El ganadero de Torreón de Cañas, Julio Uribe Barroso, se encuentra feliz con el primer indulto de su carrera, mismo que cosechó la tarde de ayer en la plaza de Calpulalpan de la mano de Octavio García "El Payo", al haber perdonado la vida al toro "Churu", número 68, negro cincacho, de 470 kilos de peso.

"Fue un toro muy emotivo y noble que me gustó mucho. Afortunadamente, no estaba tan lastimado y ayer mismo le curaron la herida del puyazo y de los arpones de las banderillas; lo trasladamos al rancho en la noche. Habrá que seguir su evolución de cerca y esperar que no tenga fiebre en las próximas horas, y continuar con su tratamiento de antibióticos durante una semana", comentó Uribe Barroso.

Aunque esta ganadería tiene casi 80 años de haberse fundado, y fue la primera que tuvieron los hermanos Barroso Corichi, forjadores de esta saga de ganaderos mexicanos, es la primera vez que a este hierro le indultan un toro ahora en manos de otro ganadero de la misma familia, pues Julio comenzó su andadura como criador con el hierro de Torreón de Cañas en el año de 2005, y con la ayuda de su tío, don Luis Barroso Barona, del que guarda un entrañable recuerdo.

"Me dio mucho gusto poder compartir con mis hijos la vuelta al ruedo al lado del matador, pues ellos están tan involucrados como yo en los trabajos del rancho, y la verdad es que me llena de orgullo que las cosas estén caminando bien y la ganadería vaya dándose a conocer cada vez más con triunfos como éste", afirmó Julio Uribe.

El toro lleva el nombre de "Churu" en honor de un cuñado de Julio llamado Arturo Guerra, al que se conoce entre sus amigos y familiares con dicho apodo. Es hijo del semental número 3, de nombre "Legionario", y de la vaca "Giralda", número 980. Ambos ejemplares son de encaste Llaguno, vía San Mateo-Mimiahuapam-Jaral de Peñas, que es una parte del simiente con el que Julio formó su ganadadería en el rancho Cuautlatilpan, en el Estado de Hidalgo. La otra parte proviene de encaste Domecq, vía Torrestrella-Jaral de Peñas.

"Voy a escoger una punta de vacas con cara para ver si los hijos de este futuro semental corrigen esta falta de cara que fue lo único que no me gusta del toro, que es capacho. Estos triunfos son los que motivan a seguir trabajando con el mismo empeño y el siguiente reto es lidiar una novillada en la próxima Temporada Chica de la Plaza México. Ahora tenemos 26 novillos comiendo y creo que sería buen momento para elegir un encierro parejo de hechuras y bonito, además de buena nota de tienta, para hacer nuestro debut en el coso de Insurgentes", finalizo Julio Uribe Barroso.