Al iniciar este sábado la temporada taurina en la plaza de toros "Santamaría" con una novillada, el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, prendió el debate con su propósito de que en el distrito no se realicen más espectáculos que contemplen la muerte, como lo serían las corridas de toros.
"Todos los espectáculos, la cultura, el arte alrededor de la vida, bienvenidos, pero no lo que se construye a través de la muerte de animales o de seres humanos", puntualizó.
Por ello, el alcalde no utilizará el derecho al palco presidencial en la plaza, ni nombrará delegado.Sería la primera vez en los 81 años de historia de la "Santamaría" que el palco de la alcaldía estará vacío en los festejos taurinos.
La posición de Petro sorprendió a la tauromaquia nacional y, principalmente, a la Corporación Taurina de Bogotá, cuyo presidente, Felipe Negret, no hizo comentarios.El alcalde le notificó públicamente a la Corporación que espera iniciar una negociación para que "modifique" el espectáculo de la corrida. Su objetivo es que la "Santamaría" se abra a múltiples actividades culturales.
"Como ciudad, somos los dueños de la plaza - dijo Petro al portal El Tiempo- y, en esa medida, la política pública es la de que ese espacio no puede continuar cerrado y muerto para la cultura". De ahí que no solo revisará el contrato de arrendamiento de la plaza, que la Corporación tiene con el Distrito -que vence el 31 de marzo del 2015-, sino que les ordenará a las juntas directivas de Codensa y la ETB que no patrocinen temporadas taurinas.Por una temporada taurina la Corporación le entrega a Bogotá alrededor de 1.300 millones de pesos.
De acuerdo con Miguel Gutiérrez, dueño de la ganadería Ernesto Gutiérrez, la industria taurina es una importante fuente generadora de recursos, que financian la construcción y funcionamiento de hospitales y parques. Además, crea un promedio de 15.000 trabajos directos e indirectos por temporada en el país. Pero sobre todo, subrayó Gutiérrez, la actividad de los toros "está legalmente constituida, es parte del ancestro y de la cultura nacional".
El debate recuerda que la Corte Constitucional, en un fallo del 2010, autorizó las corridas como tradición cultural, pero siempre y cuando "se empiecen a eliminar conductas crueles".
Al nieto fundador de la plaza, Fermín Sanz de Santamaría, lo tomó por sorpresa el planteamiento de Petro, al que calificó como "facilista y populista".
El maestro César Rincón, en un cara a cara del programa Pregunta Yamid, de CM&, expresó que la Fiesta de los toros "es un ballet". En cambio, dijo que no le gustaba ver "cómo los animales terminan en la cadena cárnica". A su vez, el maestro Manzur destacó la belleza del espectáculo, pero no que "de abrebocas" se claven banderillas.
Reconocidos escritores y periodistas han escrito un manifiesto que están firmando otros aficionados al toreo, el cual reproducimos a continuación firmado por Antonio Caballero, Alfredo Molano, Víctor Diusabá y Germán Castro Caycedo:
"Las corridas de toros, como las conocemos hoy, datan en España y en la América española de la época de la Ilustración (l750-l850). Los señores de a caballo de las antiguas fiestas son sustituidos por los peones, y se escriben los primeros reglamentos taurinos, que buscan tanto proteger la vida del torero como preservar la integridad del toro hasta el momento ritual de su muerte.
"Son normas que, al ser observadas, permiten que el juego del toreo se transforme en arte. Un arte específico que contiene los ideales de la cultura hispánica: el sentido trágico y heroico de la vida. El toreo es así una gran metáfora sobre la vida y la muerte.
"Como todo arte, el del toreo no es comprendido por todo el mundo. Pero esa no es una razón para atacarlo y pretender prohibirlo con el argumento de que es cruel, detrás del cual se esconde el simple afán de prohibir los gustos y aficiones de los demás.
"Nosotros, aficionados a la llamada fiesta brava, reclamamos y defendemos nuestro derecho a gozar de una tradición artística pacífica. Reclamamos nuestro derecho a la libertad de opción cultural, como se respeta la libertad de conciencia. El ataque a las corridas es una manifestación violenta de intolerancia cultural y social. Así como no pretendemos imponerle a nadie nuestra afición, exigimos respeto absoluto por nuestros gustos y sentimientos.
También nosotros somos defensores del medio ambiente y de la conservación de las especies, que incluyen la del toro bravo, y en consecuencia las condiciones que hacen posible su crianza y su existencia".
Asimismo, en Antoquia Sergio Fajardo inicia su gobierno con el objetivo de hacerle frente a la corrupción bajo el lema "Antioquia la más educada". El gobernador anunció que, así como hace ocho años se decidió no dar plata para reinados de belleza, en este caso el gobierno de ese departamento no apoyará con recursos públicos la feria de toros. La razón -dijo- es que el Partido Verde tiene una posición frente a la fauna, la flora y el trato a los animales que difiere a estas practicas.