A dos semanas de su paso por Madrid,
Joselito Adame reflexiona acerca de lo que supuso esta pundonorosa actuación en la plaza de Las Ventas, donde le plantó cara a un enrazado toro de
Araúz de Robles luego de sufrir una fuerte voltereta que le provocó una lesión cervical.
De hecho, será hasta el martes entrante cuando le harán una nueva resonancia magnética para saber si ya puede dejar de utilizar el collarín que no se ha quitado un minuto, un hecho que lo ha obligado a sobreponerse a esta incomodidad añadida.
Sin embargo, el comentario generalizado entre los profesionales y los aficionados, ha sido de "mucho respeto", según comenta, luego de haberse levantado para continuar en el fragor de la lidia de aquella tarde del martes 17 de mayo, fecha en que hizo su paseíllo número 17 en Madrid.
"Estoy muy contento de haber podido resolver la papeleta, porque el toro no era fácil. De hecho, desde el comienzo de la lidia noté que por el pitón izquierdo tenía una tendencia a ceñirse mucho. Cuando lo cité para el primer estatuario se me arranco desde largo y de inmediato percibía que venía hacia mí, y ya cuando lo tuve a un par de metros de distancia, supe que me iba a echar mano y por eso me moví un poco. Fue ahí cuando el toro, al verme, terminó de centrarme y me pegó la voltereta", afirmó.
A lo largo de su carrera, en la que ha toreado un total de 527 corridas, el torero hidrocálido ha sido herido en nueve ocasiones y también tiene dos fracturas. Pero nunca había sufrido una voltereta tan riesgosa que pusiera en juego sus cervicales...
"Uno ya sabe qué se siente una cornada y lo que implica, tanto en el momento como, posteriormente, en la recuperación. Son experiencias que la mente no olvida porque el cuerpo siempre tiene memoria. En cambio, sentirte maltrecho y dolorido del cuello, sin estar seguro que tienes, es una sensación diferente. En ese momento la adrenalina y la responsabilidad son las que te obligan a levantarte y continuar la lidia.
"La clave de la faena fue no dudarle nunca y ganarle la intención en cada uno de los muletazos, todos por abajo, sometiendo el poder que tenía, y eso fue lo que en ese instante me dio confianza para hacerle la faena. En los primeros pases le di ciertas ventajas para encelarlo y luego me dediqué a tratar de encauzar la transmisión que tenía. La entrega del público que un aliciente para no claudicar", confesó el torero de Aguascalientes.
Al respecto de esta valerosa actuación que, inclusive por la televisión, a quienes la vieron a la distancia en cualquier lugar del mundo, le supuso ganarse el respeto de la gente y ese es otro de los argumentos que le han dado ánimos en estas semanas de recuperación que no han sido fáciles. Los mensajes de aliento de otros compañeros, algunos de ellos considerados figuras del toreo, así como de amigos, familiares o aficionados, han sido un motivo extra de satisfacción.
"No me he quitado el collarín ni un instante. La rehabilitación a la que estoy asistiendo consiste en dar un ligero masaje con los dedos, por una abertura que tiene, y nada más. Estar inmovilizado del cuello es sumamente incómodo, y eso lo saben las personas que hayan sufrido un accidente de coche, por ejemplo. Así que es preciso aguantar y no desesperarse. Espero que la semana entrante me diga el médico que ya lo puedo dejar de usar".
En estos días en que ha guardado reposo, Joselito ha reflexionado acerca de su actual temporada europea, en la que ya tiene hechas algunas cosas, como son la corrida del lunes 15 de agosto en Almendralejo, una plaza de Badajoz, donde está anunciado con una corrida de Victorino Martín, al lado de José Garrido y el flamante matador Manuel Perera.
"Aún es pronto para confirmarlo, pero hay interés de parte de algunas empresas por contratarme, lo cual me llena de satisfacción luego de hacer el esfuerzo en Madrid, adonde sabía bien que no iba en las condiciones que hubiera querido. Pero quería quitarme el mal sabor de boca de San Isidro 2017 y me encontraba en un gran momento para venir, por ello decidí aceptar lo que me ofrecieron. Creo que he cumplido con el cometido y demostré que estoy vigente y con ganas de abrirme puertas en Europa".
Joselito Adame es uno de los toreros mexicanos más activos de la historia del otro lado del Atlántico, ya que en sus casi 15 años de alternativa (los cumplirá el próximo 7 de septiembre), ha toreado un total de 185 corridas (150 en España; 34 en Francia y una en Portugal), y conforma el cuadro de honor de los cinco espadas más activos en un lapso de poco más de un siglo.
En esa lista de privilegiados, que han toreados más corridas de toros en plazas de los tres países taurinos de Europa (España, Francia y Portugal), se encuentran figuras de la talla de Rodolfo Gaona (539), Fermín Espinosa "Armillita" (383), Luis Freg (294), Carlos Arruza (228), y en la quinta posición aparece su nombre, con esos 185 paseíllos en su brillante palmarés. Y este logro se debe a su profesionalismo y dedicación que lo mantiene, hoy día, como la figura más emblemática de México y el torero de su generación hasta nuestros días, más reconocido por los públicos de la Europa taurina.