Isaac Fonseca está ante el reto más trascendente de su vida profesional, ya que el próximo sábado hará nuevamente el paseíllo en la plaza de Las Ventas de Madrid, en uno de los carteles de la Feria de Otoño, al lado de Manuel Diosleguarde y Manuel Perera, otros de los dos novilleros más importantes del momento, para lidiar un encierro de Fuente Ymbro.

Y será la segunda ocasión que el moreliano pisará este coso, porque no hay que olvidar que el 14 de octubre de 2018 toreó la novillada final de "Camino hacia Las Ventas", aquel certamen de novilladas sin picadores del que fue el ganador.

Al echar esa mirada atrás cabe recordar que a Isaac Fonseca nadie la ha regalado nada, y que es uno de los toreros mexicanos sobrevivientes de la pandemia en España: aguantó el tirón, se quedó por allá plantándole cara a la incertidumbre, sobrevivió no sin dificultades y se forjó el carácter.

Lejos de casa, de su familia, de la tierra que lo vio nacer, este michoacano de mirada serena y aguda inteligencia, ha demostrado que tenía razón; que su recio empeño le iba a traer muchas satisfacciones, y que, al cabo de un par de meses de intensa actividad, se iba a convertir uno de los novilleros mexicanos más destacados, pues en este tiempo ha toreado 17 festejos con un balance de 33 orejas y tres rabos cortados. Y nada de esto ha sido obra de la casualidad.

Porque desde que debutó en la Plaza México en aquel certamen sin picadores de 2016, apuntó muy buenas maneras y un concepto del toreo clásico en el que se percibía un valor sólido y una gran ambición, la misma que lo ha llevado a ser noticia gracias a un esfuerzo que habla de madurez como persona. Isaac sabe lo que quiere, y eso se nota en cada uno de sus gestos en la plaza; en cada uno de los detalles cuando está frente al toro.

Hace más de 57 años que un novillero mexicano no sale a hombros en Madrid. Antonio Sánchez "Porteño", aquel torero acapulqueño fue el último que consiguió abrir la Puerta Grande cuando cortó las dos orejas a un novillo del Conde de Mayalde, el 31 de mayo de 1964, en plena feria de San Isidro.

Este sábado en Las Ventas, Isaac Fonseca tendrá que ratificar todo cuanto ha conseguido hasta ahora, y salir mentalizado a triunfar, pero no desde la presión que representa torear en Madrid, o que los ojos del México taurino estarán puestos en él, sino desde el plácido gozo de quien ya cruzó el río nadando, sin mirar atrás.

Una vez más, como lo hemos venido haciendo desde hace unos 15 años, ahí estaremos en Las Ventas para transmitir la una actuación de un torero mexicano en Madrid. Y la ilusión está a tope, conscientes de que algo grande puede pasar ahí. Ojalá que nos puedan acompañar, porque estoy seguro de que vamos a disfrutar la narración de una novillada que nos hará vibrar a todos, a través de la magia de la radio.