Si ya lo había hecho Arturo Saldívar la semana pasada, hoy Mario Aguilar puso nuevamente en alto el nombre de Tauromagia Mexicana en la Plaza México, pues el joven hidrocálido brindó una grata actuación y paseó una oreja, al igual que Zotoluco y Alejandro Talavante.
Fue Aguilar el que le tumbó la oreja a un ejemplar de lidia normal, pues las otras dos "peludas" fueron cortadas a ejemplares de regalo. Una grata sorpresa la actuación de este joven prospecto hidrocálido, pues se notan los avances en su tauromaquia y, además, conectó pronto con el tendido.
Muy coreado fue el aseado y asolerado quite por tafalleras que le recetó al primero de su lote, un ejemplar con nobleza y clase, pero que tuvo poca duración y al que entendió de buena manera para sacarle el mayor provecho posible.
Y si el público se le entregó desde su toreo de capa, el péndulo con el que inició su faena acaparó la máxima atención del respetable, que sin pestañear disfrutó de una templada tanda con la sarga en la mano derecha, en la que Mario extendió el trazo para torear en redondo y conseguir la dosantina para rematar la serie.
La cosa vino a menos cuando toreó al natural, pues el ejemplar se fue quedando parado y comenzó a regatear la embestida. A pesar de ello, el de Aguascalientes se puso en el sitio y ligó una capetillina con tres dosantinas, para luego irse como un cañón tras el acero y sepultar la espada en su totalidad, conquistando así la oreja, trofeo que paseó en son de triunfo.
El sexto de la tarde ofreció pocas posibilidades de triunfo, pues acudía deslucido a los engaños y transmitía poco. Aguilar se plantó con determinación, buscando una segunda oreja que le hubiera redituado en la salida a hombros, pero su labor no logró tomar vuelo y todo quedó en un esfuerzo sincero.
La afición había sido dura con Eulalio López "Zotoluco" en sus dos toros de lidia ordinaria. El primero punteaba y tenía un peligro sordo que mantuvo alerta al torero, que resolvió la papeleta haciendo gala de sus recursos, aunque para algún sector del público esto pasó de noche.
Su segundo se refugió en tablas y hasta allá fue Lalo para, dándole todas sus ventajas, extraer muletazos de gran mérito. Lástima que, por las condiciones del ejemplar, esta faena no alcanzó a romper del todo y poco a poco fue disminuyendo la intensidad.
Queriendo lograr el triunfo en su debut dentro de la Temporada Grande, Zotoluco decidió regalar un toro y obtuvo su recompensa, pues el ejemplar tuvo nobleza y se dejó meter mano, lo cual fue aprovechado para estructurar una faena en la que brillaron los pasajes con la mano derecha y el toreo en redondo, templando de maravilla y rematando con el de pecho, así como un par de cambios de mano.
También al natural pudo dejar trazos que calaron en el tendido, momentos en los que interpretó el toreo muy relajado, disfrutando los vítores de un público que terminó por entregarse. Luego de la estocada entera, el juez Jorge Ramos le otorgó solamente una oreja, mientras el tendido solicitaba con fuerza la segunda.
Alejandro Talavante perdió un trofeo con el primero de su lote, pues falló con el acero. Ante este ejemplar, que metía bien la cabeza pero que se apagó pronto, apareció la inventiva variedad del ibérico y logró una faena con momentos de gran intensidad, y en la que también corrió la mano con cadencia y temple.
Su segundo le puso las cosas cuesta arriba, pues se prestó poco para poder lucir. Profesional a carta cabal, Talavante hizo el esfuerzo delante de la cara de su enemigo, pero solamente logró dejar destellos de su arte.
El toro de regalo tampoco fue fácil, pues tenía poca fuerza y terminó con un recorrido muy corto. Alejandro comenzó la faena toreando templadamente por derecha, para luego regalar una tanda llena de magia e ilusionismo taurino, pues intercaló un par de arrucinas y terminó por pasarse al toro en redondo por detrás de su cuerpo, rematando con un soberbio cambio de mano por delante.
Estoico aguantó cada vez que el ejemplar se frenaba a mitad de la suerte y, con paciencia, extrajo naturales de bello acabado y pegándose un arrimón, pero sin perder la elegancia y la oportunidad de adornarse con algun detalle de su amplio repertorio. Tras la estocada, cortó una merecida oreja, mientras varios pañuelos solicitaban la segunda.
El próximo domingo estará en este ruedo otro torero surgido de Tauromagia Mexicana, como lo es Octavio García "El Payo", acartelado con el fracés Sebastián Castella y el hidrocálido Juan Pablo Sánchez, que confirmará su alternativa.