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¡Lolo-gró!

Sábado, 18 Mar 2023    CDMX    Juan Antonio de Labra | Foto: JAL           
Lolo Gutiérrez vino en una sustitución y se sobrepuso a la adversidad
El quinto novillo le dio una pavorosa voltereta a Lolo Gutiérrez, pues no sólo le levantó del piso al intentar un natural, sino que se lo pasó de un pitón a otro y, una vez que estaba derribado en la arena, le apuntó a la zona del riñón izquierdo, para asestarle otro tremendo derrote que lo acabo poniendo de pie, por inverosímil que parezca, y con un revuelo de capotes y compañeros 
por delante, que saltaron al ruedo a hacerle el quite.

Y como le decía el maestro Fermín Espinosa "Armillita" a sus hijos en determinadas ocasiones: "Hay que hacer de tripas corazón", el torero de Toluca, otrora campeón de motocross, se puso otra vez en el sitio del peligro y terminó robándole pases de mucho mérito a un novillo que estuvo a punto de herirlo de mucha gravedad.

Con el público a su favor, resultado de su entrega, Lolo terminó su enjundiosa labor de una estocada habilidosa que le granjeó el corte de una oreja que, así que, en términos realísticos, se puede decir que ¡Lolo-gró!, y este triunfo seguramente le abrirá nuevas puertas. En dicho sentido, si había entrado por la puerta de la sustitución de Andrés García, que hoy toreaba en Cedral, terminó aferrándose a este clavo ardiendo para ser uno de los seis elegidos que habrán de torear próximamente, en una demostración de que el toreo está repleto de circunstancialidades y misterios.

El otro espada que se jugó el físico sin miramientos fue Rafael Soriano, alumno aventajado de Uriel Moreno "El Zapata" que, si bien es cierto que imita en todo a su mentor, siempre busca dar espectáculo, inclusive en el tercio de banderillas, que hoy cubrió con desparpajo ante un novillo fuerte, amplio de pecho y rematado de culata, que sacó genio.

El escurridizo juego que dio en varas no presagiaba nada bueno, y seguramente le faltó un mayor castigo para que llegara un poco más asentado a la muleta del zacatecano, que sólo consiguió dar una serie de buen acabado cuando el novillo, en un curioso espejismo, acometió con transmisión y más fijeza en los medios. Sin embargo, en cuanto se sintió podido comenzó a arrear con mucha fuerza y, en un descuido, se echó a los lomos al torero en otra tremenda voltereta de la que cayó de mala manera, por fortuna sin mayores consecuencias que lamentar, salvo un golpe en la frente.

Un tanto maltrecho, Soriano volvió a la cara del novillo con arrestos para terminar su labor de una media estocada que estuvo precedida de dos pinchazos, y al finalizar la lidia, el público, con justa razón, lo llamó al tercio a recibir una cariñosa ovación, digno premio a una actuación en la que no consiguió mostrar sus avances dadas las condiciones de embestida del novillo.

Fueron esas dos faenas las de mayor calado de una tarde complicada y cuesta arriba, debido al juego del encierro de la ganadería de Pedro Haces e hijos, que hoy represento, a lo largo de distintos pasajes del festejo, una prueba dura para los novilleros del cartel.

El tapatío Julián Garibay sorteó un ejemplar muy deslucido, que embestía arrollando. No obstante, trató de plantarle cara con su sobrado valor, pero sin la finura necesaria en la colocación y los toques de muleta, como para terminar de incitarlo a embestir con menos torpeza. De cualquier manera, se agradece su empeño, y el detalle de haber ejecutado una "urrutina", remate de muleta de la invención del matador Antonio Urrutia, consistente en levantar la muleta por encima del testuz del toro para, en seguida, plegarla en el antebrazo y salir andado.

Asimismo, cabe señalar que, después de varios meses sin torear tras la cornada sufrida el año anterior en España, no estuvo fino con los aceros, especialmente con el estoque de cruceta, y este hecho vino a emborronar un tanto una faena digna, basada en el valor.

El único novillo que permitía hacer un toreo más artístico fue el cuarto, un cárdeno claro de bonita lámina y cabeza bien puesta, que le tocó en suerte a Diego Garmendia, aquel novillero herido gravemente en la plaza "Los Jacales" de Monterrey en julio de 2021.

Sin apenas oportunidades y muy dubitativo en su proceder, Garmendia no consiguió confiarse del todo, sobre todo por el pitón izquierdo, por donde "Ensueño" metía la cara con nobleza. Y el novillero capitalino tardó mucho en quitar el estoque simulado para centrarse y poder correr la mano a placer, que era lo que se imponía. Y quizá entre el público, siempre respetuoso en esta plaza, debido a la intimidad y cercanía con lo que está ocurriendo en el ruedo, pensaría en algún momento dado: "el novillo se va sin torear".

Los dos novilleros que abrieron y cerraron plaza también debutaban hoy, –como   como todos los demás– en la plaza de Tlalpan. Se trataba de Kevin Loyo, torero originario de Tamaulipas, y Pablo Martínez "Finito", que llegó desde Huamantla, que hoy se presentaba en México con picadores tras haber picado piedra en España sin los del castoreño. Y en ambos casos, sortearon novillos que colaboraron muy poco al lucimiento. El primero por su continua sosería y huidizo; y el segundo, por sus diversas complicaciones.

De Kevin habría que apuntar disposición y poco más, amén de un fácil manejo de la espada que le valió terminar de mejor manera su actuación. De Finito, buena percha, bien vestido y con cierta personalidad, que lució poco frente a un novillo basto de hechuras y complicado, que embestía con la cara alta, topando siempre, y revolviéndose en un palmo de terreno, lo que obligó al tlaxcalteca a andar ligerito de zapatillas.

Ficha
Ciudad de México.- Plaza Arroyo. Tercera novillada de selección. Tres cuartos de entrada, en tarde de clima cambiante y con lluvia, de la que el público estuvo bien guarecido por la cubierta.  Novillos de Pedro Haces e hijos, bien presentados, desiguales en hechuras, de poco juego en su conjunto, salvo el 4o. que tuvo nobleza y un buen pitón izquierdo. Pesos: 412, 432, 472, 460, 462 y 436 kilos. Kevin Loyo (caña y oro): Ovación. Julián Garibay (blanco y azabache): Silencio tras aviso. Rafael Soriano (corinto y oro): Ovación.  Diego Garmendia (granate y azabache): Silencio tras dos avisos. Lolo Gutiérrez (ciruela y oro): Oreja. Pablo Martínez "Finito" (azul marino y oro): Silencio. Incidencias: Sobresalió en banderillas Claudio Montiel, que clavó buenos pares al 5o. y saludó una ovación. La empresa acordó con los toreros, y con la anuencia del juez de plaza Gilberto Ruiz Torres, que iba a abrir el novillo número 342, y que al que le tocara tendría que lidiarlo en primer lugar.

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