Diego Ventura salió victorioso de su encerrona en Huelva, con un balance total de tres orejas tras solventar una tarde que se puso muy cuesta arriba cuando en el primer toro, el rejoneador cayó del caballo y recibió un fuerte golpe en el hombro izquierdo que le dejó mermado para el resto de la corrida.

Además en la caída, el caballo "Galán", una de las estrellas de su cuadra, resultó herido. Tras el breve paso por la enfermería, Ventura regresó al ruedo para remontado la tarde y con ese toro que abrió plaza, de la ganadería de José Luis Pereda, marcó el rumbo de su actuación ya que estuvo muy decidido.

Después de la dramática caída montando a "Galán" en banderillas, Diego cambió a "Wellington" y puso tres banderillas al quiebro que levantaron la faena ante un toro parado y muy reservón. Completó el tercio de banderillas con "Califa" clavando tres cortas, haciéndolo todo él. Mató de dos pinchazos y un metisaca y se retiró en silencio.

Debido al fuerte golpe sufrido por Ventura, el orden de la lidia se alteró  y en segundo lugar salió el toro de Bohórquez, que en un principio estaba colocado en tercer lugar. Lo paró con "Demonio" muy bien, templando, clavando un rejón de castigo y adornándose con pasadas con la bandera.

En banderillas templó con "Nazarí" en ajustadas galopadas de costado y colocó dos banderillas con mucha verdad. Apostó seguidamente por la yegua "Milagro" y dio un quiebro increíble con la grupa en las tablas y el toro encima. El segundo fue otro quiebro bueno. Terminó de nuevo montando a "Califa" clavando tres cortas al violín muy ligadas. Un buen par a dos manos cerró su excelente faena. Pinchó de nuevo, perdiendo los trofeos que tenía ganados.

Al tercero, de Partido de Resina, lo paró con "Girasol" y le colocó dos rejones de castigo y lo toreó muy bien con la bandera. En el tercio de banderillas, con un toro parado y poco colaborador, comenzó con "Cheke" con dos quiebros enormes. A continuación, sacó a "Oro", que reaparecía después de una larga lesión. Con este caballo puso dos grandes palos citando al toro galopando a tres manos. Y terminó la lida sobre los lomos de "Califa", poniendo dos cortas con un toro completamente parado. Mató de tres pinchazos y rejón.

El cuarto toro fue de Miura, un ejemplar que superó los 600 kilos y que salió con muchos pies. Diego lo templó muy bien con "Buena Vibra" de salida y puso dos rejones de castigo. En banderillas sacó a "Nazarí" y templó muy bien de costado la embestida del de Miura, que se dejó mucho y le permitió hacer el toreo grande. A continuación sacó a "Ordóñez" y colocó dos palos batiendo muy bien la suerte, aunque el toro estaba ya bastante orientado.

La pena fue que otra vez falló con el acero montando a "Califa" y perdió lo que serían dos orejas seguras después de una faena importante que había llevado la emoción al tendido.

Al quinto lo paró con la garrocha montando a la yegua "Regalito", con la que sorteó bien los arreones del toro de Benítez Cubero. En banderillas compartió el tercio con Andrés Romero y Francisco Palha, que estuvieron a un excelente nivel. Diego cerró el tercio con un palo al violín de bonita factura. Añadió dos cortas y se adornó con el sombrero. Esta vez por fin mató de rejonazo certero y cayeron las dos orejas.

Ventura apostó fuerte en el sexto, esperando a portagayola al toro de Juan Pedro Domecq con "Chocolate", que estuvo muy bien en los rejones de castigo. En banderillas sacó a "Pegaso" y batió con una pureza increíble en un primer palo mientras le cantaban desde el tendido. La segunda banderilla citó de punta a punta de la plaza y clavó con mucha verdad. También en la tercera, con gran ajuste.

Se atrevió incluso a echar pie a tierra en este toro, recetando una primera serie de derechazos con mucho gusto. Después el toro se puso muy complicado y Diego entró a matar espada en mano, recetando una magníficia estocada. El presidente concedió sólo una oreja de las dos que pedía el público.

Ventura no pudo salir a hombros, muy molesto con el golpe recibido en su primer toro, pero sí sonaron para él las palmas a compás de esta tierra onubense. El público recompensaba de esta forma el enorme esfuerzo realizado por el torero.