Octavio García "El Payo" se consolidó como el triunfador de la tradicional corrida de Día de Muertos en la Monumental de Morelia, pues cortó la única oreja del festejo tras firmar una labor entonada y en la que sobresalió la entrega demostrada en el redondel.

No cabe duda que el joven espada queretano va en franco ascenso y que, tarde a tarde, se va encontrando mejor como torero. Ante el quinto de la tarde regaló una actuación maciza, con las zapatillas bien asentadas, así como voluntad, lo que quedó de manifiesto desde los bellos lances a la verónica con los que recibió al ejemplar.

El toro de Jorge de Haro fue manejable y El Payo pudo endilgarle muletazos de bella factura, tanto por derecha como al natural. Y cuando el ejemplar vino a menos, Octavio no se aburrió y siguió en la misma línea, para rematar de una tremenda estocada y pasear el trofeo de forma merecida.

Su primero tuvo poco fuelle y se quedó parado muy pronto, por lo que los esfuerzos del queretano no tuvieron la recompensa que esperaba. Luego de intentarlo, demostrando una muy buena actitud, decidió ir por la espada para abreviar acertadamente.

Arturo Saldívar, que debutó en este monumental coso michoacano, logró dejar patente la clase que atesora, aunque las orejas no llegaron a su espuerta. Puesto y dispuesto, corrió la mano en buenos trazos ante su primero y logró emocionar a los tendidos, aunque no estuvo certero con la espada y perdió la posibilidad de tocar pelo.

El hidrocálido poco pudo conseguir ante el que cerró la función taurina, pues el ejemplar desarrolló complicaciones y fue poco propicio para el lucimiento. Más allá de esta situación, Saldívar se notó esforzado y, con solidez, solventó la papeleta delante de este sexto.

No hubo suerte esta noche para el nacido en Uriangato, Israel Téllez, y no pudo lograr un triunfo como los muchos que ha conseguido en la capital michoacana. Intentando agradar, colocó banderillas en sus dos ejemplares con más mérito que lucimiento. Su primero le permitió dejar algunos momentos interesantes, pero su segundo poco se prestó y solamente se le pudo ver dispuesto.