La rivalidad existente entre Pablo Hermoso de Mendoza y Diego Ventura persiste, y hoy se escribió un nuevo capítulo en la plaza Vistalegre de Bilbao, durante la primera corrida de la llamada Semana Grande, donde los dos cortaron sendas orejas, seguidos palmo a palmo por Leonardo Hernández, que tampoco da cuartel a nadie y se sobrepuso a una peligrosa caída.

La pugna entre ambos caballistas no sólo tuvo lugar sobre la arena, sino también en los micrófonos de Digital Plus, cuando preguntaron a Diego su opinión acerca de la dureza que estaba sacando el encierro de Ángel Sánchez, una ganadería que repetía en Bilbao no obstante el mal juego que dio el año anterior.

El arrebatado rejoneador luso-hispano no tuvo empacho en comentar que con toros como estos no se podía andar a gusto y disfrutar el toreo, y lo cierto es que la terna tuvo que emplearse a fondo para solventar las dificultades de la corrida, que no fueron pocas.

Hacia el final de la tarde, Hermoso comentó en otra entrevista algunos matices buenos y otros no tanto de los toros, y dejó entrever que impuso estos toros a manera de reto hacia Ventura, pues no debemos perder de vista que la empresa de la Vistalegre bilbaína (la casa Chopera) apodera al navarro.

También cabe decir que en muchas ocasiones, el toreo a caballo se ha convertido en un espectáculo de un fantástico nivel ecuestre, pero al que muchas veces le hace falta la emoción del toro con poder, como fue el caso de este encierro tan duro de pelar.

Así que hasta en esto tuvo un gran interés la corrida de rejones en la que brillaron los tres toreros cada uno con su estilo, y donde terminaron empatando en el resultado numérico del festejo con mucho contenido técnico, estético y hasta mediático.

Cabe decir que Diego estuvo enorme montando a "Nazarí", que sobre los lomos de "Wellington" también clavó con mucha verdad. La negación de la segunda oreja del quinto ejemplar le amargó un poco la existencia, pues era una tarde de mucho compromiso en una de las plazas más serias e importantes del planeta de los toros, además de su debut ante esta conocedora y sensible afición de Bilbao.

Pablo también dio cátedra en distintos pasajes del festejo, pues templó mucho las embestidas de sus dos toros, mientra que el juvenil y carismático Leonardo Hernández sacó la casta después de salvarse de un percance que pudo ser de graves consecuencias y del que solamente sacó una cornada uno de sus caballos.

El encono entre Hermoso y Ventura llegará a su punto más álgido en esta recta final de la temporada europea, y sin duda con visos de continuar, aunque cada uno por su lado, en sus respectivas temporadas mexicanas que ya están, prácticamente, a la vuelta de la esquina.