Primeras reacciones a la muerte de Mariano
Sábado, 06 Oct 2012
México, D.F.
Redacción | Foto: Archivo
La capilla ardiente, desde anoche, en la sede de la Asociación de Matadores
La triste noticia de la muerte del maestro Mariano Ramos ha provocado distintas reacciones en el medio taurino, ya que cubrió toda una época dentro de la Fiesta, en la que consiguió logros muy significativos a lo largo de su brillante carrrera de más de cuatro décadas en activo.
La consternación se ha generalizado con motivo de su repentino fallecimiento, y en la siguiente información agrupamos las opiniones, recuerdos y anécdotas que nos han ofrecido algunos de sus compañeros y amigos, que le darán este sábado el último adiós con una misa de cuerpo presente, programada a las 15:30 horas, en la Asociación de Matadores, donde siguen siendo velados sus restos.
Posteriormente, los restos del maestro será trasladado a la agencia funeraria de Gayosso de Sullivan donde será incinerado.
Jesús Solórzano (matador de toros):
"A Mariano lo conocía cuando era apenas un chiquillo y andaba charreando en el Rancho del Charro de Schiller, en Polanco. Nació montado en un toro y en un caballo, así que su destino no era otro sino ser charro y torero. Nos queríamos muchísimo y sempre nos admiramos mutuamente. Tenía unas condiciones inmensas como torero y fue una figura muy respetada de nuestra época. Como compañero era ejemplar y un caballero, decente y bien nacido. Tenía una disciplina impresionante para su profesión, y a veces me llamaba a las cinco de la mañana por teléfono para platicar y para invitarme a entrenar y, claro, yo le decía que estaba loco y le colgaba. Me ha pesado mucho enterarme de su muerte".
Rafael Gil "Rafaelillo" (matador de toros):
"Estoy devastado, muy triste pues, además de perder a una figura del toreo, Mariano fue mi compañero durante nuestra etapa como novilleros. A él lo conocí en el año de 1968 o 1969, cuando su papá, Rafael Ramos, me invitó a correrle y banderillearle un novillo a Mariano en la plaza de Celaya, en aquellas épocas en las que yo andaba de torerillo. Y bueno, ya después alternamos muchas veces y, todavía como novilleros, llenamos la Plaza México en un mano a mano ante un encierro de Jesús Cabrera. Lamento en el alma la muerte de un amigo, uno de los toreros más poderosos que yo he conocido y al que nunca le dieron siquiera una cornada, un ejemplo para todos; ya lo alcanzaremos por allá. Mando mi sentido pésame a toda su familia y les deseo pronta resignación".
Arturo Magaña (matador de toros):
"Su debut como novillero en la Plaza México lo toreó conmigo, y también su despedida como tal en la plaza San Marcos de Aguascalientes, mi tierra. Así que desde entonces teníamos una buena relación. Mariano era un gran compañero; ejemplar diría yo, y tuve oportunidad de decírselo cuando convivimos con motivo del homenaje de El Vito. Creo que le halagó mucho que se lo dijera porque fue con cariño y sinceramente. Fue una gran figura del toreo a la que quizá le faltó una administración más contundente, pues en el ruedo siempre respondió con mucho carácter y me parece que quizá su forma de ser impidió tener una adminitración más sólidad. De cualquier manera, ahí está su palmarés, al a vista de todos, para ser admirado de aquí pa los restos".
Antonio Urrutia (matador de toros):
"Hace algunos años no tenía mucho trato con él, pero de un tiempo a la fecha nos hicimos amigos y comprendí que era un hombre sensible y bueno, y cuando entrabas en confianza con él hasta te gastaba bromas o te decía chascarrillos. Ha sido una pena su muerte porque nadie esperábamos que ocurriera de esta manera tan rápida, sobre todo cuando supimos que se encontraba enfermo y lo acompañamos al Sanatorio Durango para que fuera hospitalizado. De los toreros de su generación, será recordado como un gran maestro, una figura del toreo que está en el círculo de honor de los años setentas y ochentas al lado de otros grandes toreros como Manolo Martínez, Eloy Cavazos y Curro Rivera, entre otros".
Luis Fernando Sánchez (matador de toros):
"Se fue un gran torero, pero sobre todo un gran ser humano, pues Mariano era una persona sensacional y que siempre estaba dispuesto a ayudarte. Como matador de toros fue uno de los más grandes en nuestro país y mucho le dio a la Fiesta brava nacional. Tuve la oportunidad de alternar con él en varias ocasiones y era todo un profesional del toreo, de las zapatillas a la montera. Es una muerte que enluta al toreo mexicano y por supuesto que me pesa mucho".
Antonio Vega (matador de toros):
"Mariano era un hombre que se entregaba mucho cuanto era tu amigo. El último festival que toreé en público me invitó a participar, fue un homenaje a don Jaime Rojas Palacios, que también nos dejó hace algunos meses, y alternamos en "La Florecita", lo que para mí fue un gran orgullo. Siempre me dio consejos muy buenos en las tientas y su trato fue muy agradable porque no era envidioso, sino muy al contrario; era generoso y una gran persona. Su muerte me pesa mucho porque en los últimos años hicimos una amistad bonita y hablábamos mucho de toros, pues Mariano tenía una enorme afición y le gustaba estar enterado de todo y compartir experiencias y sentimientos con la gente que se sentía cercana".
Marcial Herce (matador de toros):
"Esta noticia ha sido muy sorpresiva y me cuesta creerla, pues el maestro estaba fuerte y como un toro, y vivía con permanente ilusión por torear. Incluso, habíamos hablado para que toreara en San Miguel de Allende. Mariano llevaba una gran amistad con mi padre y fue mi mentor, a su lado aprendí el toreo y recorrí todas las ganaderías de México; él me forjó y hasta que me dio la alternativa, pues fue mi padrino. Como charro era extraordinario, de aquellos a los que volteas a ver y admiras, queriendo ser como él; un maestro, como charro y como torero, un ser humano excelente y de una sola pieza en todas sus facetas".
Juan Luis Silis (matador de toros):
"Estoy destrozado. No puedo creer lo que ha pasado. Apenas ayer comentamos que todo iba a salir bien y estuve pegado a su lado en el hospital, pero Dios se lo quiso llevar y ahora tengo que resignarme. De hecho, le había pedido que me acompañara a la corrida del próximo domingo en Pachuca, pues siempre entrenábamos juntos en el parque de Aragón y nuestra relación era muy cercana desde que yo comencé a torear. Con su muerte se va más que un maestro; para mí era un amigo querido y un segundo padre que me apoyó siempre con sus consejos. Lo voy a extrañar mucho".
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