Los caminos del toreo...
Jorge Mora y Arturo Macías destacaron en el festival de esta tarde
Con mucho ambiente y muchas ganas de ver toros, se realizó hoy el Festival del Olivo, en la Finca Cuatro Caminos, propiedad de Arturo Macías, en donde la gente disfrutó distintos pasajes de la tarde en la que Jorge Mora y el propio Macías, hicieron las dos faenas de mayor calado, con sendos novillos que permitieron el mayor lucimiento, uno de Cortina Pizarro y el otro Santa Inés, que dieron buen juego.
La organización del evento, auspiciado por la Secretaría de Turismo del estado de Aguascalientes, fue un ejemplo de civismo que siempre ha caracterizado al público taurinos, que en todo momento atendió a las recomendaciones de la normativa sanitaria.
Jorge Mora celebró el 25 aniversario de su alternativa muy a gusto, pues anduvo por el ruedo con soltura, sintió cada detalle y toreó con temple y calidad, a lo largo de una faena artística en la que aprovechó la buena condición del de Cortina Pizarro, sobre todo cuando cogió la muleta con la zurda.
También los adornos tuvieron donaire, y esa solera que suelen tener los toreros maduros que durante su carrera prodigaron el toreo de clase. Los cambios de mano y los de la firma, éstos últimos muletazos ya poco vistos en la actualidad, abrocharon una obra estructurada y sentida, que no pudo rubricar como merecía, pues mató de una estocada baja, indigna de tan entonada obra.
Arturo enfrentó un novillo castaño que tuvo clase, y ello le permitió disfrutar el toreo desde que se abrió de capote con dos largas cambiadas que entusiasmaron al público, en las que hizo gala de su habitual dinamismo.
Luego hizo un buen quite por tafalleras, y más tarde cuajó muletazos templados, cadenciosos y largos, en los que giró suavemente sobre los talones. La faena fue mantuvo el interés de la gente, que lo alentó con cariño, y aplaudió con fuerza esa forma de torear que ha ganado en poso y lentitud.
Con el afán de redondear, alargó un poco de más la faena y el novillo le pasó factura, pues no pudo matarlo con prontitud, sin embargo, al final le pudo cortar una oreja.. Al margen de ello, al final de la lidia dio una aclamada vuelta al ruedo motivado por los aplausos de un público que hoy reconoció la labor del torero y también la faceta emprendedora del hombre.
Luis Fernando Sánchez recibió muy animoso de capote al segundo ejemplar, de la ganadería de Guadiana, que tenía transmisión, pero que llegó andarín y fue incómodo en la muleta, así que, después de pasarlo de muleta por ambos pitones, le robó algunos pasos de valía, antes de darle muerte, al segundo viaje, de una estocada entera y tendida.
El Capi Ramírez no pudo mostrarse, y fue una pena porque una buena parte de los viejos aficionados de "Aguas" vinieron a verlo con la ilusión de ver su arte, ese que, como dice el refrán, no hurta, sino que lo hereda. Y el mejor ejemplo de esto era el entrañable doctor don Alfonso Pérez Romo, caleserista de hueso colorado, que a sus 95 años de edad sigue dando cátedra de bonhomía. Para él fue el sincero brindis de El Capi, pero hoy no pudo ser, pues el de San Isidro, criado por su sobrino Francisco Guerra Ibarra, era flojito y se quedaba corto.
El Capi intentó dejarle la muleta retrasada y ponerse en el hilo del pitón, muy en el aire del toreo de otro tiempo, para ver si así conseguía sacarle algún provecho, y sólo en contados destellos de su consabido arte consiguió andar a gusto, más con la mano diestra, pues por el otro pitón el novillo desarrolló sentido y cortaba el viaje.
Tampoco lo vio claro con la espada, y hasta en el primer pinchado, en el que se enfrontiló, resultó volteado sin mayores consecuencias, por fortuna, antes de saludar una ovación que premiaba el mérito de seguir siendo torero, y de estar siempre ahí, sembrado, en el sitio.
Así concluyó esta primera jornada taurina en la que los toreros y la gente se reencontraron consigo mismos, deseando ya que pase el problema de la pandemia del coronavirus para poder volver a todas las plazas de México, desde está, en una preciosa finca de olivares, donde hoy se dio un gran paso adelante, hasta las monumentales.
Y mañana, a la novillada, de luces, en otro evento que será histórico, por tratarse del primero con presencia de público en los tendidos. Ahí estaremos para reseñarlo en vivo, a través de la magia de la radio. Que se abran, pues, los caminos del toreo... y de la esperanza para la Fiesta, como ocurrió hoy en este bello paraje hidrocálido.
Ficha
Pabellón, Ags.- Finca "Cuatro Caminos". Festival del Olivo. Lleno del aforo permitido. Novillos de San Isidro, flojo y sin recorrido; Guadiana, con transmisión, pero andarín e incómodo; Cortina Pizarro, manejable; Santa Inés, noble y con calidad. José Antonio Ramírez "El Capitán": Ovación. Luis Fernando Sánchez: Ovación. Jorge Mora: Oreja. Arturo Macías: Oreja. Incidencias: Al finalizar el pasillo se preguntó un minuto de aplausos a la memoria del juez Ignacio Rivera Río, fallecido en días pasados. La empresa organizadora entre unos reconocimientos, de manos del matador Fernando Ochoa. Destacó en banderillas Aldo Navarro, que saludó una ovación en el 2o. El festejo cumplió con las adecuadas medidas de seguridad que estipularon las autoridades gubernamentales.
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