El matador Diego Urdiales será uno de los cinco toreros españoles que han confirmado su alternativa en la Plaza México a una edad más avanzada, conjuntamente con Paco Ojeda, Rafael de Paula, Emilio Muñoz y Juan Antonio Ruiz "Espartaco", en un curioso hecho anecdótico.

Nacido en Arnedo, La Rioja, el 31 de mayo de 1975, ratificará esta tarde su doctorado en el coso de Insurgentes con 40 años cumplidos, y luego de 16 de haber recibido la alternativa en la plaza francesa de Dax, el 15 de agosto de 1999, de manos precisamente de Paco Ojeda y ante el testimonio de Manuel Díaz "El Cordobés", con toros de Puerta Hermanos.

El más veterano

Paco Ojeda había venido a México en 1984 cuando se había colocado en figurón del toreo, y toreó dos corridas consecutivas en la plaza "Santa María" de Querétaro, que al final resultaron escandalosos por la poca presencia de los toros que enfrentó. Al cabo de 15 años, y habiendo toreado varias temporadas como rejoneador, decidió regresar a México a ratificar el doctorado que le había dado Santiago Martín "El Viti" en El Puerto de Santa María en 1979.

Su confirmación tuvo lugar el 3 de febrero de 2002, acartelado con Miguel Espinosa "Armillita", Enrique Ponce y Rafael Ortega, con toros de Teófilo Gómez. Para ese entonces, el revolucionario espada de Sanlúcar de Barrameda contaba 47 años de edad y 23 de haberse doctorado. Esa tarde no le rodaron bien las cosas, pero a Ponce sí; el valenciano cortó dos orejas al toro "Quinito" (bautizado así en honor de Joaquín "Quino" Leal, que fuera mentor y apoderado de David Silveti), al que le hizo una faena de gran calado.

Un grosero baño de cerveza

Si a Madrid tardó catorce años en ir a confirmar, el caso de El Paula es un tanto similar al anterior, pues tardó mucho tiempo en venir. El gitano nació en Jerez el 11 de febrero de 1940 y se doctoró en la Maestranza de Ronda en septiembre de 1960, en una corrida goyesca, de manos del maestro Antonio Ordóñez. Todo un sueño, sin duda.

Llegó a La México cuando estaba a unos cuantos días de cumplir 40 años de edad, en una corrida que tuvo lugar el 27 de enero de 1980. Dio muerte al toro "Caramelo", de Jesús Cabrera, en presencia de Curro Rivera y César Pastor, mientras que el segundo de su lote se le fue vivo. De esa tarde se recuerda un hecho muy grosero, sobre todo tratándose de un buen aficionado, como lo era Carlos Godoy, de la Porra de Ingenieros, que enfurecido al borde de la histeria cometió el atropello de arrojarle una cerveza en la cara.

A las dos semanas toreó otra corrida, el 10 de febrero, un día antes de cumplir 40 años, y fue la última de su carrera en este escenario. Compartió cartel otra vez con Curro Rivera, y Miguel Espinosa "Armillita", con toros de la divisa de Rancho Seco. En dicha ocasión pasó sin pena ni gloria. A los años regresó a La México pero como apoderado de Morante de la Puebla, y los taurinos y la afición, en general, le hicieron tanta alharaca que el gitano se marchó feliz de la vida y reconciliado con México.

Un año antes de retirarse

Nadie imaginaba que Emilio Muñoz, el torero nacido en la calle Pureza del sevillano Barrio de Triana iba a venir a confirmar su alternativa luego de tanto tiempo sin pisar una plaza mexicana. El hecho se dio el 16 de enero de 2000 de manos de Manolo Mejía, y teniendo como testigo a Óscar San Román, con toros de Rancho Seco, unos meses después de haber cuajado una faena histórica al bravo "Jarabito", de la divisa de Zalduendo, en la Maestranza de Sevilla.

Aunque llegó al país con tiempo para meterse al campo y prepararse, no consiguió acoplarse a la despaciosa e incierta embestida del toro de la ceremonia, mientras que al otro lo mandó castigar muy fuerte en el caballo y quedó para el arrastre. La faena a este ejemplar no duró ni dos minutos, hecho que le granjeó los pitos de la gente.

Después de torear en "El Progreso"

Y Juan Antonio Ruiz "Espartaco" fue otro de los toreros que tardó mucho tiempo en venir al coso de Insurgentes, habiendo toreado solamente una corrida en suelo azteca en la desaparecida plaza "El Progreso" de Guadalajara, el 18 de octubre de 1981, cuando el empresario Ignacio García Aceves celebró medio siglo al frente de su plaza y lo trajo a torear, conjuntamente con Emilio Muñoz, la corrida de la ganadería de San Mateo, que por entonces ya había adquirido completa a Antonio Llaguno García.

Tuvieron que pasar casi dos décadas para que le dieran "el abrazo" en La México, la tarde del 21 de noviembre de 1999, cuando ya tenía 37 años de edad y 20 de alternativa, cifras idénticas a las de Muñoz. Y la de Espartaco ha sido, de los toreros de edad avanzada, la más grata que se recuerda.

El encargado de cederle los trastos fue Eloy Cavazos, en presencia de Alfredo Gutiérrez, que ese día obtuvo un importante triunfo con los toros de De Santiago. El torero de Espartinas templó con suavidad al toro de la ceremonia, y se tragó la bronca por la escasez de trapío del quinto. Así que decidió regalar un sobrero que no fue fácil y con el que apechugó gallardamente y fue ovacionado.

Resulta significativa la observación, pero ninguno de los cuatro espadas mencionados consiguió cortar trofeo alguno en la tarde de su confirmación de alternativa, y tampoco torearon más de una corrida, salvo El Paula, que venía contratado dos tardes. Tampoco actuaron en otros cosos, salvo en los mencionados de Querétaro (Paco Ojeda) y Guadalajara (Muñoz y Espartaco). Ojalá que este no sea el caso de Diego Urdiales, por supuesto, y que el riojano consiga romper esa mala racha de toreros veteranos en tardes de confirmaciones inesperadas.

¿Y el caso contrario cuál es?

Julián López "El Juli" se hizo torero en México, y luego de su triunfal paso como novillero por La México, en el verano de 1997, vino al año siguiente a confirmar su alternativa, cuando apenas había cumplido los 16 años y dos meses de edad, ya que la ceremonia se llevó a cabo el 6 de diciembre de 1998, de manos de Miguel Espinosa "Armillita" y con Mario del Olmo en el cartel, con un encierro de De Santiago.