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El Capea y Real de Saltillo protagonizan la noche

Viernes, 25 Mar 2011    Cancún, Q. Roo.    Mónica Bay | Foto: Carlos Castillo         
Cortó dos orejas en su debut en este escenario
Pedro Gutiérrez "El Capea" mantiene su paso triunfal en nuestro país, y ahora salió a hombros de la plaza de Cancún, donde debutó esta noche en otra de las corridas de toros de la temporada del coso del bello puerto mexicano, organizada por la empresa que dirige Manolo Espinosa.

Y es que el imponente encierro de Real de Saltillo que se lidió esta noche, uno de los de mayor trapío que se recuerden en Cancún, dio una importancia especial al festejo pues no sólo los toros tuvieron continentel, sino también contenido y los corridos en tercer y cuarto lugar dieron un gran juego, aunque se fueron con apéndice al destazadero por la falta de pericia estoqueadora de ambos toreros, que no estuvieron finos con los aceros.

El primero de la noche, "Mi Rey", con 530 kilos, correspondió a Fernando Ochoa. El toro inició haciendo cosas raras y con la cabeza suelta y el moreliano lo toreó con el capote sin mayor conección al tendido. Sin embargo, tras el castigo en varas, el de Real de Saltillo enmendó su embestida hasta resultar bueno para la muleta, sobre todo por el lado derecho. Fernando lo comprendió muy bien en una faena entonada pero que no tuvo la duración suficiente para terminar de emocionar al público, que se metió con Ochoa. Para colmo de males, falló repetidamente con la espada hasta escuchar un aviso. Lamentablemente, el toro se quedó con varios muletazos dentro.
 
El segundo ejemplar de la función se llamó  "Rey Sol", que fue el de mayor tonelaje del encierro: de 640 kilos. Era un toro cárdeno de una estampa verdaderamente hermosa, y correspondió a Pedro Gutiérrez “El Capea”, que ejecutó unas animosas verónicas que gustaron mucho. Desde este primer momento, el salmantino se entregó y el público recibió con mucho agrado su actitud.

Ya con la muleta, Pedro se gustó muchísimo, inició con unos pases de tanteo, y luego en los medios, entre música y las palmas de la gente, que no dejó de apoyarlo. El Capea dio unas tandas de derechazos muy templadas. Lo probó también por el izquierdo, pero no resultó tan bueno como por el derecho. Mató de una estocada entera en buen sitio, con mucha facilidad, y el toro dobló rápidamente, para que le concedieran las dos únicas orejas de la noche.

El tercero de la tarde fue "Soy el Rey", al que Fernando Ochoa toreó bien a la verónica, tratando de remontar su actuación y tras el triunfo de su compañero. Esperábamos que Fernando hiciera un quite, porque el toro lo ameritaba, pero no lo hizo.

En la faena de muleta comenzó doblándose y el toro tomó bien la tela. Realizó una tanda muy buena de derechazos en los medios. Otra tanda por el derecho. Se juntaron la clase del toro con la del torero en series llenas de arte y de temple. Por el lado izquierdo el toro se lo pensaba más; no obstante, también era toreable y Fernando ejecutó unos naturales sentidos. Dio más derechazos y un hermoso cambiado que entusiasmó a  la gente, antes de tirarse a matar y falló al primer intento; más tarde colocó media estocada en buen sitio pero el toro no cayó, por lo que le sonaron un aviso; luego intentó con descabellos hasta escuchar el segundo aviso, y fue despedido con palmas.

El cuarto y último fue bautizado con el nombre de "Rey de Chocolate" y fue el segundo del lote de El Capea, que realizó un bonito quite por chicuelinas que fue jaleado por el público. Desde que inició su faena de muleta, el torero ya estaba feliz, sabiendo que tenía en el bolsillo a la afición cancunense.

Esto, sumado a un extraordinario toro, hizo que el diestro, entre derechazos, naturales, desdenes y demás florituras cargadas de temple y arte, cautivaran a la afición. Falló con la espada, pero esto no impidió que al final la gente le brindara una cálida y sincera ovación, y por supuesto, su salida en hombros por el triunfo cosechado delante del segundo toro de una noche muy interesante.

Ficha
Cancún, Q. Roo.- Dos tercios de entrada en noche calurosa. Toros de Real de Saltillo, de impecable presentación, manejables en su conjunto, de los que destacaron 3o. y 4o. por su calidad. Pesos: 530, 640, 625 y 580 kilos. Fernando Ochoa (gris perla y oro): Palmas tras aviso y palmas tras dos avisos. Pedro Gutiérrez "El Capea" (verde olivo y oro): Dos orejas y ovación tras petición. Al final, el torero salmantino salió de la plaza en volandas.


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