Es complicado en la mayoría de los indultos llegar a una opinión de consenso entre todos los que tienen oportunidad de ver la faena y el comportamiento del toro en cuestión. Claro, el indulto de esta tarde en la Santa María no es la excepción.
Salió Zotoluco a revienta calderas en el 5° de la tarde tras haber escuchado división de opiniones en el primero de su lote. Desde que se abrió de capa toreó con gusto a la verónica y quedaron en evidencia las buenas condiciones de “Pintadito”, que hay que decir que apenas fue picado en la suerte de varas.
La mayor virtud del toro de Santa Bárbara fue la nobleza y que el largo recorrido que mostró desde el inicio de la faena de muleta lo conservó durante toda la faena, incluso acudiendo a los cites a larga distancia que el torero instrumentó ya muy avanzada la faena. Zotoluco se dio gusto toreando por ambos pitones, haciéndolo también con buen gusto e improvisando en la cara los remates cambiándose de mano la muleta o pegando alguna trincherilla.
A pesar de que hubo un momento en que el toro comenzó a rascar la arena, e incluso a recular, continuó acudiendo a los cites y alargando la embestida hasta donde Zotoluco le ponía la muleta. La plaza era un clamor y comenzó el público a sacar los pañuelos blancos, impidiendo que el torero entrara a herir hasta en tres ocasiones, hasta que el Juez de Plaza accedió a conceder el perdón de la vida al noble astado zacatecano.
Eulalio dio la vuelta al ruedo entre aclamaciones junto a los ganaderos, mientras la polémica quedaba servida entre los aficionados presentes en el tendido, no solo por el indulto en sí, sino por la antirreglamentaria (Art 56, IV) y absurda concesión de los trofeos simbólicos.
En su primero, un toro que embestía rebrincado, Zotoluco intentó estructurar una faena de poder aunque no terminó de redondear y escuchó división de opiniones.
El torero de la tierra, Octavio García “El Payo” por fin pudo tocar pelo en su todavía breve paso por el escalafón de matadores. Lo más sobresaliente de su actuación fue la faena al primer toro de su lote, el peor del encierro, que se rajó desde el inicio de la faena de muleta, desparramaba la vista y acudía a los cites terciándose.
El Payo comenzó a sobarlo por el pitón derecho, primero dejando al de Santa Bárbara andar a su aire, hasta lograr imponerse y cuajar muletazos de mucho mérito que le hicieron ganar su primera oreja de la tarde tras dejar la espada en aceptable colocación.
En su segundo, un toro soso y sin recorrido, se puso en el sitio y estuvo exponiendo, pasándose cerca los pitones. Cuando tras pasaportarlo parecía que todo quedaría en una merecida y cariñosa ovación, llegó una oreja sin mucho peso que fue protestada. Como ocurre muchas veces, es más importante sacar la experiencia de la actuación en su conjunto por encima de trofeos que a veces no dicen mucho.
Otra oreja sin mucha historia le cortó Julio Benítez al que hizo sexto, otro toro noble al que toreó largo en las tres primeras series alternadas por ambos pitones, mostrando que puede hacer el toreo bueno, aunque en lugar de redondear prefirió mostrar una faceta tremendista que el de Santa Bárbara le permitió.
Mal inició Julio su presentación en la plaza "Santa María" -donde su padre, el V Califa, tuvo tardes memorables- ya que ante el tercero de la tarde, que ciertamente tenía el recorrido muy medido, en toda la faena estuvo dubitativo, y aunque intentó mostrar la faceta bullidora de su toreo, al final lo único que quedó fue un trasteo intrascendente.
Abrió plaza Rodrigo Santos que mostró una monta espectacular aunque no estuvo muy certero en la colocación de rejones y banderillas ante un toro que cumplió al inicio aunque terminó parado. Hubo de echar pie a tierra tras dos intentos con el rejón de muerte y fue aplaudido.
Ficha Plaza "Santa María". Tres cuartos de entrada en tarde agradable y sin viento. 7 toros de Santa Bárbara, desiguales de presencia y juego, cumplió el 1°, de rejones; rajado el 4°; nobles 5° y 6°, sobresaliendo este último que tuvo clase, mayor recorrido y fue indultado. Pesos: 445, 455, 462, 552, 451, 460 y 465 El rejoneador Rodrigo Santos: Palmas. Zotoluco (verde botella y oro): División y vuelta tras indulto. El Cordobés (corinto y oro): Silencio y oreja. El Payo (verde olivo y oro): Oreja y oreja con protestas. El toro indultado lleva por nombre “Pintadito”, número 40, con 451 kilos. Christian Sánchez saludó en el 3° por un sobresaliente tercio de banderillas.