Las corridas programadas en la Maestranza de Sevilla en las próximas semanas, no se realizarán, según ha comunicado la empresa Pagés, debido a que la Junta de Andalucía no permite que se venda el 50 por ciento de las localidades de la plaza para cada festejo (unas 5 mil localidades) y exige que se cumpla dicho porcentaje, pero con una distancia interpersonal de 1.5 metros entre cada espectador.

Con esta medida tan inflexible, Ramón Valencia, gerente del coso, ya había dicho que no era viable abrir la plaza, y aunque intentó hacer todo lo posible por dar toros, incluida la presión mediática a la que se sumaron varios toreros a título personal, y distintas instancias taurinas, por ahora no habrá toros en la capital andaluza.

El sentimiento generalizado, tanto de los profesionales como de los aficionados, es el de la indignación, pues parece que la ley no es pareja para todos, ya que en otros espectáculos, como el teatro por ejemplo, esta normativa del 1.5 de distancia interpersonal no se cumple.

Por más intentos que hizo la empresa Pagés de que las cosas sucedieran, y el largo ayuno taurino llegara a su fin, hasta se animó a implementar un exhaustivo protocolo de sanidad y prevención, que incluía la realización de pruebas Covid antes de entrar a la plaza, entre otras medias que facilitaban llevar a cabo el proyecto.

Sin embargo, y como lo han externado algunos toreros públicamente, da la impresión de que el gobierno está aprovechando la coyuntura para dar un duro golpe al sector taurino, ya de por sí vapuleado con la crisis de la pandemia. Esta decisión seguramente levantará una gran polvareda que se espera sirva para llamar la atención de la sociedad y la exigencia de un trato respetuoso e igualitario para la Fiesta.

El boletín de prensa enviado por la empresa dice lo siguiente:

Ramón Valencia ha comentado que su intención es que los carteles anunciados se puedan celebrar en septiembre, en la llamada "Feria de San Miguel". Las combinaciones que se quedaron anunciadas son éstas: