Con un clima agradable y una entrada regular, se celebró la quinta corrida de la temporada de toros en la Plaza Monumental de Playas de Tijuana, la cual tenía como expectativa ser la  corrida de los triunfadores de la temporada. José Luis Angelino fue el triunfador en trofeos, pues cortó dos apéndices, pero el verdadero rey sin corona fue Alberto Espinoza "El Cuate".
 
Y es que el torero de Cadereyta fue el que puso la emoción en el ruedo; el triunfo fue sin orejas, sí, pero toreó con verdadero sentido y empaque al corrido en tercer lugar, "Muñeco", un toro con un trapío impresionante al que El Cuate recibió toreando a la verónica; jugó y bajo los brazos para lograr momentos emotivos como pocas veces se ve, ya que templar con el capote a un toro  con el temperamento del de la vacada de Arroyo Hondo, no es fácil.

Hizo un desafortunado quite por chicuelinas, que fue desafortunado porque le provocó una posible fractura en el tobillo izquierdo. Con la muleta y visiblemente dolorido, se puso en el sitio de las cornadas o del triunfo, se jugó la vida, se pasó el toro muy cerca y no podemos decir que la faena fue basada sólo  en el valor, no, fue una faena de empaque de garra y de buen toreo.

El Cuate le corrió la mano en sendos muletazos por el pitón derecho, logrando series emotivas y muy completas; por el pitón izquierdo también se puso en el sitio del triunfo y rápidamente conecto con el tendido. Para la desgracia del torero, el pie de apoyo no lo podía sostener a la hora de tirarse a matar y desafortunadamente le sonaron un par de avisos.

Al toro que era de vuelta al ruedo, tan solo se le dio arrastre lento. Aficionados, aquí hay un torero dispuesto, que tiene valor, conecta con los tendidos, tiene buen toreo y sobre todo se le nota una disposición grande de ser figura del toreo, hay que verlo. Alberto ya no pudo salir a matar al sexto toro de la tarde, debido a una posible fractura del tobillo izquierdo.

José Luis Angelino cortó un par de orejas, una a cada toro que le tocó en el sorteo. Con su primer toro, "Fanfarrón", anduvo bien con el capote y con las banderillas. Con la muleta logró buenos momentos pero sin gustarse del todo Si bien es cierto, anduvo bien en la cara del toro, también es cierto que conectó poco con los tendidos. Mató de una estocada en buen sitio y se le otorgó una oreja.

Con su segundo toro "Urraco", volvió a torear de manera aseada con el capote. Con la muleta lidió un toro débil al que no podía bajarle la mano porque rodaba pronto al piso. Por las condiciones del astado no había mucho que hacer, lo mató pronto e inexplicablemente se le concedió una oreja.

A Uriel Moreno "El Zapata" lo vimos con mucho oficio con el toro que abrió plaza "No hay que ser", un toro de la vacada de San Lucas, con el que Uriel hizo una faena corta, ya que el toro se le fue crudo en varas, y nunca anduvo a gusto con él. Le vimos momentos buenos, de poder, te torería, pero el toro tenía mucho poder y fuerza como para dejarlo estar. 

Con sus otros dos enemigos, "Bonachón" y "Tabaquero", tan solo podemos destacar grandes pares de banderillas.