Angelino gustó en la afición tapatía con su segundo de la tarde, al que logró cuajarle una interesante faena y conseguir con ello la única oreja de la tarde. Por su parte, Fernando Labastida se mostró con algunos detalles en su primer ejemplar, pero no logró penetrar en el tendido, mientras que con su último sólo escuchó protestas del público. No fue la tarde de Juan Camilo Alzate, cuya actuación resultó discreta.
El de Tlaxcala dejó un grato sabor de boca en la "Nuevo Progreso" de Guadalajara, tras salir como triunfador absoluto de la tercera novillada del serial. Angelino estructuró una importante faena a "Tequilero", que resulto el mejor ejemplar de la tarde; con la diestra consiguió transmitir de una especial manera a la afición, mostrando sus cualidades y su sitio, además de ese don de saber caminarles a los toros y trincherazos pintados que jaleó el respetable.
Se fue tras una estocada casi entera en lo alto, lo que fue suficiente para acabar con la vida de su ejemplar y adjudicarse un apéndice. Con su primero no pudo estar cómodo, aunque logró algunos destellos con la derecha.
Por su parte, Fernando Labastida fue exigido por los espectadores; en su primer toro tuvo detalles con la diestra y al natural, pero no logró conectar en el tendido, además que su astado no pudo romper en la faena. Ya con su segundo. Labastida no vio la puerta y sólo escuchó pitos y reclamos de los tendidos.
Para Juan Camilo Alzate la tarde fue complicada. En su segundo enemigo pudo cuajar algunos muletazos por derecha, pero la presión que ejerció el público impidió que el colombiano concretara su faena. En su primero pudo haber hecho más, pues de su lote fue el menos malo, pero Alzate no logró entender las condiciones del toro y estuvo perdido con el acero.