Ante una buena entrada y buen clima se dio la segunda corrida de la temporada en la Plaza Monumental “Las Playas”, de Tijuana, en la que el michoacano Fernando Ochoa dio el campanazo fuerte al indultar a un sobrero de Fernando de la Mora corrido en séptimo lugar.
Fernando toreó bien de capa a un toro al que no se le anunció nombre y que de salida no presagiaba una faena como la que fue. Ochoa al tomar la muleta inició doblándose, sin castigarlo mucho; una vez en los medios tomó la sarga con la mano derecha y corrió la mano en sendas series, gustándose y recreándose entre muletazo y muletazo.
En el toreo todo es difícil, pero lo que Fernando hizo hoy en la Monumental pocas veces se ve, ya que toreó, templó, mandó, se gustó y transmitió a los tendidos la fuerte emoción de lo que él sentía en el ruedo; toreó como pocos y demostró que está en un sitio cumbre en la fiesta de los toros.
Después de decenas de muletazos el público emocionado y al grito de “torero torero” solicitó el indulto que fue concedido por la autoridad.
Con su primero “Samito”, anduvo muy torero al abrirse de capa. Con la muleta logró buenos momentos, sobre todo al torear por el pitón derecho. El toro era un tío de impresionante trapío y el torero le echó voluntad y entrega, lo que no hizo el burel. Ochoa lo mató de una estocada en buen sitio y le concedieron una oreja.
Cabe señalar que el toro que indultó salió en séptimo lugar, debido a que el corrido en cuarto lugar de la lidia ordinaria fue inutilizado después de picado, por lo que la empresa opto por obsequiar un sobrero.
José Mauricio fue otro de los triunfadores de la tarde al cortarle las dos orejas al quinto de la tarde, “Codiciado”, con el que logró momentos de torero grande al torear con la muleta.
Mauricio toreó por naturales por ambos lados como pocos, se acopló bien a la embestida de su toro y giró una y otra vez sobre su cintura, logrando muletazos de gran empaque y clasicismo; mató como pocas veces se ve en esta época, “recibiendo”, dejando una entera en excelente sitio, para que la autoridad le concediera las dos orejas.
Una vez más, José Mauricio nos hizo augurar esperanzas e ilusionarnos al pensar que en él hay una posible figura del toreo. De él depende.
Con su primero, “Tequis”, estuvo voluntarioso, el toro no valía nada, era una masa sin fuerza, y a pesar de eso el torero puso voluntad y entrega, logrando por momentos buenos muletazos. El público se lo agradeció y lo sacó a dar una vuelta al ruedo.
Manuel González “Montoyita” tomó la alternativa con el toro “Sueños Imposibles”, con el que anduvo bien de capa. Con la muleta tuvo momentos buenos, sobre todo al torear por el pitón derecho, pero sin mantener el nivel de emoción en los tendidos. Mató después de un pinchazo y todo quedó en una fuerte ovación.
El sexto de la tarde, “Deportista”, fue el toro con más clase de la corrida y debió irse al destazadero sin las orejas y quizá sin el rabo, pero desafortunadamente no fue así; Montoyita tuvo en sus manos el toro con el que podía haber salido a hombros junto con Ochoa y Mauricio, pero se retiró en medio de silencio.
Segunda corrida de la temporada. Buena entrada y agradable clima. 6 toros de Julián Hamdan, totalmente disparejos en presentación, pinta, trapío y peso, de juego desigual. Destacó por su calidad el 6o., premiado con arrastre lento. El 7o. fue un sobrero de Fernando de la Mora, que mereció el premio del indulto. Pesos: 432, 475, 460, 480, 533, 540 y 470 kilos. Fernando Ochoa (violeta y oro): Oreja, silencio e indulto. José Mauricio (salmón y oro): Vuelta al ruedo y dos orejas. Manuel González "Montoyita" (azul cielo y oro): Ovación y silencio. Montoyita tomó la alternativa con el toro "Sueño Imposible", de la vacada de Julian Hamdan, número 38, berrendo.