Muchos toreros y ganaderos han hecho poco caso de aquella sugerencia de quedarse quietos en medio de esta pandemia, desestimando así la recomendación hecha por las agrupaciones taurinas, que mediante sendos comunicados han solicitado calma y sosiego a sus agremiados, con un mensaje responsable y políticamente correcto.
Pero la gente del toro es muy inquieta, y quizá siente que el toreo se le escapa entre las manos, como apuntaba Jorge Arturo Díaz Reyes en su viñeta del martes pasado, titulada "Tiempos virtuales". Efectivamente, estos son tiempos en que los aficionados han estado sumamente activos virtualmente, tratando de crear esa conciencia colectiva de su amor por la tauromaquia, en un gesto que les honra.
El taurino suele ser arrojado, y más aún en un medio donde los toreros, por ejemplo, siempre están remando contracorriente, aguantando humillaciones, enfrentando a la adversidad sin descanso. Y contra eso no hay recomendación que valga, mucho menos para un indómito de los ruedos, como es el caso de
Arturo Macías, que está demostrando su talante emprendedor.
Porque no sólo en abril fue uno de los que alteró el estado de las cosas, como también lo hizo el ganadero Antonio de Haro en Tlaxcala, sino que ahora encabeza un atractivo movimiento taurino con el aval del gobierno de Aguascalientes, para celebrar dos festejos con público, que serán los primeros desde que comenzó el estado de alarma generado por el coronavirus.
Y si la autoridad permite el 30 por ciento del aforo en un evento de este tipo, pues con eso nos basta –como lo está haciendo el cine–, y luego ya se verá qué pasa, claro, mientras se cumplan todas las normas sanitarias, por supuesto. Aquí el mensaje que toca enviar a la sociedad es que seguimos vivos, pues hay quienes desean ver morir a la Fiesta, sobre todo los antitaurinos que acechan desde la perversión del animalismo.
Este fin de semana en la finca "Cuatro Caminos" de Macías se llevará a cabo el primer "experimento" taurino con público, y el domingo habrá una novillada que se puede calificar de "histórica", si se considera que será con toreros vestidos de luces y ante la presencia de unos cuantos aficionados que volverán a encontrarse con la pasión del toreo.
Qué distinta circunstancia la de Arturo hace un año en Las Ventas de Madrid, cuando lo vimos caer gravemente herido delante de nuestro micrófono. Ahora, en cambio, ahí está mirando al futuro con esperanza, y las ganas de hacer cosas nuevas que tendremos el privilegio de contarles a través de la magia de la radio, como en otras grandes citas de años pasados, en un hecho que nos devolverá la gratificante sensación de… sentirnos vivos.