¡Así se abren las puertas, Antonio! (video)
Jueves, 21 Abr 2011
Texcoco, Edomex.
Jorge Raúl Nacif | Enviado
Cuajó una estupenda faena y mostró pundonor
Una lección de torería y pundonor fue la que brindó el zacatecano Antonio Romero en la plaza "Silverio Pérez", de Texcoco, mostrando cómo se hace para abrir caminos en esta difícil profesión, pero además toreando bien y con creatividad.
Si bien es cierto que la oreja concedida sabe a poco, dada la entrega mostrada y la estupenda faena, lo que tiene un sabor muy grande es la esperanza de que en Antonio hay un torero importante y que, bien apoyado, puede llegar lejos.
El ejemplar de Cuatro Caminos fue de menos a más durante su lidia y llegó a punto al tercer tercio, desplazándose bien y con transmisión hacia al tendido. Romero se plantó y comenzó a correr la mano con la derecha en trazos largos y templados, intercalando adornos que gustaron, como una capetillina.
La faena no bajó cuando se cambió la sarga a la izquierda, pues también logró momentos de bello acabado, en especial un natural que resulto sobrenatural; inmenso, interminable, limpio y perfecto, que quizá haya valido su tarde entera. Tras un remate, le perdió la cara al toro, que era bravo, y se llevó una voltereta sin consecuencias.
Estoico se quedó al terminar toreando por alto y, cuando prepearaba al toro para la muerte, éste lo levantó de fea manera y le propinió una cornada en el muslo izquierdo. De inmediato lo llevaron a la ambulancia y, tras colocársele un torniquete, volvió para ejecutar con el alma la suerte suprema, dejando una estocada entera que terminó con la vida del astado, que todavía tardó en doblar.
Fuerte petición de dos orejas, pero solamente se concedió una de forma un tanto inexplicable, sobre todo si medimos con el mismo criterio otras faenas de esta misma tarde en la que hubo merecido corte de oreja. Y quizá, el ejemplar pudo haber sido digno de un arrastre lento., aunque por momentos terminaba distraído.
Parece que Mario Aguilar está retomando la senda que, con toda seguridad, lo puede llevar a figurar, pues se nota más relajado en el ruedo y haciendo las cosas con esa clase que lo ha caracterizado. Una oreja le tumbó al quinto, al que toreó muy bien con la mano diestra, gustándose mucho y con empaque.
Cuando el toro vino a menos y se refugió en tablas, Mario le fue paciente y, pisándole sus terrenos, logró extraerle momentos meritorios. Bien ejecutó la suerte de matar y logró una estocada de efectos fulminantes.
Con base en decisión, valor y aguante, Fabián Barba le arrancó materialmente la oreja al segundo de la corrida pues, aunque el toro se arrancaba pronto a los toques, punteaba y se defendía, teniendo un recorrido corto. El hidrocálido se fajó y aguantó con estoicismo, lo cual le redituó en el reconocimiento popular.
De rodillas inició su faena y, a lo largo de ésta, hubo momentos de buen nivel con la diestra, redondeando con algunos desplantes que le fueron coreados. Tras la estocada, paseó con una sonrisa el merecido trofeo.
El español Roberto Galán se encontró con un estupedo toro, que hizo cuarto, pero que tenía muy poquita fuerza y tuvo que mimarlo durante toda la lidia. La faena fue de más a menos, pues el toro duró poco y el torero no terminó por romperse, aunque hay que recalcar que hubo trazos soberbios por ambos pitones. De no haber pinchado, puso haberse llevado un apéndice.
Oliver Godoy, ante el que cerró plaza, mostró sus buenas maneras y que va avanzando con pasos firmes ya como matador de toros. Firme estuvo delante de su enemigo, que se quedó muy parado y acudía calamocheando a la muleta, logrando algunos buenos instantes aunque sin poder redondear dadas estas condiciones.
Alfredo Gutiérrez abrió el festejo delante de un complicado astado, pues mostró mansedumbre desde salida y mal estilo. Luego de intentarlo y, al ver que poco lograba, Alfredo prefirió abreviar y se retiró entre algunas palmas.
López Díaz, torero español que se encuentra probando fortuna en México, se vio con poco sitio y le pesó no estar habituado a la embestida del toro mexicano. Es cierto que tiene buena planta y, cuando se acomoda, corre bien la mano, pero también es verdad que está poco placeado y hoy se vio un tanto frío, sin proyectar al tendido.
Ficha Texcoco, Estado de México.- Segunda corrida y quinto festejo de feria. Un cuarto de entrada en tarde calurosa al principio, que terminó nublándose, y con algunas ráfagas de viento. Siete toros de
Cuatro Caminos, correctos de presentados, pero de variadas hechuras y comportamiento, de los que destacaron 4o. y 6o. Pesos: 470, 500, 470, 477, 472, 482 y 490 kilos.
Alfredo Gutiérrez (verde botella y oro): Palmas.
Fabián Barba (sangre de toro y oro): Oreja.
López Díaz (berenjena y oro): Palmas.
Roberto Galán (rosa y oro): Palmas.
Mario Aguilar (sangre de toro y oro): Oreja.
Antonio Romero (verde esmeraldo y oro): Oreja con fuerte petición.
Oliver Godoy (azu turquesa y oro): Silencio. Incidencias: Durante la lidia del sexto toro,
Antonio Romero sufrió una cornada limpia, de dos trayectorias, de 7 y 8 centímetros de extensión, en el muslo derecho. Fue estabilizado en la ambulancia y conducido al Sanatorio Durango de la Ciudad de México para ser intervenido.
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