El michoacano Antonio Mendoza fue el triunfador del primer festival de bencerristas en el "Nuevo Progreso" de Guadalajara, pues cortó dos orejas a un estupendo eral de Xajay que, a la postre, recibió el homenaje del arrastre lento.
Al inicio del festejo, se dejo venir fuerte aguacero, lo que no impidió que Mario Bueno, de la Academia Municipal Taurina de Guadalajara, mostrará su calidad torera, con el don del temple, ante un eral débil de la ganadería de La Soledad, consintiéndolo desde el capote, supo sacar el fondo bueno de su enemigo, para trazar el toreo con largueza y hondura, especialmente por naturales. Se fue tras del acero con determinación y se le ovacionó en la vuelta al ruedo tras cortar una oreja.
Para Alejandro Adame fue el segundo eral de la ganadería de Chinampas, al que toreo con verónicas de gran expresión artística, así como un quite por chicuelinas de manos bajas; el alumno de la Escuela Triana de Aguascalientes le brindó su faena al matador Manolo Arruza. El eral se acostaba por ambos lados pero lo aguantó y subió de tono la faena por ambos lados, logrando pases de mucho mérito coronándolos con la espada para pasear una merecida oreja.
El tercero de la tarde, de la ganadería de Chinampas, tuvo debilidad pero cierto recorrido, lo que le permitió al alumno Héctor Gutiérrez, de la Escuela Taurina ETMSA dejar ver su clara inteligencia y buena colocación dentro del ruedo, para citar en la distancia correcta, haciendo el toreo con sentimiento y largueza, con mucho sabor por ambos lados, lástima que falló con el acero al pinchar en varias ocasiones; recibió una gran ovación en los medios por parte del respetable.
Con el cuarto de la tarde “El Galo” André Lagravere, de la Escuela de la Asociación Nacional de Matadores, atrapó al público de manera emocionante al cubrir el tercio de banderillas con mucha torería, asomándose al balcón y galleando, delante de la cara de su enemigo por lo que recibió sonora ovación.
Recibió al eral con chicuelinas andantes de buena factura; el ejemplar de Xajay tuvo alegría y son en la embestida, bien picado por David Vázquez, para que Lagravere le realizara un quite por chicuelinas con gracia.
Su labor de muleta dio inicio con un cambiado por la espalda en el centro del ruedo, luego toreó, tanto por el lado derecho como por el izquierdo con calidad pero sin sostener el ritmo de la faena, creemos que le falto un poquito de mesura y tranquilidad para mantener la ligazón; termino con toreo por alto, se fue tras del acero, pinchazo y estocada, para recibir una oreja y la ovación.
Gallardía, seguridad, valor y clase es lo mostrado por el michoacano Antonio Mendoza, de la Escuela Taurina de Morelia, ante un gran eral de Xajay, con temple y calidad al embestir. El de Morelia llena la escenografía de la plaza, vende bien las cosas dentro del gusto clásico del toreo, aunado al trazo largo y templado de su muleta.
Desde que se abrió de capa con las verónicas, dejo huella de afinado gusto y gran temple, con la muleta se regodeo en naturales y derechazos asentadas las botas camperas y rompiéndose el tronco para dimensionar cada pase, una media y estocada que le valió el corte de dos orejas entre la aclamación de los asistentes. Por su gran actuación repite el próximo domingo.
Gerardo Solís, de la Academia de Cultura Taurina de Torreón, cerró el festejo ante el eral más grande en peso y trapío, de la ganadería de Rancho Seco; se vio con valor y determinación, el eral tenia cierto genio, por lo que el mérito del torero fue aguantarlo y mostrarle el camino, hasta lograr un par de series con la muleta que aplaudieron fuerte, premiándolo el público con una oreja.