Julián López "El Juli" le cedió los trastos a Oliver Godoy la tarde de este sábado en León y le cortó las dos orejas al primero de su lote, lo que le valió para salir a hombros, mientras que Arturo Macías y el toricantano pasearon un trofeo.
En la tarde de su doctorado, aunque pechó con el lote menos propicio, Oliver Godoy ha estado muy torero, como corresponde a estas tardes tan especiales, en donde los nervios esta a flor de piel, el toricantano se enfrentó en primer lugar a “Pardito”, con el que ejecutó sus primeras verónicas como matador de toros, mismas que alternó con chicuelinas y un quite por gaoneras.
Con la muleta soportó las complicaciones de un astado que además era muy soso y sin transmisión, no obstante, el de Jalisco tras ejecutar un espadazo ortodoxo, recogió su primera oreja con su nueva investidura.
Ya sin la presión ocasionada por tan importante tarde, recibió a “Vencedor”, un astado que cerró plaza y que resultó deslucido desde sus salida, por ello, Oliver intentó agradar al respetable montándose prácticamente en los pitones, algunos buenos momentos presidieron a otra efectiva estocada y el reconocimiento de los tendidos.
Julián López “El Juli” ha demostrado que sigue con un paso más que firme; tras otorgar el doctorado al joven tapatío, ejecutó dos piezas por demás interesantes. En primer término se enfrentó a “Destino”, un astado de buena calidad que permitió al español dimensionar el poder y la capacidad que tiene, con el capote dibujó lentas verónicas y un ajustado quite por chicuelinas. Con un toreo ligado por ambos lados, ejecutó series que calaron hondo en los abarrotados tendidos.
No cabe duda que el bagaje taurino que el español posee le permite conocer los terrenos en donde se debe torear, en un omento de la faena, el de Bernaldo de Quirós, se refugió en la querencia y hasta allá fue Julián para ejecutar los pases postreros de su labor. Sepultó la espada y cosechó las dos orejas.
Con su segundo enemigo que fue anunciado como “Talismán” el experimentado torero salió a ratificar el triunfo y para ello tanto con el percal como con la franela volvió a ligar el toreo por ambos pitones, destacando muletazos que fueron creados en el centro del redondel, lamentablemente se puso pesado con el acero y se limitó saludar en el tercio.
El hidrocálido Arturo Macías, que compareció en una plaza de toros por primera vez en el año, ha dejado claro que viene decidido a recuperar el sitio que dejó la temporada antepasada. El primero de su lote fue devuelto por acusar debilidad, se corrió el turno y por ello se enfrentó a “Caramelo”, al que lanceó a pies juntos y con el que ejecutó un ajustadísimo quite por gaoneras.
Como inicio de su faena clavó los pies en la boca de riego para ejecutar hasta tres cambiados por la espalda, en el mismo terreno ligó series con la derecha rematadas con temerarios pases como la creación de Arruza, la proyección a los tendidos también llegó con la mano izquierda, con la que el toreo en redondo se hizo presente, después de un pinchazo, sepultó la espada para recorrer el anillo con una oreja en la mano.
“Aventurero”, perteneciente a la ganadería de El Junco, saltó a la arena en quinto lugar, Macías lo recibió pegado en tablas donde dibujó dos largas cambiadas, ya de pie lanceó a píes juntos y por tafalleras.
La nueva faena caló fuerte en los tendidos y El Cejas, consiente de ello, se entregó con un toreo variado, con temple y con valentía, tandas por ambos lados que nos hicieron recordar faenas como las de “Pales” o “Bufandas”; cuando el triunfo estaba en la espuerta, llegaron las fallas con la espada y el triunfo se esfumó, no obstante el reconocimiento del público fue patente.