En 1954 debutó como profesional en la plaza de Monterrey, en la que obtuvo un éxito y así comenzó a sumar un buen número de corridas en las plazas del país, siempre en la modalidad de lidiar un toro, abriendo plaza en corridas de a pie, pues no existían aquí las de rejones. El 2 de septiembre de 1954 (hace casi 70 años), tomó la alternativa en Lisboa de manos de su maestro, el insigne rejoneador don
siendo el primer torero mexicano en recibir el doctorado en "Campo Pequeño", la catedral del toreo a caballo.
Luego de torear varias corridas en México, volvió a Portugal y se ganó el respeto y admiración al lado de los grandes rejoneadores del momento, colocándose entre los mejores. El 23 de junio de 1963 debutó en la plaza de Las Ventas de Madrid con toros de Dolores de Juana de Cervantes. Propició la primera corrida de rejones en la Feria de San Marcos en 1974, en la que actuaron Santos, Pedro Louceiro, Felipe Zambrano y Jorge Hernández Andrés.
La popularidad que le dio el cine...
Años después deja el rejoneo tras realizar mil 348 corridas y dedicarse pro completo a la cría y entrenamiento de caballos lusitanos para rejoneo en su rancho de Tamuín. Su carisma y buen porte llamaron la atención de los productores de cine, quienes lo debutaron en la pantalla grande con una serie de películas de aventura campirana en la que hacía llamar "El Silencioso" y montando siempre a su fiel tordillo "Rayo de Plata".
Entre sus películas destacan "La Flecha Envenenada" con la que debutó en 1957, "El Pantano de las Ánimas" y "El Potro Salvaje", "Los Diablos del Terror", "Una Bala es mi Testigo", "El Indomable" y "El Silencioso", entre otras. Al terminar el contrato con Alameda Films y hacer dos películas más, Gastón Santos se retiró de la pantalla (a excepción de un cameo en "Bang bang al hoyo" en el año 1971, donde fue su última aparición en la pantalla grande.
Su amigo, Gonzalo Zambrano (hermano de los magníficos rejoneadores neoloneses Felipe y Evaristo Zambrano), al compartir la noticia desde Monterrey, lo definió de la siguiente manera:
"Murió como muere un buen toro de lidia, en tablas después de una buena faena, y muchos, pero muchos kilómetros recorridos. Fue un gran rejoneador, sin lugar a dudas, el mejor torero a caballo mexicano en toda la historia del toreo mexicano, además de excelente cazador, gran ganadero y magnífico conversador".
Todavía a principios de la década de los ochenta, Gastón tuvo esporádicas actuaciones en varias plazas de provincia hasta que dejó de torear para dedicarse a las labores del campo en su rancho.
Su paso por la Plaza México...
Debutó en la Plaza México el 6 de marzo de 1955, con el toro "Antequerano", de Ernesto Cuevas, al lado de Juan Posada, Luis Briones y Emilio Ortuño "Jumillano". Regaló otro ejemplar Peñuelas, con el que dio su primera vuelta al ruedo. Al año siguiente, el 29 de enero de 1956, cortó una oreja a "Zanganito", de la ganadería de Milpillas. Esa tarde compartió cartel con Antonio Velázquez, Manolo Vázquez y Antonio Dos Santos, quienes enfrentaron un encierro de Zacatepec.
Después de cinco años de ausencia, el maestro potosino regresó al coso de Insurgentes en la Temporada Grande de 1961 para torear dos corridas consecutivas, mismas que tuvieron lugar el 19 de marzo y 26 de marzo, respectivamente. En la primera corrida hizo el paseíllo al lado de Manolo Dos Santos, Juan Silveti, Jorge "El Ranchero" Aguilar (que le cortó el rabo al toro "Sol), Joselillo de Colombia, Alfredo Leal y Jaime Rangel, con toros de Santo Domingo, mientras que al domingo siguiente toreó con Jesús Córdoba, Humberto Moro y César Girón, ante toros de Tequisquiapan, fecha en la que el indómito venezolano tuvo aquel clamoroso triunfo de cuatro orejas y un rabo, el que le tumbó a "Rascarrabias".
Ese año se estrenó en una comedia que se llamó "Jóvenes y bellas", dirigida por Fernando Cortés, un hecho que le granjeó simpatía entre el público ya que de esta manera consiguió posicionar su imagen fuera de los ruedos, y por ello cuando acudía a torear en distintas regiones del país, su presencia en los carteles generaba expectación dada la popularidad que fue creciendo con sus incursiones en el cine.
Más de seis años transcurrieron entre esa últimas dos actuaciones en La México con la que tuvo en la campaña de 1967, cuando encabezó a las cuadrillas el 22 de enero, por delante de Joaquín Bernadó, Raúl García y Jesús Delgadillo "El Estudiante", que confirmaba la alternativa. Se lidiaron toros de Tequisquiapan y Gastón dio una vuelta al ruedo.
Regresó a la Plaza México el 28 de febrero de 1971 para torear un toro de la legendaria divisas de Atenco, en la tarde de confirmación de Ernesto San Román "El Queretano", que recibió el abrazo de parte de Pepe Luis Vázquez y ante el testimonio de Joaquín Bernadó. Volvió en la temporada 1973-1974, el 30 de diciembre del 73, acartelado con Raúl Contreras "Finito", Raúl Ponce de León y Adrián Romero. Ese día toreó un ejemplar de Tequisquiapan y realizó una de sus mejores faenas en la plaza capitalina.
El 9 de marzo de 1975 dio una vuelta al ruedo tras lidiar a "Jicarero", otro toro de Tequisquiapan, ganadería por la que el torero potosino tenía predilección, y al que colocó una magnífica estocada luego de haber echado pie a tierra. De hecho, y paradójicamente, al final de la temporada recibió el premio a la "Mejor estocada", concedido por la Casa Domecq. Ese día toreó al lado de Manolo Espinosa, Raúl Ponce de León y Curro Leal.
Al año siguiente, el 8 de febrero de 1976 cortó una oreja a "Quetzal", un ejemplar de Coaxamalucan que carecía de trapío, pero con el que ratificó su madurez como torero a caballo, en una tarde donde torearon Curro Leal, Carlos Serrano "El Voluntario" y Marcos Ortega. Y en el año de 1979, en la corrida celebrada el 4 de febrero, dio una vuelta al ruedo luego de enfrentar a "Lisboeta", del hierro de Zotoluca, en esa corrida de inspiración portuguesa en la que hubo carruajes y forcados, habiendo toreando también don Pedro Louceiro a caballo, y Ricardo Chibanga a pie, torero de color nacido en Mozambique, al que Jesús Solórzano le confirmó la alternativa.
El 2 de marzo de 1980 se anunciaron los 25 años de su alternativa (ciertamente ya tenía muchos más de haberse doctorado) y toreó un toro de Zotoluca que le infirió un puntazo en la espalda cuando lo pasaba de muleta, y ese día cerró su capítulo de actuaciones en la Plaza México, cuando contaba 48 años de edad.
Gastón Santos fue un toreo querido por el público que se mantuvo en activo varios años más, compaginando su actividad en los ruedos con las participaciones en las películas de tipo western en la que salía montando a sus caballos. Su sobrino Rodrigo Santos, hijo de su primo hermano José Santos Alonso, y su hijo Gastón Santos Ward, le siguieron los pasos como rejoneadores para dar lustre a una dinastía de valientes toreros a caballo.
Descase en paz el llamado "Centauro Potosino", un hombre recio, valiente, atrevido y versátil, dueño de una fuerte personalidad heredada de su padre, el temible Gastón N. Santos, amo y señor de la Huasteca Potosina durante varias décadas, y que le inculcó su amor por el campo y los animales, ya que el maestro Gastón también fue criador de toros de lidia y caballos lusitanos, pasiones que ocuparon gran parte de su larga existencia.