El novillero Salvador López fue el triunfador en el mano a mano que sostuvo con César Ibelles en Fábrica María, Estado de México, luego de cortarle una oreja  a un bravo ejemplar de Julián Hamdan que mereció el arrastre lento

La labor de Salvador López fue de menos a más, ya que inició con ciertas dudas al torear de capa e incluso estuvo cerca de ser prendido, pero con la muleta poco a poco se fue entonando hasta lograr conectar con el tendido.

Lo mejor de su faena fueron un par de dosantinas que pusieron al público en pie, pero a decir verdad este extraordinario novillo merecía mejor suerte, ya que era para que cualquier muchacho lograra un triunfo grande. Tras tres cuartos de acero, el juez de plaza le otorgó una oreja.

Con su primero, otro astado con recorrido y son en la embestida, Salvador dejó patente que aún está verde y fuera de sitio, pues jamás logró ponerse a tono para estar en sintonía con el novillo, instrumentando solamente algunos buenos muletazos aislados. Al torear de capa a este burel se llevó una fuerte voltereta, afortunadamente sin mayores consecuencias.

César Ibelles se enfrentó en primer lugar a un novillo muy noble, pero tardo en la embestida. En base a cruzarse y ser paciente, logró extraerle algunos pases meritorios, pero sin redondear mayormente.

Su segundo fue un novillo muy bueno, con recorrido y alegría, pero desaprovechado por un Ibelles que jamás atinó a mandarlo, es decir, no daba el muñecazo para despedir la embestida, lo que ocasionó que se atracara en innumerables ocasiones, con el consecuente deslucimiento.

Al final del festejo se otorgó un trofeo al triunfador, mismo que se llevó Salvador López por el corte de la oreja.