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A sangre y fuego, Joselito logra el triunfo (video)

Domingo, 27 Nov 2011    México, D.F.    Jorge Raúl Nacif | Foto: Sergio Hidalgo           
Sufrió una cornada en el tórax y cortó una oreja
Joselito Adame cortó una oreja con mucha fuerza esta tarde en la Plaza México, un trofeo ganado a sangre y fuego pues lo obtuvo tras una faena en la que el toro de La Punta lo empitonó de forma dramática, propinándole una cornada en el tórax de la que fue operado en la enfermería de la plaza.

Y así, con un frío que calaba hasta los huesos en el coso de Insurgentes, el hidrocálido cubrió con lucimiento el segundo tercio ante el tercero de la tarde y se plantó en el centro del ruedo para iniciar su faena con un péndulo. Queriendo repetir la suerte, se quedó quieto pero el viento lo descubrió y el ejemplar se lo echó a los lomos, levantándolo por el pecho de una manera espeluznante.

Sin mirarse la ropa y sin hacer ningun tipo de aspaviento, se levantó para continuar su faena. Debido a la entereza de Joselito, prácticamente nadie en la plaza se percató de la cornada, sobre todo cuando se dio a correr la mano con la derecha en tandas logradas con una gran reciedumbre y rematando de forma elegante, cambiándose la muleta de mano ante los vítores de un público que le reconoció con fuerza.

Aunque el toro no tenía un buen pitón izquierdo, el torero lo intentó con profesionalismo y dibujó detalles con clase y empaque, para rematar el trasteo con estoicas manoletinas. Con una gran decisión se fue tras la espada y dejó un estoconazo hasta la empuñadura que terminó con la vida del astado, paseando una oreja ganada a ley, a sangre y fuego.

Complicada resultó la tarde para el rejoneador Diego Ventura, que sin embargo dejó patente su gran calidad en el toreo a caballo. El primero de su lote, un ejemplar de Rancho Seco, fue manejable y tuvo nobleza, pero le faltaba un puntito de transmisión.

A lomos de "Revuelo", Ventura cuajó bellos momentos al cabalgar de costado y ejecutar algunas piruetas exponiendo de verdad, poniendo la sal y la pimienta a una actuación que, de no fallar con el rejón de muerte, le hubiera redituado en una oreja, pese a que el público estuvo un tanto frío.

Su segundo, también de Rancho Seco, fue un manso perdido que se aquerenció cerca de tablas e, incluso, saltó un par de veces al callejón. Al ver que los esfuerzos eran inútiles, Diego prefirió abreviar, aunque el público no lo comprendió del todo y le despidió con pitos, pues la afición deseaba verlo triunfar.

Consciente del compromiso, decidió regalar un ejemplar, éste de la ganadería de Julio Delgado. De salida el toro fue protestado por algun sector del público que consideraba carecía de trapío, pero Diego cambió las lanzas por cañas cuando, montando a "Nazarí", templó magníficamente las embestidas, toreando de costado con los pitones del toro a milímetros del pecho de este caballo tan torero y tan artista.

Luego, con la yegua "Milagro", colocó banderillas de manera acertada, citando de manera elegante en cada una de las suertes. El remate a su labor vino sobre "Califa" al colocar las banderillas cortas, una de ellas al violín, para luego ir por el rejón de muerte y perder la oreja por pinchar.

José Luis Angelino tuvo una día para olvidar en todos los sentidos. Su primero mostró calidad pero se quedó parado muy pronto, por lo que la faena jamás logró tener la consistencia deseada y todo terminó por perderse. Su segundo tuvo complicaciones, pero él jamás logró confiarse en una labor que careció de estructura. Muy pesado se puso con la espada y el descabello, hasta escuchar los tres avisos en medio de la bronca y una lluvia de cojines.

Después de este sinsabor, debió todavía enfrentar al sexto de la tarde, que correspondía a Joselito Adame. Buscando revertir la situación y los pitos del público, recibió al toro con largas cambiadas de rodillas en el centro del ruedo, puso banderillas e hizo el esfuerzo con la muleta, pero las cosas no rodaron bien. El castaño tenía nobleza y, aunque sin gran clase, acudía bien a los engaños, pero Angelino nunca se acopló y tan sólo quedaron algunos buenos trazos.

Ficha
Plaza México. Cuarta corrida de la Temporada Grande. Unas 20 mil pesonas en tarde muy fría, con algunas ráfagas de viento y lluvia intermitente. Dos toros de Rancho Seco, para rejones, uno manejable y otro manso; cuatro de La Punta, bien presentados y de juego variado; uno de Julio Delgado, de regalo para rejones, bueno. Pesos: 492, 495, 498, 470, 490, 515 y 495. El rejoneador Diego Ventura: Palmas, pitos y ovación en el de regalo.José Luis Angelino (verde manzana y oro): Palmas, bronca tras tres avisos y pitos tras aviso en el que mató por Adame. Joselito Adame (blanco y azabache): Oreja en el único que mató.

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