La corrida que minutos antes de dar inicio se había suspendido, por temores en torno a la seguridad de la plaza, finalmente se dio, terminando en plan triunfal al cortarse seis orejas y un rabo entre el español
Julio Benítez "El Cordobés", que fue paseado a hombros, y
Federico Pizarro, que mereció igual distinción pero tuvo que salir antes para revisión médica.
Es un hecho que
Federico lleva muy buen paso, demostrando cada tarde deseos de sobresalir, como ocurrió con el quinto, al que toreó bellamente por verónicas, rítmicas chicuelinas al paso y tafalleras.
Destacó su labor derechista que incluyó el circurret, luego realizó cambios de mano con pinturería y en un desplante fue lanzado por los aires; sacó la casta al oficiar con la espada recibiendo fuerte golpe en el tórax; aunque señaló un pinchazo antes de la estocada entera, se llevó entre aclamaciones las dos orejas retirándose enseguida para estudios radiológicos, pues se temía una fractura de costillas.
Antes, a su primero, lo lanceó ganado terreno y puso orden después de un tumbo; muleta en mano sorteó las dicultades que presentó el burel, al que le robó naturales bien logrados y despachó de estocada caída. Fue premiado con un apéndice.
Sobre piernas lanceó
Julio Benítez al tercero, pero estuvo más asentado con la muleta y ligó series por ambos lados; la estocada con la que terminó su labor fue un tanto defectuosa.No obstante, la petición del público orilló al juez de plaza
Enrique Ocaña a conceder una oreja que el torero español lanzó al tendido en la vuelta al ruedo.
En el último de la función buscó entusiasmar a la gente durante su labor muleteril, de rodillas o de pie. Entonado con el buen estilo del toro de
Santa Fe del Campo, ligó series buenas por abajo, vino el toreo por alto y lo de casa, el salto de la rana; como acertó al matar le entregaron dos orejas, pero algunos despistados pidieron el rabo, que el juez concedió absurdamente, y
El Cordobés también dejó ante las protestas de un sector de la concurrencia.
El joven rejoneador
Joao Moura tuvo que enfrentar al que abrió la función, por el percance que sufrió
Rodrigo Santos al resbalar y caer aparatosamente con su cabalgadura. El lusitano fue breve con banderillas y mató al primer intento para escuchar palmas.
Lució su toreo a la jineta en el cuarto, aunque faltó precisión al consumar las suertes; con medio rejón de muerte y un descabello pasaportó al astado, notándose petición ligera que no fructificó en la que ha sido, de momento, su última corrida del año en tierras aztecas.
Ficha World Trade Center. Corrida Tradicional. Casi lleno. Se lidiaron seis toros de
Santa Fe del Campo, de buena presencia y juego, excepto el 2o., que fue complicado. El rejoneador
Joao Moura: Palmas en su lote.
Federico Pizarro (olivo y oro): Oreja y dos orejas.
Julio Benítez "El Cordobés hijo" (azul rey y oro): Oreja y dos orejas y rabo.
Rodrigo Santos sufrió la fractura de la tibia izquierda como consecuencia de una caída del caballo y ya no pudo actuar.