En el último toro de la tarde, Diego Sánchez tuvo la capacidad de mostrar su gran proyección y triunfó a lo grande al tumbarle dos orejas al de Santa María de Xalpa, el ejemplar más completo de un encierro compuesto por varios cuatreños donados por sus criadores para la corrida a beneficio de Tauromaquia Mexicana.
Ya desde la pasada Feria de Aguascalientes, el menor de la dinastía había dejado la impronta de torero valiente y carismático. Y quizá lo más importante es que avanza a cada tarde, algo ciertamente difícil para un chaval que se viste de luces de manera esporádica. Pero por eso este triunfo debe ser la plataforma de despegue de su carrera, con la repercusión que supone salir a hombros de una monumental y lego de haber estado francamente bien.
El mérito de la faena de Diego fue haberse puesto en el sitio delante de un toro que pedía precisamente eso: un tío con raza para quedarse ahí y sacarle el mayor provecho, lo que hizo al torear con suavidad a la verónica y más tarde por ambas manos, muy en línea, dando confianza al de Xalpa.
La gente se compenetró con Diego, que está dotado de un desparpajo juvenil y natural, que fue la guinda del trasteo. Y como a la hora de entrar a matar se fue derecho detrás de la espada, cortó dos merecidas orejas y ganó el Escapulario de Plata, digno trofeo a su entonado quehacer.
La otra faena premiada de la tarde fue la que Arturo Macías hizo al segundo, un toro complicado de Boquilla del Carmen con el que estuvo centrado, y en la que hizo gala de cabeza, valor y recursos, antes de colocar una estocada eficaz de la que obtuvo una oreja.
Los que merecieron haber triunfado también fueron Ignacio Garibay y Fermín Rivera, que rayaron a gran nivel. El capitalino enseñoreó su madurez delante de un toro de Los Encinos que tuvo calidad y poca fuerza.
Desde que lo saludó con el capote, Nacho mantuvo el mismo tono de temple, cadencia y ritmo, un detalle que habla de un concepto claro del toreo. La estructura de la faena, las pausas, y el gusto que puso, calaron en el tendido. Mató de una estocada entera y un certero golpe de descabello para saludar una cariñosa ovación en el tercio.
Fermín construyó una faena relevante a un noble toro de Campo Real que tenía un magnífico pitón izquierdo. El potosino ancló las zapatillas en la arena y tiro del toro con mucha autoridad, trazando naturales largos y toreros, con esa profundidad que brota de su pureza.
Porque no era fácil ver venir a ese toro tan despacio y esperarlo a que decidiera meter la cara para encauzar su embestida con tanta exquisitez como lo hizo. Sin embargo, la mala racha que carga con la espada lo privó de triunfar, aunque ahí queda su toreo, que es esencia.
Juan Pablo Sánchez no tuvo suerte en el sorteo y se llevó un toro de Pozo Hondo un tanto basto de hechuras y reservón, que terminó escupiéndose continuamente de la muleta, por lo que el hidrocálido decidió abreviar.
El de Santa Fe del Campo fue incierto, y aunque Arturo Saldívar le buscó las vueltas con entrega, sólo consiguió algunos redondos de calidad en medio de otros pases en los que no hubo acoplamiento, ya que el ejemplar zacatecano acabó topando y embistiendo sin entrega.
Este triunfo de Diego Sánchez le vino a la feria como agua de mayo, pues ningún otro espada, hasta ahora, había cortados dos orejas a un mismo ejemplar, una circunstancia que lo perfila como triunfador del ciclo, amén de lo que el próximo domingo tengan que decir Joselito Adame y Ginés Marín, que compartirán créditos con el rejoneador Andy Cartagena para lidiar toros de Bernaldo de Quirós.
Ficha Zacatecas, Zac.- Plaza Monumental.- Cuarta corrida de feria. Media entrada en tarde soleada y calurosa. Toros de distintas ganaderías en el siguiente orden:
Los Encinos, Boquilla del Carmen, Campo Real, Pozo Hondo, Santa Fe del Campo, y
Santa María de Xalpa, de los que sobresalió el 6o., que fue el más completo. Pesos: 540, 535, 510, 582, 532 y 522 kilos.
Ignacio Garibay (grana y oro): Ovación.
Arturo Macías (negro y oro): Oreja con algunas protestas.
Fermín Rivera (salmón y oro): Ovación tras aviso.
Juan Pablo Sánchez (caldera y oro): Silencio.
Arturo Saldivar (verde esmeralda y oro): Silencio.
Diego Sánchez (verde olivo y oro): Dos orejas. Incidencias: Destacó en banderillas
Carlos Martel, que saludó en el 1o. y el 6o., y
Gustavo Campos en la brega.
Diego Sánchez ganó el Escapulario de Plata que estaba en disputa.