Alejandro Amaya ha intensificado su preparación para torear dos corridas muy importantes en el lapso de siete días, y ayer mató dos toros a puerta cerrada en la plaza "El Paseo-Fermín Rivera" de San Luis Potosí, donde demostró que está muy recuperado de la brucelosis humana que lo mantuvo más de un mes en reposo y con intensos dolores.
"Me he sentido muy bien y mi organismo ha respondido positivamente, aunque los doctores que me siguen atendiendo me van a hacer periódicamente pruebas sanguíneas, pues la brucelosis me tumbó una semana en el hospital y me ha tenido en reposo. Pasé días con mucha fiebre y estaba agotado porque tenía dolores en las articulaciones y también en los músculos", señaló el matador.
El tijuanense mató en primer lugar un ejemplar de la ganadería de Cerrito de Corzo y el segundo pertenecía a Pepe Garfias. Ambos dieron buen juego y el torero se sintió fuerte, a gusto y sobre todo muy contento de poder ejercer una vez más su profesión de matador de toros y motivado con los compromisos que tiene por delante.
"Estoy muy ilusionado con esta temporada que viene. La verdad es que tras haberme encerrado con seis toros el 3 de octubre pasado en Tijuana, fue que me enfermé y es hasta ahora que he vuelto a la actividad con renovados bríos. Así que espero que las cosas salgan bien en León en la corrida de la Oreja de Oro", comentó Amaya.
Acerca de su contratación para la Plaza México, Amaya comentó que todo avanza por buen camino, y le satisface que así sea pues tiene muchos deseos de volver a torear ante la afición capitalina. Asimismo, anunció que su temporada europea comenzará el domingo 13 de marzo en Fitero (Navarra) y al día siguiente hará el paseíllo en Casas de Benítez (Cuenca). En agosto actuará en la Feria de Málaga, y espera poder torear en Las Ventas de Madrid, como lo ha hecho en los dos últimos años.