Es la primera semana de trabajo intenso en el campo bravo de la ganadería de Pablo Moreno para los alumnos de la Academia Taurina Municipal de Guadalajara, que están en el "curso de verano taurino", y  las cosas han salido como todos esperaban; la concentración taurina que arrancó el martes pasado terminó con su primera fase el día de ayer, cuando la decena de chavales se despidieron del ganadero y presidente del patronato de la academia, Pablo Moreno, con un cúmulo de experiencia y conocimiento tanto teórico como práctico que va más allá de lo que día a día viven en su entrenamiento físico y de salón.

Esta fue la primera parada de las tres que se tienen contempladas dentro del programa del curso, y se definió como una estadía de mucho provecho, de retroalimentación y sobre todo de un arduo trabajo para los alumnos y alumnas de la escuela taurina, quienes desempeñaron en el transcurso de la semana que acaba de concluir una serie de actividades tanto prácticas como teóricas, que alimentaron su cultura taurina y, especialmente, permitieron permear en los aspirantes a la profesión más difícil del mundo el conocimiento en vivo de lo que implica la crianza, desarrollo y cuidados del toro de lidia.

La estancia en la ganadería de Pablo Moreno concluyó con la lidia de dos becerros, actividad que fungió a la par como examen para los alumnos, y que permitió que los docentes, entre ellos Alfredo Lomelí, director artístico de la academia, evaluaran los avances de cada chaval y sus habilidades. Asimismo, sirvió como marco perfecto para realizar al alumno Mario Bueno la tradicional prueba de valor, la cual superó satisfactoriamente con muletazos por alto y quedándose quieto.

En el transcurso de la lidia de los ejemplares también destacó la actuación de las tres toreras que forman parte de este grupo, así como de Cristian Verdín, (de los más puestos en la institución) y Paco Miramontes “Lagartijo”, que, habrá que destacar, es de los alumnos más avanzados de la academia y muestra en cada una de sus actuaciones mucho oficio, valor sereno y cabeza delante de los animales.

“Concluye la primera etapa y estamos muy contentos, más los muchachos, porque a fin de cuentas están en su ambiente y donde les gusta; fueron muchas las actividades que desarrollaron aquí, entre trabajo en el campo, acondicionamiento físico y de salón, así como la aplicación práctica del mismo con dos becerros que le echamos. Creo que es importante recalcar que, además de las otras dos ganaderías que están contempladas en el programa, San Mateo y La Concepción, hemos recibido llamadas de otros amigos ganaderos que abren sus puertas para estos chavales, lo cual nos da mucho gusto”, apuntó Pablo Moreno, presidente del patronato de la Academia Municipal Taurina de Guadalajara y ganadero de esta misma casa brava.

Así se abre paso a la segunda fase del curso intensivo, que comprende la estancia por una semana más en la dehesa de San Mateo, donde también se les brindarán pláticas y actividades prácticas a los chavales con hambre de ser el torero que a México tanto le falta.

Entre otras actividades, en el penúltimo día de trabajo en Pablo Moreno, el matador de toros en retiro Miguel Ángel Martínez “El Zapopan” impartió a los aspirantes una plática acerca del manejo del capote y de algunos quites.