Héctor Gutiérrez da una vuelta en León
En corrida de ocho toros donde la tercia de toreros se fue de vacío
Héctor Gutiérrez dio la única vuelta al ruedo durante la segunda corrida de feria que se realizó hoy en León, tras dibujar pasajes combinación entre clase y aguante, luego de pasaportar a su primer ejemplar, de lo que fue una larga tarde de toros donde regresó Sebastián Castella quien tuvo poca suerte.
A pesar de no haber sumado trofeos a la espuerta, Héctor Gutiérrez tuvo una actuación importante en el segundo festejo de la feria de León. Entrega, valor, clase y determinación pudieran resumir la tarde del matador hidrocálido, que de haber estado más fino con la espada, quizás hubiera salido a hombros.
En su primero dio un recital de buen toreo a la verónica −una de ellas resultó lentísima−, y quiso dejar constancia de que iba a por todas tras un buen quite por gaoneras, tras el breve encuentro del de Villa Carmela con el picador, ya que con buen tino, Héctor ordenó un breve castigo dada la justeza de fuerzas del toro.
Comenzó su faena de muleta con un pase cambiado de rodillas, y mientras el toro tuvo gas, dio muletazos de mucha clase. Al final, con el toro más aplomado, aguantó los parones sin arredrarse. Un pinchazo previo a un espadazo entero y contrario le privaron de la concesión de la oreja, aunque la gente le ovacionó y le pidió dar una merecida vuelta al ruedo.
El quinto ofreció una lidia complicada, haciendo extraños en el capote y esperando a las cuadrillas en el tercio de banderillas. Aún con el toro a menos, Héctor realizó una faena larga, y dado que vio como se iba la tarde sin obtener el triunfo decidió regalar un octavo toro de la función, que también perteneció al hierro titular de Villa Carmela.
De salida lo fue metiendo al capote, logrando un manojo de buenos lances a la verónica, manteniendo esa tónica en un par de buenas series por el pitón derecho con la muleta. Tras cambiar de perfil el toro cambió de lidia, empezando a buscar al torero, hasta que en un momento lo echó a la arena y a punto estuvo de prenderlo por la faja.
Enrabietado, todavía tuvo Héctor las agallas de torearlo por bernadinas, que resultaron ajustadas. Lamentablemente pinchó y de nueva cuenta se esfumó la posibilidad de un premio. Sin embargo, los gritos de "torero, torero" ahí quedaron, en respuesta a su entrega y a la forma de sacar partido a los tres toros que lidió. Ahí está Héctor, llamando fuerte a la puerta.
Arturo Gilio se llevó en suerte el que, a la postre, fue el que dio en su conjunto el mejor juego del encierro de Villa Carmela, y que fue enlotado para salir en tercer lugar. Fue un toro que de salida no fue tan claro, pero Arturo tuvo la virtud de irlo metiendo en vereda y sacar el buen fondo de bravura y largo recorrido que tenía dentro.
Sin embargo, por alguna razón, justo cuando el toro le mostró largo recorrido en un par de series de derechazos, ya avanzada la faena, decidió irse por la espada y buscar la igualada. Tras una serie de manoletinas dejó una estocada entera y desprendida para recibir una ovación desde el tercio, aunque quién sabe si el entusiasmo hubiera sido mayor en caso de haber dado un par de series más para cerrar con rotundidad la faena.
El sexto fue el más hondo del encierro, y emocionó al tendido tras un recibo por chicuelinas. El toro tuvo clase en la embestida, aunque en el tenor del comportamiento general de sus hermanos de camada, tuvo la fuerza justa y se fue yendo a menos, lo que le imposibilitó a Gilio redondear. Escuchó palmas tras un pinchazo y un espadazo caído.
Por su parte, Sebastián Castella reapareció en el ruedo de "La Luz" tras su retiro temporal, y nuevamente dejó constancia del mismo sitio de figura con el que se fue. En su primero dio cátedra de cómo ayudar a embestir a un toro de fuerza medida, llevándolo a media altura y exigiéndole lo justo. Saludó una ovación tras pasaportar al toro de una estocada entera y desprendida.
Tuvo el detalle hacia la afición de regalar un séptimo, tras lidiar al cuarto en el que solo pudo porfiar por las condiciones venidas a menos del toro. Sin embargo, el de Julio Delgado que saltó en séptimo lugar resultó un galimatías, midiendo siempre al torero. No hubo más que torearlo por la cara para igualarlo, y dadas las condiciones complicadas para irse tras la espada, no quiso alargar el suplicio y lo pasaportó de una media habilidosa. Fue sllenciada su labor.
Como nota adicional, actuaron cuadrillas de las dos asociaciones de subalternos en nuestro país. Bienvenida la libre competencia, aunque como se ha apuntado, ojalá esto redunde en subir los estándares de calidad y exigencia a sus respectivos miembros por el bien del espectáculo. Resultó inédito cómo las cuadrillas de la Unión se tapaban mientras actuaban Paulo Campero y Jorge Delijorge a las órdenes de Héctor Gutiérrez. Así, Jorge cubrió al completo los dos tercios de banderillas −en el primero saludó una ovación− y actuó como puntillero. Habrá que acostumbrarse a esta nueva alternancia.
Ficha
León, Gto.- Plaza "La Luz". Segunda corrida de Feria. Tres cuartos de entrada, en tarde nublada con algunas ráfagas de viento. Siete toros de Villa Carmela (8o., de regalo) y uno de Julio Delgado (7o. de regalo), disparejos de presencia, entre los que destacó el 3o. por su buen juego. Pesos: 470, 466, 482, 485, 468, 512, 460 y 486 kilos. Sebastían Castella (malva y oro con cabos negros): Ovación, palmas y silencio en el de regalo. Héctor Gutiérrez (carmesí y oro): Vuelta, palmas y palmas en el de regalo. Arturo Gilio (rioja y oro): Ovación y palmas. Incidencias: Jorge Delijorge saludó en el 2o. tras un buen tercio de banderillas. Actuaron cuadrillas de la Unión Mexicana de Picadores y Banderilleros y de la Asociación Nacional de Picadores y Banderilleros, éstos con Héctor Gutiérrez. Sin embargo, los de la Unión se negaron alternar en los toros de Héctor y el puntillero se negó a apuntillar sus toros, labor que correspondió a los miembros de su cuadrilla.
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