El hidrocálido Gerardo Adame cortó la única oreja de la corrida de feria en Lagos de Moreno, Jalisco, mientras que sus alternantes, Arturo Macías y Fermín Rivera, brindaron también una buena actuación y salieron al tercio tras petición de apéndice.
Como lo hiciera la semana pasada en Jesús María, Gerardo Adame ha salido al Lienzo Charro "Santa María" con una actitud encomiable. Ante su primer enemigo, el de Aguascalientes proyectó un interesante toreo con el capote; ya con la franela en la mano el joven diestro estructuró una faena en la que las series por ambos pitones fueron de mucha valía, sobre todo cuando pudo ahormar una embestida que no permitía el lucimiento.
En un momento de la faena los espectadores pudieron apreciar el toreo de mano baja que tanto caracteriza al hidrocálido. Como colofón de su faena sepultó el acero hasta la empuñadura, cortando con ello una meritoria oreja.
Con el que cerró plaza, Adame nuevamente mostró ese potencial que en últimas fechas le ha redituado en importantes triunfos, no cabe duda que con esa actitud tan propositiva pronto lo veremos confirmar en México. Ante un astado de embestidas descompuestas, el carismático diestro sacó recursos para modificar las condiciones del toro y con ello alcanzar algunos pasajes de sumo interés; con medio espadazo el burel tardó en doblar, por lo que el de Aguascalientes solo escuchó una ovación.
Arturo Macías regresó a Lagos con ganar de no romper su racha de triunfos; lamentablemente el que abrió plaza presentó infinidad de complicaciones entre las que destacan una embestida incierta y un marcado sentido de buscar las pantorrillas del torero. No obstante a lo anterior, Macías intentó agradar a un público que por momentos no aquilató el esfuerzo. Lamentablemente a la hora de matar no fue certero y escuchó, además de las palmas un aviso de la autoridad.
Con el cuarto de la tarde El Cejas estructuró una vibrante faena, no sin antes lucir con el percal, muy a su estilo se metió entre los pitones para valientemente arrancar muletazos de mucha exposición. Poco a poco fue dimensionando una faena de variados matices y con ello proyectó fuertemente hacía los tendidos.
Con la faena hacha el popular diestro se tiró a matar por derecho, lamentablemente se le fue la mano; sin embargo, en un nuevo viaje sepultó el acero y con ello surgió una fuerte petición de oreja, pero de manera inexplicable el juez de plaza no accedió a la concesión; Arturo fue llamado a la vuelta pero decidió sólo saludar una ovación.
Fermín Rivera hizo su presentación como matador en Lagos y pechó con un mal lote. Su primer enemigo fue un astado que mostró un peligro muy engañoso, por ello el potosino echó mano de su experiencia sacando literalmente agua de una piedra, mostrando con ello que es un torero que sabe solucionar los problemas de un toro incierto.
Eran tantos los gatos del segundo de la tarde que, a la hora del embroque, el astado se defendió e hizo hilo, provocando con ello un fuerte achuchón, mostrando vergüenza torera y sin mirarse la ropa se levantó para matar a su enemigo. Por su actuación recibió palmas.
Perteneciente a la dehesa de Santa Bárbara, el quinto de la tarde tuvo un comportamiento irregular; no obstante, Rivera descifró el crucigrama, mostrando con ello un empaque propio sometiendo a su enemigo; lástima que, cuando esto sucedía, el toro se rajaba, desluciendo con ello el trasteo. Al fallar con el acero escucho palmas.
Lagos de Moreno, Jalisco.- Corrida de feria. Media entrada. Cinco toros de Santa fe del Campo, disparejos en presentación y de mal juego, y uno de Santa Bárbara, de buena presentación y con complicaciones. Pesos: 490, 448, 500, 488, 510 y 485 kilos. Arturo Macías (uva y oro): Palmas y ovación tras petición. Fermín Rivera (sangre de toro y oro): Palmas en su lote. Gerardo Adame (perla y plata): Oreja y palmas.