Cayetano Delgado celebrará su primer año como matador de toros por todo lo alto. Sí, en le región de Arequipa, a más de 2 mil 600 metros de altitud sobre el nivel del mar, precisamente en la cordillera andina, rodeada por tres volcanes en Perú.

Hasta allá se fue el diestro regiomontano en busca de aventuras taurinas, nuevos aires, amistades, pero sobre todo con el deseo de nutrirse de más de esa afición taurina que lo ha acompañado desde niño, y donde al año se están organizando unos 700 festejos, siendo hoy día el Perú el país más activo para la tauromaquia en Sudamerica.

Hijo del matador de toros en retiro Enrique Delgado, aquel que rivalizó también con el lagunero Valente Arellano hace 40 años en suelos norteños como novillero, Cayetano busca forjar su propio destino en medio de un apretujado grupo de toreros jóvenes que anhelan sacar la cabeza en esta difícil profesión, en la que sobresales o te sobrepasan.

"Con esa idea me vine a Perú cuando me lo propusieron y bendito sea Dios que empecé con el pie derecho al cortar las dos orejas en mi primera tarde en Cotaguasi, que me ha servido para estar ya anunciado en septiembre en el mismo lugar, gracias a ese triunfo", expresó el diestro nacido el 10 de octubre de 1996.

Apoderado por el matador en retiro venezolano Rafael del Castillo, Cayetano se encuentra muy ilusionado, pues en pocos días reanudará su preparación en el campo bravo peruano.

"Vienen unos meses interesantes, pues se están arreglando algunas fechas. Por lo pronto la corrida que ya tengo cerrada será la del 22 de julio, en la Plaza de toros de Ravira, donde actuaré en mano a mano con Paco Céspedes, matando una corrida del maestro Rafael Puga", dijo.

El regio agregó que, entre julio, agosto y septiembre, tiempo que permanecerá allá, espera torear algunos festejos más.

La gente de acá exige, pero es muy bonita. En Cotaguasi me sentí muy bien, muy a gusto. Les gusta el torero de afuera y se ambienta. Me sentí muy a gusto, la embestida del toro es muy similar a la del toro español. La corrida del mes pasado fue una corrida bastante seria, gorda y bien presentada y aún picada, suele tener bastante motor y te exige. Te pide estar bien situado, pero gracias a Dios le he estado agarrando el aire y me acomodé muy bien y pude triunfar que es lo importante y espero seguir en ese tenor".

Delgado indicó que si bien sin pocas las corridas en las que ha toreado después de aquel 17 de junio del año pasado, cuando Arturo Macías, en presencia de José Mauricio, le cedió el toro "Cónsul", de la ganadería De la Mora, en su alternativa, y con las que ha cumplido, espera seguir dando buenos resultados y no bajarse de ese carro del triunfo.

Sus entrenamientos en Lima, Perú, los hizo al lado del matador Eduardo Valenzuela, así como de Gustavo Padrón "Chiquis", un banderillero venezolano.

"También he estado entrenado aquí en Arequipa con algunos matadores de Perú, así como con el maestro Rafael Martínez, también de Venezuela, en fin, se junta la raza, se pone muy bonito y hay mucho ambiente. Me he estado preparando física y mentalmente y se puede abrir un panorama bonito, lo importante es tener paciencia porque es apenas mi primer año. Volveré a Cotaguasi en septiembre, a su fiesta patronal. Perú es un país que responde bonito, te trata bien, pero también exige triunfos para que se vayan abriendo las puertas. A pesar de que da bastantes toros, las corridas buenas hay que peleárselas y aquí estamos entrenando para eso".

Finalmente, comentó que el mano a mano con Céspedes le traerá recuerdos, pues él tenía unos 11 años cuando el peruano vivió unos meses en Monterrey.

"Me dará mucho gusto torear con Paco, yo lo vi cuando toreó en Cadereyta. Aquel niño que fui, viendo toros y toreros, ahora me da mucho gusto actuar con ellos, como ya fue el caso de Mari Paz Vega y José Daniel Ayala, recientemente. Espero en Dios que este esfuerzo tan grande tenga recompensa y que repercuta en México, que es lo que más me interesa".