Fabián Barba se llevó el trofeo Jorge "El Ranchero" Aguilar que se disputó en la segunda corrida de la Feria de Teziutlán, en la que cortó una oreja, idéntico balance al de El Zapata y Alfonso Mateos, que hicieron lo más destacado de una tarde entretenida.
 
Desde hace un par de años que el hidrocálido ha venido eslabonando importantes triunfos en diversos cosos del país, muestra inequívoca del sitio que ha adquirido y la seguridad que ahora luce; se llevó el toro con mayor transmisión al que lanceó aseadamente a pies juntos, hubo cierto desorden en varas pero él se ajustó en gaoneras cambiando el panorama.

El toro tuvo mayor movilidad que los demás. aunque fue incierto pues de pronto se escupía o buscaba al torero; éste ligó series por ambos lados y se fue tras el acero que quedó trasero y caído llevándose a la espuerta una oreja.
 
Abrió plaza un toro que empujó fuerte al caballo de Pedro López, aguantando la reunión por lo que fue aplaudido. Uriel por su parte se llevó gran ovación al realizar el "tres en uno" con los palitroques. Cerca de tablas comenzó la faena que luego se desarrolló en los medios fundamentalmente por pitón derecho sin conectar lo que debía ya que el burel vino a menos, al matar de gran estocada obtuvo la primera oreja de la tarde.
 
Alfonso Mateos ha perdido varios triunfos por fallar con la espada y hoy sucedió lo contrario, pues el apéndice que le entregaron fue precisamente por la estocada de efectos inmediatos que colocó; había llevado al tercero largo en los primeros muletazos, surgiendo algunos a cuentagotas de buena factura pese a que el toro se distraía de continuo, disfrutó mucho la vuelta oreja en mano confirmando que se cortan con la espada.
 
El segundo fue un bonito berrendo en cárdeno al que Alfredo Gutiérrez fijó para lancear a pies juntos, vinieron una parsimoniosas navarras después del breve puyazo; con doblones suaves ganando terreno se lo llevó a los medios donde hilvano series con ambas manos; se empezó a rajar el toro y Alfredo a torear de pitón a pitón en busca de la igualada, dejó media delantera y tendida que no bastó metiendo enseguida otra mojándose la mano, sonó un aviso poco antes que el toro doblara.
 
Complicado fue el corrido en cuarto lugar ante el que Oliver Godoy estuvo discreto con el capote, le llamaron la atención cuando se le olvidó pedir permiso para iniciar la faena, siendo desarmado vio como el toro se tornó más complicado incluso lo cogió salvándose de un percance mayor; medio espadazo trasero y tendido no fue suficiente, recurriendo al descabello varias veces y sonó un aviso.
 
El sexto fue de bonita lámina pero no correspondió a la casta que traía, pues Angelino de Arriaga trataba de sujetarlo y el toro huía constantemente, dejando al torero sin oportunidad de lucimiento; abrevió dejando estocada casi entera luego tuvo que descabellar llevándose un aviso y algunas palmas.