queretano no le pase aquello que le ocurrió al maestro Curro Rivera en su encerrona de Texcoco, hace ya un titipuchal de años, cuando toreaba una corrida enterita de su ganadería. Me contaron que los toros estaban saliendo muy chungos y entonces, el ocurrente –y picarón– Hilario Pérez "El Pato", famoso miembro de la Porra Libre, le gritó con fuerza al maestro al finalizar la lidia del quinto de la tarde: "¡Curro, miéntale la madre al ganadero!" Se la bañó, no cabe duda.
Un callejón… ¡sin salida!
No cabe duda de que para muchos gorrones entrar sin pagar al callejón de una plaza de toros debe de ser algo así como un triunfo del que se puede presumir con los amigotes. Y siendo este espectáculo –el de los toros– tan caro de montar, nunca deja de haber listillos que andan a las vivas afuera de las plazas mendigando un pase para colarse sin pagar. Una prueba de ello fue la corrida del domingo anterior en Pachuca, donde hubo una gran entrada en los tendidos, cercana al lleno, mientras que en el callejón no cabía un alfiler. Y eso representa un gran peligro… ¿qué hubiera pasado si un toro brinca las tablas? Aquello se hubiera convertido en un bolerama. Ojalá que las autoridades municipales, en combinación con la empresa, hagan algo al respecto, pues no hay que olvidar que el callejón es una localidad destinada –en teoría, claro está– sólo al personal que va a desempeñar un trabajo específico dentro de la corrida. Por cierto, Juan Pablo Sánchez le brindó un toro al ocurrente y querido Gonzalo Martínez. ¿Alguien alguna vez lo ha visto en un tendido o comprando un boleto? Si la foto existe, mándenmela, por favor, porque, como decía el referencial Juncal: "Ésta se va al museo de Córdoba".
El enemigo está en casa
En asuntos de otro festejo celebrado el domingo anterior, pero en la Monumental de Morelia, puedo contarles que el juez de plaza renunció al negarse a presidir un festejo en el que se jugaron reses sin trapío alguno (dicen que uno de los "toros" llegó a la plaza con 382 kilos sobre sus flacos lomos). Y visto que la empresa dijo "la corrida se va a dar con o sin la autorización del juez de plaza" (o sea, "por mis cojones", aunque yo no tenga, qué caray), el hombre tomó la sabia decisión de renunciar para no prestarse a este chungo fraude. Bueno, aquí parece ser que algunas personas se niegan a comprenden que la ética profesional es fundamental para preservar la Fiesta. Con "taurinos" así, digo yo, ¿para qué queremos antitaurinos? Bien dicen por ahí que, muchas veces, el enemigo está en casa.
¿Quiénes ocuparán el biombo capitalino?
Y ya que hablamos de jueces de plaza, aún no se sabe con certeza quiénes serán los "privilegiados" para ocupar el biombo de la autoridad en la Plaza México durante la próxima Temporada Grande (no hay que olvidar que habrá cambio de Delegado y Jefe de Gobierno), una labor muy complicada en la que difícilmente se le da gusto a todos. Bueno, salvo cuando comienza aquello del "¡Uno, dos, tres… que ch… a su ma… el juez"; o ese otro jocoso grito que una vez escuché por ahí, que podría ponerse de moda en el gran escenario (espero que no sea este año): "One, two, three, four… y también el asesor!" Dicen que el único formalito, que entrega los reportes al día siguiente de cada festejo, es Gilberto Ruiz Torres. Ciertamente, el más enterado y mejor aficionado es Roberto Andrade, pero el abogado de empresa es "figura" de los jueces de plaza y sólo va a los toros cuando le late un buen cartel. Ahora podría escoger su rol, ya que los doce primeros carteles están a la vista de todos. ¡Anímese, don "Rober"! Buena falta que nos hace.
El abrazo, de un plumazo
En más chismes sabrosos del fin de semana anterior, no se puede quedar en el tintero la “reaparición” del veterano novillero Javier Rangel en la plaza de San Miguel Vindhó, Hidalgo, cuna de dos toreros serios y profesionales como han sido los matadores Manolo y Jaime Rangel. Pues resulta que este sobrino de ambos, novillero en sus mocedades, que hoy día retoma su carrera, pretende prepararse para aspirar, muy pronto, a recibir la alternativa. Lo malo fue que en esta corrida mixta lidió dos becerros ínfimo trapío (por no decir otra cosa) que no le servirán demasiado para tal propósito. A menos que se apunte en la fantasmal Unión de Toreros Mexicanos y ahí le autoricen "el abrazo"… de un plumazo. (No de ideas, Manola, ¡me cachis!).
Forcados protegidos
Hablando de agrupaciones taurinas, los forcados están felices. Y no es para menos, pues en la Asamblea General Ordinaria de la Asociación Nacional de Matadores, Rejoneadores y Similares, celebrada el martes pasado en Aguascalientes, por fin habrá quien esté encuadrado en este último –y ambiguo término– de "similares", que sonaba muy rimbombante pero que no servía pa' ná. Se trata, precisamente, de los Forcados Mazatlecos, Forcados Mexicanos, Forcados Queretanos, Forcados Hidalguenses, Forcados Potosinos y Forcados Teziutecos. ¿Y los demás grupos? (léase Juriquilla, Aguascalientes, Tlaquepaque, Amadores de Hidalgo, Amadores de Teziutlán y muchos otros amadores y amadoras, porque también hay un par de grupos de gachís) tendrán que profesionalizarse y demostrar que pueden competir con los "grandes" que, a partir de ahora, ya estarán cubiertos bajo la póliza de gastos médicos mayores de la agrupación, pagando una cuota anual por grupo. Excelente idea, la verdad.