A pesar de no tocar pelo, el mexicano Diego Silveti dejó un buen sabor de boca y realizó lo más destacado de la novillada que abrió la Feria de San Cristóbal, Venezuela, y en la que el poco juego del encierro no permitió un gran lucimiento de los alternantes.
Silveti ha logrado buena conexión con el novillo de su debut. Realiza quite por gaoneras e inició faena por estatuarios, al que pudo ligarle tandas por ambos pitones. Tandas de manos bajas, con un excelente manejo de muñecas, y con el que dirige la embestida del toro, por el lugar que el marca. Su fallo a espadas le hizo perder trofeos.
Con el sexto, tres cambiados por la espalda en los medios al estilo de su tío Alejandro fueron el inicio de faena. Ya en esta faena,, y con un novillo complicado, y luego de intentarlo por ambos pitones y recibir voltereta, opta por el toreo de recursos, acorta la distancia y ejecuta cambiados por la espalda, pasándose al novillo cerquita de la taleguilla. Otro fallo a espadas y se pierde un trofeo.
Guillen apenas pudo saludar con tres verónicas a un novillo abanto de salida. Faena a media altura a un novillo soso que va con la cara alta. Poco pudo hacer salvo demostrar voluntad. Con el cuarto, un novillo que luego de la primera tanda cambio a menos, estuvo centrado por momentos, destacando su inicio de rodillas en los medios, hasta que el astado empezó a defenderse y opta por pasaportarlo.
Gómez, el verdor del que torea poco trato de ocultarse con valor y deseos, pero su segundo fue complicado a tal punto de golpearlo en el brazo derecho resintiéndose del mismo. Misma tónica en el quinto que fue igual de complicado. Voluntarioso.
San Cristóbal, Venezuela. Primer festejo de feria. Un cuarto de entrada. 5 novillos de Juan Campolargo y uno de Rancho Alegre, de escaso juego en su conjunto. Jonhatan Guillén (celeste y oro): Silencio en su lote. Juan Gómez (blanco y oro): Silencio tras aviso en su lote. Diego Silveti (corinto y oro): Palmas y silencio tras aviso.