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¿Qué opinan los empresarios de las novilladas?

Viernes, 09 Jun 2023    Monterrey, N.L.    Martín Banda | Infografía: LM   
Comentan las recientes cancelaciones Castellón, Peláez y Alatorre
La repentina cancelación de dos seriales novilleriles, en los que los empresarios tenían puestas todas las esperanzas de apoyar la consolidación y surgimiento de los nuevos valores, se estrelló en el intento debido al poco interés que la afición ha mostrado para acudir a estos eventos, y las pérdidas acumuladas los han obligado a cancelar los festejos que ya estaban anunciados, tanto en el cortijo "Los Fernández" de Guadalajara, como en el cortijo "Campo Alegre" de León.

Si en otra etapa, la de los años 90, en la que como empresario Manolo Martínez dio oportunidades a novilleros que hoy son matadores de toros, más lejos aún nos queda el recuerdo de hace 40 años exactamente, cuando el solo nombre de Valente Arellano provocaba que la gente amaneciera afuera de las taquillas de las plazas a la espera de un boleto.

Hoy, la verdad sea dicha, no hay ningún novillero que atraiga, como Valente, la atención de los aficionados que cada vez están más bombardeados por otros espectáculos que les roban la atención de asistir a una plaza de toros.

"La Fiesta ya no es popular": Castellón

Erick Castellón, quien junto con su hermano ErnestoAlejandro Fernández, hicieron empresa en el Cortijo "Los Fernández" en la zona conurbada de Guadalajara, fue claro, contundente y realista en su apreciación:

"No me gustaría sonar tan pesimista, pero creo que la Fiesta está en una situación crítica porque los toros ya no están interesando al grueso de la gente y su popularidad se ha ido reduciendo conforme han transcurrido los años. Nosotros organizamos este serial porque en 2021 nos fue muy bien y dimos novilladas en el cortijo en medio de la pandemia, algo que, en su día, fue valorado por la afición de Guadalajara. Pero ahora fue muy distinto".

Al margen de la tristeza, además de la frustración que implicó haber cancelado su serial en el cortijo Los "Fernández", Erick lanzó un grito de auxilio a favor de la Fiesta.

"Creo que nos falta unión a los empresarios, a las agrupaciones, a los aficionados, a todo mundo nos falta unión taurina porque cada uno vamos por nuestro lado, y sólo miramos nuestros intereses. ¿Qué más queremos para unirnos y para poner ahorita un alto ya a esta declive taurino? Ya es momento de tomarnos de las manos, de unirnos, de echar montón, empresarios, agrupaciones, la asociación, todos debemos de unirnos porque la Fiesta está muy complicada y ya no interesa como antes", señaló.

Castellón lamentó que la afición sí tenga dinero para ir a los conciertos o al cine, por ejemplo, que ya se han vuelto espectáculos muy caros, y pongan como pretexto el no ir a las plazas por la lejanía, o el costo de los boletos, que no se comparan con los precios caros de los otros espectáculos.

"Intentamos llevar carteles bien presentados, lo mejor confeccionados y balanceados. No ocupábamos más de 380 personas para salir con los gastos y entraban 200; es decir el 50 por ciento del aforo del cortijo. Perdimos casi 200 mil pesos en dos novilladas y ya no aguantábamos otra, lamentablemente. De las peñas taurinas que hay en la ciudad de Guadalajara, solamente los miembros de una acudieron, pero eso sí, todo mundo criticando en las redes sociales, que se ha convertido en una práctica sumamente habitual de los taurinos de sillón", afirmó.

"Vendimos 82 boletos": Alejandro Peláez

Alejandro Peláez, de la empresa Tauro Espectáculos, mostró la realidad de las cosas que vivió en el cortijo "Campo Alegre" de León, Guanajuato, tras la cancelación del ciclo de novilladas denominado "Donde se apuesta la Vida".

"Fue la ruina total, lamentablemente. En esta última novillada que dimos, solo hubo 82 personas con boleto pagado. Esto fue un verdadero insulto por parte de la afición al bien hacer de la empresa. No quiero señalar a nadie en concreto, pues son muchas causas por las que está sucediendo esto, pero al final es muy lamentable que el aficionado que tanto critica que haya toros o no haya toros, no se refleje en la taquilla y no apoye a la Fiesta", indicó.

Peláez comentó que muchos aficionados pensarán que por ser una empresa económicamente fuerte podría haber seguido adelante con el serial, sin pensar en una cosa: "por más que tengas dinero a nadie le gusta perder. Hemos echado para adelante en otras tardes, pero con un poquito más de respuesta de la gente. Pero ver los tendidos vacíos después del gran esfuerzo que representa trabajar organizando un festejo, eso desilusiona a cualquier empresario y no quedan ganas de hacer más esfuerzos que no tienen un mínimo de recompensa, y no estamos hablando únicamente económica, sino de aliente y motivación a seguir adelante".

Al cortijo de León le caben 500 personas y aun así contrataron con una empresa unas gradas para ampliar a 700 el cupo en cada festejo, considerando que la gente podría responder en una ciudad de más de un millón y medio de habitantes donde, se supone, hay afición a los toros.

"Nosotros apostamos fuerte, como siempre, a la publicidad, invirtiendo aproximadamente 150 mil pesos por todo el serial, más todos los gastos que implica organizar festejos con categoría, que son, aproximadamente, otros 150 mil pesos por novillada. Nuestro punto de equilibrio era la venta de entre 380 o 400 boletos por novillada, a un costo de 500 pesos el boleto. ¿Y qué pasó?, que en nuestro único festejo que dimos, el sábado pasado, nada más se vendieron 82 boletos; es decir, que en la taquilla habían ingresado 41 mil pesos. Con eso, todo está dicho".

En la cuestión artística, comentó que no hay pretexto para no acudir a las plazas, ya que hay muy buenos toreros, que podrían interesar, pues ya en otras ocasiones se han llevado gratas sorpresas al anunciarlos.

"Pero volvemos a lo mismo. Si ellos, los novilleros, no tienen continuidad, la gente no los va a conocer y no van a conseguir tener tirón entre el aficionado. Entonces, caemos en un círculo vicioso que perjudica a la renovación del escalafón y al surgimiento de nuevos valores que, en pocos años, interesen el público. Las cosas se han tornado más difíciles por las pocas oportunidades de presentarse en público, yo creo que eso es la verdadera razón del estancamiento de la Fiesta, además de otros muchos factores, desde luego".

"No hay interés": José Luis Alatorre

Solo una empresa, Feria Toro, pudo terminar con su serial que dio en el estado de Tlaxcala, buscando la comodidad de los aficionados, en tres diferentes plazas, con cubierta para protegerlos de la lluvia y sin cubierta para disfrutar una tarde de sol.

Estas cinco novilladas se dieron en la plaza "Wiliulfo González" de Apizaco, "La Taurina" de Huamantla, y la plaza Jorge "El Ranchero" Aguilar de la capital. De hecho, la novillada de triunfadores ya no se celebró y fue aplazada para más adelante.

"No te voy a mentir, pero estuve a punto de cancelar el serial. Al final, traté de sacar esto adelante con promociones, dinámicas, invitado a la gente, dejando entrar gratis a los niños, regalando una bebida, todo lo que fuera necesario para no echar el serial para abajo. No obstante, considero, igual que mis compañeros empresarios, que es insostenible seguir dando este tipo de festejos, en los que hay un factor muy importante a señalar: a los novilleros no se les cobrar por torear", señaló José Luis Alatorre.

Lo curioso es que todos estos seriales se han dado en distintas zonas del país y el común denominador es el mismo: la gente no está yendo a las novilladas.

"Se está dando un serial en Cadereyta y tengo entendido que las entradas han sido raquíticas, aunque desconozco cómo estén trabajando en esa plaza. Creo que el común denominador es que no hay interés, y si no hay interés es que no hay ningún novillero que haga esa diferencia y que la gente quiera voltear a verlo. Pero también es cierto otra cosa: para que la gente conozca y se ilusione con un torero, hay que acudir y apoyar en la plaza y romper ese círculo negativo", señaló.

Sus pérdidas también van al tenor de las otras empresas. Invirtiendo aproximadamente 150 mil pesos por novillada, a un costo promedio de 250 pesos el boleto, necesitaba también de buenas entradas para salir tablas, de por lo menos 500 personas por evento.

"Dimos 22 puestos para los novilleros, y hubo dos novilladas de cinco toreros, pero solo tres de ellos cortaron una oreja. Ni siquiera hubo uno que cortara las dos orejas, echándoles novilladas de buenas ganaderías para que los muchachos anduvieran a gusto. También considero que falta mayor ambición".

Ahora, con estas cancelaciones de los seriales, muchos novilleros quedarán a la deriva en su preparación. Algunos, los menos, podrán irse a España, los demás, seguirán en casa.

"Te voy a decir otra cosa: en ellos también recae mucho la responsabilidad de que la gente no vaya a las plazas. Y es que tampoco les veo mucho interés. No acuden a las plazas, ni siquiera cuando se les necesita para hacer publicidad; te mandan un WhatsApp y creen que mandando el mensaje hacen presencia y no es así. Bueno, ni siquiera los ves en eventos culturales o haciéndose promoción entre grupos taurinos o entre la prensa. La verdad es que no sé en qué están pensando los novilleros, porque deberían se ser los primeros en estar ahí en las novilladas viendo qué se necesita, en qué pueden ayudar. Al menos para invitar a sus familiares y amigos, que son los que piden la oreja, pero ni siquiera eso sucede y esta es una situación lamentable".


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