Después de cinco horas de operación, los médicos que han intervenido a Juan José Padilla no han podido recostruir el nervio facil del lado izquierdo de su rostro, y sufre una parálisis facial permanente, y lo más probable es que tampoco pueda recuperar la visión del ojo izquierdo.

Los médicos consiguieron volver a colocar el ojo en la órbita ocular, pero el nervio óptico estaba dañado. Esta pavorosa cornada también puso en riesgo la vida de Juan José, que llegó al hospital con una fuerte hemorragia. Antes de la operación, le practicaron una tomografía computarizada y se descartaron lesiones en el cerebro.

El parte médico oficial, firmado por los médicos adjuntos de cirugía oral y maxilofacial, la doctora Victoria Simón y el doctor Nadal Cristóbal, dice lo siguiente:

"El diestro Juan José Padilla ha sido intervenido de una ligadura de carótida externa izquierda para control de hemorragia incoercible en base de cráneo. Se le reconstruyó complejo zigomatomalar izquierdo mediante ostcosíntesis con miniplacas de titanio, así como del suelo orbitario con malla de reconstrucción.
 
"Se observa arrancamiento de nervio facial izquierdo, siendo imposible su reanastomosis. Se suturó Suturó y reconstruyó complejo palpebral y lacrimal, así como de resto de heridas esfaceladas faciales y cervicales. Se realizó una reducción cerrada y contención de fractura de huesos propios nasales".
 
Un gran número de profesionales y amigos se han acercado hasta el hospital Miguel Servet de Zaragoza para estar al pendiente del estado de salud de Padilla, que se encuentra sedado en el área de terapia intensiva.

La consternación en el planeta de los toros por este percance se ha percibido en todos sus rincones, sobre todo más aún entre aquellos que han podido tratar a Juan José y compartir momentos con él fuera de la plaza. La pena que embarga a sus más allegados es muy profunda, tratándose de una gran persona, amigo carismático y con gran sentido del humor.